cap. 11

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El fin de semana llego y Harry tenia una sorpresa para Louis, una que se nego a decirle al mayor, Louis despidio a su hija como cada fin de semana iria con su abuela materna nuevamente.
-portate bien pequeña, obedece a la abuela mi amor, te amo- decia un  Louis  muy feliz. Decidió cocinar algo especial para él estaba tan feliz que las cosas con Harry estuvieran tan bien, estaban llegando a Diciembre y con eso venia su cumpleaños número 32 y tan solo faltarian dos meses mas para que Harry fuera mayor de edad; asi la culpa y el remordimiento por estar acostandose con un menor no se sintiera tan angustiante. Y es que no se trataba solo de eso; el sexo era bueno, de hecho era excelente, disfrutaba cada parte del cuerpo del menor, la mejor nota era la que salia de la boca de Harry cuando gemia demasiado alto o ronco debido a lo duro que Louis lo penetraba, a lo salvaje de cada vaiven y la diversas posiciones (raras, como decía Harry)  en las que lo follaba. Conocía todo de Harry, ahí en su oficina habían tenido sexo las veces necesarias para conocer como se eriza la piel del rizado en cuanto su lengua entra en contacto con ella, como cierra los ojos y los aprieta un poco al sentir muy profundo a Louis, sabe como apretar esa parte de su  anatomía y volver loco a Louis y hacerlo terminar antes. Con todo eso Louis extrañaba a Harry los fines de semana; el menor se encontraba en la escuela terminando un proyecto o de visita con su familia, pero esos dos días hablaban por teléfono  y tenían sexo por teléfono ; nada mas sin contacto personal, ahí es cuando reflexionaba y evitaba pensar que haría cuando Harry se aburriese de él; Harry tenia todo para ser alguien grande, en cambio él era un maestro sencillo de francés el cual era viudo y le gustaba follar duro. Harry era rico y esa palabra se quedaba corta, era hermoso, perfecto y el conocía muy a Harry y sus capacidades para saber que si el rizado si se lo proponía podría ser muy exitoso. En la escuela conocía al menos una docena de chicos interesados en Harry, Louis solia  castigarlos en clase con cualquier excusa. Por esa razón disfrutaba el tiempo que Harry le daba, vivía el momento y temblaba en el futuro. Su corazón sentía que después de haber probado a Harry no habría nadie mas y eso le daba miedo. Era  egoista pensar que Harry dejaría un futuro brillante por quedarse a su lado y cuidar de una niña que no era de él. Realista era Louis, guardando cada rose,  cada beso, cada caricia; en un rincón de su cerebro con un candado el cual llevaba una H tallado. El chico que lo saco del abismo, aquel chico que estaba de paso aunque se negara en aceptar; aquel chico que solo lo veía como algo prohibido que tenia que tener; así Louis lo aceptaba, así aun después de casi un mes y medio lo sentía.

Debido a todo lo anterior Louis hacia planes con sus amigos salia a cenar con citas, las cuales no eran ni la décima parte de la que era Harry, pero evitaba pensar en la palabra con "e", así hoy tenia una cita con aquella chica que conoció el fin de semana que fue aceptado en la EF; Leila, a la que follo duro por primera vez despues de años a la que quiso penetrar anal como le gusta, a la que se hubiera dejado follar anal; si Louis no hubiera tenido un momento de lucidez para decir no. Porque a las mujeres el sexo anal es diferente. No es lo mismo que con un hombre. Por ella  esperaría en un café de la zona centro a las 8.

Escuchando al rey y uno de sus exitos fueron los acompañantes de Louis para  preparar un elaborado pollo con jamón serrano y queso mozarella. El platillo preferido por él,  su madre le enseño a prepararlo a los 17 años y desde entonces solo ha perfeccionado la receta.
El timbre suena, extrañado por la hora que es, debido a que no esperaba visitas. Zayn hubiera llamada y no se diga de Liam quien no podria ser ya que se encontraba viviendo con aquella chica con la cual llevaba tiempo saliendo; camina sigiloso a la puerta. Al abrir hay un canasto de mimbre decorado con flores unas olorosas flores rosas; dentro de esta se encuentra una gama de productos diversos:  una botella de vino, queso, fresas, chocolates y una caja de condones. Lo ultimo hace que Louis deje salir una carcajada y es que él sabe que solo a alguien se le podría ocurrir comprar  unos condones de ese sabor. 
Sin duda ese regalo viene de Harry, nadie le  regalaria una caja de condones de sabor fresa. Al levantar la canasta descubre que hay debajo una nota con una caligrafia hermosa la reconoce enseguida sin duda es su pequeño diablillo.

Garçon FacileDonde viven las historias. Descúbrelo ahora