Leben ist Gut [ChanSoo]

Dreizen

- Estoy muy felíz  de que al fin te dignas en venir, Soo-ah - dijo la señora Do, dejando una taza de té delante de ChanYeol, quien la agradeció en silencio.

- Sabes muy bien porque él no vino, cariño. Y por eso estamos muy agradecidos contigo, Chanyeol-ssi. - dijo suavemente el hombre de ya cierta edad.

- No es nada, KyungSoo me ayuda mucho también. - respondió al tomar un trago de su té.

- ¿Y que haces ChanYeol-ssi? - preguntó la mujer.

- ¿Eh? - el joven hombre no la había entendido en seguido. Antes de poder hablar, KyungSoo le tomo la mano.

- Mamá, ¿Será que hablamos mas tarde? El camino fue largo para ChanYeol y también para mi. Nos gustaría hacer une pequeña siesta. - su madre los miró sorprendida pero su padre sonrió.

-Por supuesto hijo. Ya hemos preparado tu cuarto para ustedes. Mamá os despertará para la cena. ¿de acuerdo?

- Pero... - intentó parar la señora Do pero su hijo ya se había escusado, arrastrando a su nuevo amigo lejos de ella.

- Déjalos, el viaje fue largo para ellos. - ella se veia decepcionada haciendo que su esposo suspiré.- Ven, aquí, tortita.

- ¿Otra vez con esos extraños sobrenombres? - se río ella, acercándose a él, fundiéndose en un abrazo.

- Pues, si. Eres mi tortita de amor. - y le dio un pico en la frente.

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- ¿Estas seguro de lo que haces KyungSoo? - le preguntó el gigante al subir las escaleras que llevaban hacia las recámaras.

-Sip. Mi padre sabe hacerla desistir si ve que es delicado. - le sonrió el mas joven, mostrando su magnífico corazón de labios.

- Realmente eres como un ángel - susurró.

-¿Dijiste algo? - le preguntó al abrir la puerta de su cuarto.

- Nada, lo imaginaste.

El grandullón miro alrededor pero el cuarto era el más simple que había. Una cama grande para una persona donde dos podrían caber eventualmente y un escritorio bajo la ventana mediana que dejaba entrar mucha luz. La paredes eran blancas mientras el suelo era de madera y hacia un ligero ruido al pisarlo en algunos lugares. Vio que debajo de la cama se encontraba los cajones donde la ropa debía estar acomodada.

- Espero que no te molesta dormir en la misma cama que yo, ya que es más grande que la media. - le dijo los ojos brillantes.

- No me molesta para nada, mientras no me des patadas. - dijo, al dejar su bolso que habia logrado tomar al subir al lado de la puerta. - O que te desnudes durmiendo.

- ¿Quién haría eso? - río dulcemente el chico.

- Existe. Conozco a uno y fue muy traumatisante, sabes.

- ¡Me encantaría conocerlo!

- No lo creo. ¿Dónde está el baño?

- Al fondo a la izquierda. La puerta de enfrente de esa es la sala de baño. Frente a mi cuarto es la de mis padres. - le dijo, abriendo un cajón de debajo de la cama. Chanyeol salió pero volvio rápido, las manos húmedas, secandolas sobre su camiseta.

- Esa casa es realmente muy lin- dejó de hablar al ver a KyungSoo acostado en la cama, pegado a la pared. -¿te dormiste?

- Casi... - dijo con voz ronca del sueño. - Ven. También debes estar cansado... - Lo miro con pequeños ojitos que lo dejaron sin otra opción.

Se quitó la camiseta y entro debajo de la cobijas poniéndose cómodo y jalando el cuerpo de KyungSoo hacia el, mostrando le que espacio había suficiente para los dos. El minimo sonrió antes de dejarse caer rendido de sueño en el hombro del mas alto quien lo miraba con un brillo en los ojos. En esos momentos, ChanYeol hubiera dado todo el oro del mundo para que el tiempo se fijará pero desgraciadamente el sueño le llego y finalmente se durmió,la cara en el pelo del otro, siendo absorto por el dulce olor.

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Nota : estamos cerca del final así que la próxima va a ser un maratón hasta el final.