PRÓLOGO

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Apenas un recuerdo fugaz se viene a mi mente. Ahí estaba yo, sentada sobre un pasto demasiado verde, recién podado. Tenía una libreta azul sobre las piernas, estaba escribiendo algo, aunque no se realmente qué; alcé la vista y noté que había más personas ahí, y ellos no se percataban de mi presencia. Todos parecían de mi edad, aunque no sé ni bien quién soy.
Estaban diciendo muchas cosas, unos gritaban que el sonido del mar era lo más relajante y hermoso, mientras que otros hablaban de la importancia y el valor de la familia,  escuché levemente que los mosquitos son lo más escandaloso y más cosas por el estilo, realmente nada que me diera una pista de dónde me encontraba. Nada parecía tener sentido, y casualmente todos ellos cerraban los ojos. Traté de comprender lo que sucedía a escasos metros de mi, pero el ruido de una podadora me lo impedía.
Algo desesperada por comprender lo que sucedía estaba decidida a acercarme, pero algo me lo impedía, y mi piernas no accedieron, algo me hacía tener el instinto de seguir pasando inadvertida. No sé porqué odiaba esta situación, realmente la odiaba.
Posterior a esto, todos comenzaron a retirarse, y yo sólo pude seguir ahí, inmersa en mis pensamientos y en mi confusión.

IRRECONOCIBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora