CAPÍTULO ONCE:
el comienzo del final.
Rayna creyó que lo estaba haciendo bien. Palabra clave: creyó. Las manos de Deucalion la tomaron con fuerza de la cintura para, luego, girarla. Ella cayó al suelo y se quitó la venda para mirar al hombre con la mandíbula apretada.
─Están muertos.
─Gracias por el dato—, bufó Rayna desde el suelo.
─En los humanos, la termocepción se hace principalmente a través de la piel. Tenemos receptores de temperatura que captan cambios de frío y calor. Los ojos de los hombres lobos son muy efectivos para percibir el calor.
─Bueno, ¿qué hacemos sin nuestros ojos?—, inquirió Scott y Rayna asintió. Ambos se encontraban dando la espalda, éstas tocándose la una contra la otra mientras las vendas volvían a descansar sobre sus ojos.
─Concéntrense en la piel, en el momento en que cambie de temperatura. Ahora ponganse cara a cara—, instruccionó y los adolescentes lo hicieron. Rayna podía llegar a ver la forma del cuerpo de Scott, su contorno, en colores azules y amarillos —. Rayna, intenta golpear a Scott.
─ ¿Por qué?—, se giró la chica al hombre, negándose a golpear al chico.
─Has venido aquí a aprender cómo luchar, ¿no es así? Para hacerlo, necesitan practicar.
Rayna se giró hacia Scott, sus labios se encontraban apretados ya que no estaba del todo segura. Después de todo, ella era más fuerte que él ─ simplemente no era justo. La chica apretó los puños a sus lados, pero no se movió a pesar que podía identificar la figura del chico delante de ella.
─Estaré bien—, prometió Scott —. Hazlo.
Entonces, Rayna lo golpeó en el estómago. Scott soltó un jadeo antes de caer al suelo por el impacto. La chica se cubrió la boca en cuanto notó la fuerza que había implantado contra el cuerpo del chico —. Lo siento, ¡lo siento mucho!
─Está bien, en serio—, asintió Scott, volviendo a pararse en su lugar —. ¿Qué se supone que debo hacer ahora?
Deucalion rodó los ojos —. Defiéndete.
Scott torció el gesto, la misma incertidumbre que había torturado a Rayna unos segundos atrás ahora lo atacaba a él —. Está bien, Scotty—, asintió ella.
El moreno dudo un momento antes de adelantarse hacia la chica, pero ella lo vio venir y lo empujó hacia atrás. Scott trastabilló pero logró mantenerse de pie, esquivando el golpe que le dirigió la chica.
Scott alzó las manos hacia su estómago, pero Rayna lo detuvo entre sus manos y lo giró, lanzándolo al otro lado. La chica pudo jurar que los ojos del chico brillaban antes de lanzarse sobre ella, ambos cayendo al suelo y él quedando sobre ella.
─Vale, de acuerdo—, habló Deucalion, masajeando su sien al observar a ambos dejar de pelear para suspirar el uno por el otro. Ambos se quitaron la venda y miraron al hombre, aún en el suelo —. No pensé que fuera posible, pero estoy empezando a desear ser ciego nuevamente.
─Creo que existe la posibilidad de que sobrevivan a esto—, asintió Deucalion después que Scott y Rayna le vencieran. Los dos chicos se miraron con una sonrisa, pero aquel gesto se borró cuando Lydia, Peter y Malia llegaron. Sus rostros no reflejaban nada bueno.
─Ninguno de nosotros va a sobrevivir esto—, exclamó Lydia, mirando a Scott antes de posar su mirada en Rayna. La chica cerró los ojos, torciendo la cabeza un momento antes de volver a mirarla —. Excepto tú. No te vi en ningún momento, puede que sobrevivas.
─ ¿Por qué?—, preguntó Scott —. ¿Qué están haciendo aquí?
Rayna miró a Scott a su lado mientras él hacía las preguntas. Un nudo se formó en su estómago mientras su garganta se secaba. Ella bajó la mirada al suelo antes de mirar a Peter —. Están llegando, Monroe y los demás—, avisó él —. Y con un buen cargamento de armas.
La mano de Scott se aferró a la de Rayna y ambos apretaron su agarre cuando se escucharon múltiples balas ser disparadas. El grupo se agachó y Scott acercó a la morena a su cuerpo, cubriéndola lo más posible.
Las cabezas de todos se giraron hacia Deucalion, quién cayó sobre sus rodillas mientras la sangre escapaba de múltiples partes de su cuerpo. El cuerpo de Deucalion impactó contra el suelo y la manada divisó al grupo de personas con las armas en alto, apuntándolos.
Peter tomó por el brazo a Rayna, separándola de Scott y tirando de ella hacia el costado. Scott pensaba seguir a ambos, pero se vio obligado a ir al otro lado debido a las balas. La diosa miró al alfa, sus ojos brillando con temor mientras la voz de Lydia se repetía en su cabeza.
No permitiría que todo acabe. No perdería a otra manada. No perdería a Scott.
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¹ALPHA QUEEN
FanfictionSCOTT MCCALL.| ella no necesitaba ser salvada. necesitaba ser encontrada y apreciada, por exactamente quién era. [libro uno - exotical series] [beta - triskele awards]