Capítulo 3.

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-SAM-

En cuanto Dean llegó a la habitación del motel, Sam le contó todo lo que le había contado Bobby: la entrada al Infierno, los demonios saliendo de ella y hasta el grito que había escuchado de su nombre detrás de la línea. Poco a poco, Dean iba abriendo la boca más y más. Miraron en la página web del periódico local, en la sección de meteorología y en “última hora” algunos presagios sobre posesión demoníaca. Apenas tuvieron suerte, sólo encontraron información de cosas que ya sabían por experiencia (cambios drásticos en la meteorología entorno al pueblo, desapariciones sospechosas…) aunque algo les llamó la atención: una imagen sobre un accidente de lo que parecía ser un camión, un tráiler, furgoneta, lo que sea. Detrás, en el fondo a la izquierda, junto a un árbol, había una figura femenina. Estaba sombreada, pero Sam juraría que era joven, unos 20 años como mucho.

Sam amplió la imagen y miró a Dean.

-¿Demonio?-Preguntó para recibir la opinión de su hermano. No sabía por qué pero se esperaba una respuesta irónica en vez de inteligente.

Dean se arrimó más a Sam y se inclinó hacia delante para observar mejor.

-No lo creo. Algo he oído sobre que los demonios no pueden ser fotografiados. Aunque eso explicaría el que esté la figura difuminada.-Dijo y volvió a echarse hacia atrás.

Vaya. Sam se había quedado de piedra al haber oído esa sapientísima declaración. Ahora dudaba si él hubiese podido llegar a esa conclusión. Le parecía correcta, sin lugar a dudas.

-El periódico es publicado diariamente por Lionel McArthur. Si quieres podemos ir a preguntarle sobre esta figura. Supongo que todas las fotos pasan por sus manos, ¿no?

Dean le miró y asintió.

-Me parece gran idea pero Sam, he tenido una noche…-Dean hizo una sonrisa de lado mientras iba asintiendo.-Bestial. Me tendrías que ver la espalda, llena de arañaz…

-¡DEAN! Es asqueroso.-Dijo Sam y al rato se rió. Fue hacia su maleta y cogió su traje del FBI.- Creo que tenemos trabajo.

Sam y Dean llegaron a las oficinas del periódico vestidos con sus trajes azul marino, camisa blanca y corbatas a juego. En el bolsillo de dentro llevaban sus identificaciones de la policía federal falsas.

Llamaron a la puerta del director Lionel McArthur y esperaron respuesta.

Una mujer con una camisa caqui y una falda a cuadros roja. De su rostro y pelo no se podía decir mucho, llevaba un moño informal y unas gafas de la época pasada.

-¿En qué puedo ayudarles?

Sam y Dean se miraron el uno al otro, carraspearon y sacaron sus placas.

-Agentes Hyman y Cummings, del FBI.- Dijo Dean.

-Nos gustaría hablar con el director de prensa, si es posible.-Dijo Sam poniendo una de sus mejores sonrisas.

-Claro, pasen.

La señorita NoHeDichoMiNombre entró en las oficinas moviendo el culo. Dean bajó la mirada poco a poco desde su fina espalda hasta su culo. Sam miró a Dean y le pilló justo cuando sus ojos se encontraban posados en su destino. Le dio un codazo e hizo una mueca de desaprobación a lo que Dean le correspondió con un fruncimiento de hombros.

Siguieron a lo que parecía ser la secretaría del director (por las pintas más que nada) hasta un escritorio lleno de papeles esparcidos, fotos con todo tipo de figuras naturales y un termo abierto con café.

Detrás de la pantalla, Sam pudo ver a un hombre bajito, desgarbado, con una camisa blanca y una corbata negra con estampado de lazos en amarillo. Sam juraría que, aparte de por el tufillo que le llegaba hasta él, que no había pisado ni su cama ni su ducha.

Dean carraspeó y la señorita que les había traído procedió a presentarles:

-Señor McArthur, tiene visita.-Dijo con un tono amable. Lionel, por otro lado, ni si quiera se dio cuenta de que la señorita le estaba hablando. Volvió a presentarles.-Lionel, si me disculpa… son agentes del FBI…

Subió la cabeza de sus asuntos. Al oír las siglas “FBI”, sus manos comenzaron a temblar. Sus ojos se posaron en los dos hermanos y tragó saliva.

-¿Qué les trae por aquí, agentes?-Preguntó con voz ronca.

-Somos los agentes Cummings y Hyman, del departamento de desapariciones sospechosas del FBI. Nos gustaría hacerle unas cuantas preguntas sobre el periódico que usted publicó ayer. Seremos breves.-Explicó Dean.

-Claro, sin ningún problema.-Lionel McArthur miró a ambos lados.-Karen, ¿podrías dejarnos a solas? Oh, y tráeme un café con mucho azúcar.

-Sí, señor.-Asintió Karen y le echó mano al termo. Se fue caminando con paso preto hasta que desapareció de su vista.

-¿Y bien?-Les señaló unas sillas donde podían sentarse.

Sam y Dean se miraron y se sentaron. Sam sacó el periódico en el que aparecía la foto con la misteriosa figura y se lo mostró.

-¿Podría decirnos dónde se tomó esta foto?

-En Grove Road. A unas manzanas de aquí. ¿Vienen por lo de la desaparición de las muchachas? –Lionel se inclinó en su silla para tener más visión de los dos “agentes”

-Exactamente. Nos gustaría saber quién es esta figura. Nos parece que es una mujer pero tiene una actitud un poco sospechosa, ¿no cree? –Señaló Dean con el dedo. Sam se fijó en los ojos del director de prensa. A estas alturas, sabía identificar bien si alguien mentía o no.

-La verdad es que no tengo ni la más remota idea. Yo solo me dedico a confirmar la información, ver que no haya erratas y que sea adecuada para todos los públicos (mayores, entiéndanme) y lo publico. –Lionel se recostó sobre su silla y cruzó las manos sobre su regazo. Tenía la camiseta demasiado arrugada. ¿Es que este hombre no se ha duchado en media semana? Pensó Sam.

-Ehm… ¿a quién debemos de buscar, entonces? –Dijo Dean. A Dean le gustaban hacer estas cosas. Poner voz de policía profesional y eso.

-Al fotógrafo. –Lionel les entregó una tarjeta de contacto. –No vive lejos de aquí. Su nombre es Carl Von Mitsburg. Vayan con cuidado, no le gusta que le importunen.

-No se preocupe. –Respondió Sam a la vez que estrechaba la mano del director y salía por la puerta del edificio.

What happened in Texas. [Actualizaciones lentas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora