SCOTT MCCALL.| ella no necesitaba ser salvada. necesitaba ser encontrada y apreciada, por exactamente quién era.
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CAPÍTULO DOCE: reunión familiar.
El sonido de las interminables balas sólo hacía que el sentimiento de inutilidad de Rayna creciera.Ella intentó levantarse, dispuesta a pelear en contra de aquellas personas que hozaban apuntarle, pero Peter le obligó a permanecer a su lado escondidos.
─Prometo que no los lastimaré, Peter—, suspiró Rayna mientras los pasos de los cazadores se acercaban —. Déjame ir.
─Y luego te pierdo y, ¿qué sucede?—, inquirió el hombre —. Sabes lo que me puede suceder si llego a perderte.
Los labios de Rayna formaron una fina línea ante la mera mención de las consecuencias de su muerte. Si ella moría, todos los licántropos que alguna vez había conocido cometerían suicidio. Era parte de la leyenda. Claro que ella guardaba las esperanzas que fuera falso, pero hasta ahora todo sobre ella había resultado alocadamente cierto.
─De acuerdo—, cedió finalmente la morena.
Ella se mantuvo en el suelo, cubriendo sus orejas debido a las balas siendo disparadas sin control. Pero todo intento de mantener la calma desapareció ante la aparición de una familiar esencia.
─ ¿Derek?—, balbuceó ella antes de escuchar su rugido. Lo próximo que vio fue a su amigo saltar por los aires y acabar con todos las personas que amenazaban su vida.
Y con eso, tanto Malia, como Peter y Rayna comenzaron a pelear contra los cazadores. En cuanto el grupo observó que ellos comenzaron a defenderse y que podían acabar con ellos, los humanos corrieron en busca de transporte y desaparecieron tan rápido como llegaron.
En cuanto no quedó amenaza en pie, Rayna corrió hacia Derek, quien la recibió con los brazos abiertos. Ambos se abrazaron con fuerza y cariño, hacía demasiado tiempo que no se veían y claramente se habían extrañado el uno al otro.
─Me alegra que hayas tomado mi consejo de alejarte de Beacon Hills—, comentó con sarcasmo el ojiazul y Rayna no pudo evitar sonreír.
─Aw, Peter me recibió de la misma forma, ¡luego dicen que no son parecidos!
Derek frunció el ceño —. No soy como Peter.
─Claro que no—, rió la exótica criatura antes de caminar hacia el resto del grupo.
─Oh, ¡hola!—, saludó un humano antes de mirar a Lydia —. ¿Algo más que no me hayas contado, Lydia? ¿Quién rayos es ella? ¿Es la novia de Derek?
Rayna rió antes de acercarse al chico que supuso era Stiles —. Soy Rayna, la Reina de los Alfas. Tú eres Stiles, ¿no? Un gusto conocerte, aunque no soy la novia de Derek.
