Leben ist Gut [ChanSoo]

Sechs

Esa mañana se habia despertado con pequeños mareos y un leve dolor de cabeza pero había decido salir encontrar trabajo de todas formas, ya que tenia las citas previstas desde unos días de adelanto. Sin muchas sorpresas, otra vez había dado los mismos resultados que los dias pecedentes. Abatido y débil, volvió a casa, casi arrastrando los pies. Cuando llegó, vio a ChanYeol en el balcón, fumando tranquilamente, como lo hacia de vez en cuando. Fue cuando vio la cara sorprendida del alto, que comprendio que realmente estaba enfermo. Y vio negro.

Despertó, unas horas después, al suponer por la noche que ya pareciera haber caído desde un tiempo, al mirar por la ventana, en su cama, con dos cobijas y una servilleta en la frente. Extrañamente se sentía mucho mejor. Pocos minutos después, entro en su cuarto el alto, con una bandeja en la manos.

- Te hice sopa de legumbres. Come un poco. - dijo al mismo tiempo que dejaba la bandeja sobre la mesa de noche.

- Gracias y lo siento por las molestias... - dijo viendo como el otro se sentaba a su lado y le revisaba la temperatura al quitar la servilleta de su frente.

- Ya no estás tan caliente. - dijo en un susurro, tan cerca de KyungSoo que ese sintió el aliento caliente en su cara. Olía a menta fresca. Cerró los ojos ante una ola de calor en su corazon.

- Me siento mejor. Gracias, ChanYeol-ssi. - dijo, tomando la sopa en sus manos.

- Tu cuerpo se debilitó porque no comes correctamente. BeakHyun me matará si no te cuido bien asi que, de ahora en adelante comerás conmigo. ¿Entendido?

- Si, señor... - dijo probando la sopa. Sus ojos empezaron a brillar. - ¡Está deliciosa!

- Pues por supuesto, yo la hice.

Dos días después, como acordado,  habian estado comiendo juntos. Chanyeol cocinaba y KyungSoo hacia la losa. No hablaban mucho ya que ChanYeol no dejaba que un tema de conversacion dure mucho y KyungSoo no sabia de que hablar. Y de todos modos, comer de esa forma le hacia sentirse un poco más en casa y eso reconfortaba mucho a KyungSoo, quien se relajo de pronto un poco de mas con el alto.

Después de enfermar, no había tenido un muy buen sueño, siempre con los mismos temas que a KyungSoo no le gustaba para nada y le daba ligero insomnio. Solo eran recuerdos de su vida de antes pero, era insoportable. Al fin había escapado de Kris pero ¡ese lo invadía hasta en sus sueños! ¿Que no era suficiente con solo el dajarle tantas cicatrices? ¿Tantos miedos?

Se levantó de su caliente cama para encontrarse con el abiente frío de la noche quién le dio un pequeño escalofrio que lo hizo temblar de pies a cabeza. Tomando su almohada, salio de su recamara para entrar en la del mas alto. La luz de noche estaba encendida y el alto estaba acostado en su cama, pero no estaba durmiendo. Estaba leyendo papeles con dibujos repetitivos que KyungSoo no habia visto antes. Rapidamente los guardo en la mesa de noche y lo miro, un poco irritado.

- ¿Qué pasa?

- ¿Puedo dormir contigo?

- ¿Por qué? ¿Se te rompio la cama o qué? - le preguntó sorprendido

- Tuve una pesadilla... No quiero estar solo. - dijo con la voz temblando, lo que ablando visiblemente al alto quien se hizo un poco al lado, y con un gesto de la mano lo invito a acostarse a su lado.

- Cuidado. Ronco - dijo al mismo tiempo que el joven se escondía debajo de la caliente cobija.

- No me molesta. - dijo, intentando acercarse un poco al mas alto, quién bajaba la luminosidad de su lampara. Apenas se veía pero tenía un ambiente agradable.

El joven miro un poco al mayor, quién estaba revisando algo en su celular y se fijo en las manos del hombre mayor. Eran manos grandes y finas pero masculinas al mismo tiempo. Eran, en su momento, manos magnificas. Aunque extrañas, y horrosas para otros, cicatrices adornaban sus dedos, aún se podia apreciar lo atractivas que eran. Sin pensarlo mucho, otra vez, tomo la mano que estaba libre y la acerco a su rostro para mirarla mas de cerca y sentir la piel debajo de sus dedos. Esta vez no hubo gesto violento.

- Ya te dije que ... - dijo bruscamente.

- Me gustan. - lo cortó antes de mirarlo a los ojos. - Son magnífica.

- ¿Ah si? Yo las odio.