Los muertos no hablan.

Capítulo 11.

Fue muy grosero dejar a Lis con tanta intriga.
¿Porque no le contó más sobre el?
Ella decidió marcharse de la cafetería.
Estaba indecisa ya que no sabía si contarle a David, ¿Sí en realidad David es el malo del cuento? , habría un porcentaje de probabilidad.

Pero no, esa no es la situación, ya no tiene a nadie a su lado, su padre quizás olvidó que tiene una hija, su familia viven en diferentes lugares del mundo.

La chica que le vendió galletas ah desaparecido, ya no la ve en la universidad, ni en su casa. De pronto se tomó algunos días de vacaciones.

 —Hasta que llegastes, tu paseo duró más de 30 minutos ¿A donde andabas? —Preguntó David mientras sacaba unas cajas del armario.

 —¿Desde cuándo te importa las cosas que hago?, no seas metido.

—No me enojare contigo, tengo buenas noticias

— ¿ Cuáles son?

—Encontré un álbum de fotos.

 —¿Y?

—¿Cómo que y?, en ese álbum hay fotografías tuyas y de el —Abrió el álbum, en realidad eran pocas las fotografías que habían, pero con solo ver  la sonrisa de Jeremy, esa sonrisa que no era como cualquier niño, era una sonrisa como de un psicópata.

—Estás fotografías no ayudan en nada, ya sabemos que Jeremy es un maldito asesino loco , ¡Queremos saber como destruirlo!— Lis perdía la paciencia, mientras más tiempo pasaba, no averiguaban nada.

 —No es para que te enojes, trató de comprender está situación

—Tu me habías dicho que sabías de Jeremy, tuvistes una pelea con el ¿Como es posible que no sepas nada de el? , ¿Acaso me estas engañando?.

—Yo no engaño a nadie, ¿Puede dejar de decir idioteces?, porque estamos perdiendo mucho tiempo en esta discusión—Dijo David.

- Bien, iré a darme un baño.

- Seguiré buscando pistas o algo así. 

Una vez metida en la ducha, dejó caer el agua sobre su cuerpo, daba suaves masajes con las yemas de sus dedos en su pierna derecha y así esparcía el jabón de miel , le dolía la cabeza , escuchaba un timbre vibrando.

—¿Porque eres tan sexy?,  haces erizar mi cuerpo.

- Cierra la maldita boca.

—No me hables así, bajale a tu tono.

 —Te odio maldito imbécil!, me arruinastes la vida.- Luego de esas palabras sintió su cabeza  golpeándose contra la pared, provocando que la sangre derramará en el suelo, lloraba, le dolía la herida, no la había hecho ella, fue el, la lastima con solo una acción.

— Lis , abre la puerta, ese imbécil te está lastimando, sé fuerte— Exclamo David.

Ella abrió la puerta aún con la sangre en su rostro.

 —Oh dios, te ayudaré con la herida.

—Gracias por tu amabilidad, no se que pretendes

 —pero que dices?, trato de ayudarte mal agradecida— Frunció el ceño David.

— No me ayudes, no necesitó de tu ayuda ni la de nadie.

 —Estás segura?

—Yo...no lose .

—Nunca sabes nada.- Y no dijo ni una palabra más y termino de limpiar y curar la herida.

—¿Que pasaría si te digo que hable con Jeremy?

—Es normal que el hable por tu mente.

 —No, hablamos hoy en la cafetería .