What happened in Texas. [Actualizaciones lentas]

Capítulo 7.

-SAM-

-¿Qué coño hacéis aquí? – Preguntó Dean poniendo su tono autoritario de siempre.

Estaban cerca de la hamburguesería donde la camarera había flirteado con Dean. Poco después de salir del motel, Sam y Dean se encontraron a la caballería Ghostfacers reponiendo fuerzas y grabando más videos estúpidos para su web.

-¡Los Ghostfacers estamos de cacería! – Dijo Harry Spangler alzando las manos.

-¡Ghostfacers! – Gritó la chica e hicieron su pose de grupo. Sam apenas recordaba los nombres de todos los miembros de ese grupo salvo el de los dos líderes: Harry y Ed. Sabía que se acordaba de ellos por las ganas de pegarles en la cara a cada uno.

-Vais a sacar vuestro apestoso culo cotilla ahora mismo u os juro que este machete acabará dentro de uno de vosotros. – Dean parecía bastante harto de estos chicos. Sam pensó que ahora merecía la pena haberse quedado en el motel viendo el canal erótico tal y como le recomendó su hermano.

-Chicos, no es por ofender ni nada pero esto os viene muy grande. – Sam llevó la delantera en la discusión para intentar calmar la rabia que emanaba del cuerpo de Dean.

-¿Qué te crees? Somos auténticos profesionales. Somos los Ghostfacers. – Ed se cruzó de brazos. – Además, sin nosotros no sabríais a qué os estáis enfrentando.

-Sammy, ¿podemos hablar EN PRIVADO? –

Dean se llevó a Sam hasta el maletero del Impala. Los Ghostfacers se reunieron en su furgoneta tuneada y se dividieron las tareas para cazar al sujeto en cuestión.

-No voy a dejar que estos subnormales vuelvan a jodernos otro caso. Me niego rotundamente.

Sam miró a su hermano y se dio cuenta de cuan enfadado estaba.

-Podríamos pincharles las ruedas. No creo que se atrevan a ir muy lejos sin esa furgoneta. – Sugirió Sam pasándose la mano por el pelo.

Dean le sonrió, cogió la escopeta y fue hasta ellos. Sam suspiró y siguió a su hermano.

-… pero podríamos… -

-Lo sé, pero…-

-No, tiene que ser así porque… -

-Eh, frikis. –Gritó Dean con la escopeta colgando en una mano.

Los Ghostfacers se dieron la vuelta y se sorprendieron al ver el arma que colgaba de su mano.

-Bien, haremos esto: vendréis con nosotros y no pararéis de grabar. Ni un solo instante, ¿estamos?

Los chicos gritaron y juntaron las manos en el centro como un equipo.

Sam miró a Dean con desaprobación. Vale que fueran unos jodidos granos en el culo pero nadie, y cuando es nadie en realidad es TOTALMENTE NADIE, sabía hasta donde podían llegar las bromas de Dean Winchester.

-Ilusos. – Susurró su hermano mayor metiéndose en el Impala.

***

Era media noche y los hermanos Winchester estaban parados en frente de una casa vieja y destartalada. Sam podía oler desde lejos la pudredumbre de aquel lugar y el polvo que provenía de la casa.

Se suponía que deberían haber esperado a los Ghostfacers tal y como habían quedado hacía unas horas. Estaba clarísimo que no iban a llegar. Espero que te sientas satisfecho, pensó Sam.

Antes de salir, Dean se aseguró de rajar bien los neumáticos de la furgoneta cosa que disfrutó como un niño pequeño.

El motor del Impala rugió y siguieron su camino hasta la vieja verja que separaba la casa del camino abandonado.