What happened in Texas. [Actualizaciones lentas]

Capítulo 6.

-BOBBY-

Bobby estaba sentando en la silla de su abarrotado escritorio buscando en sus diarios, libros de hechizos antiguos, libros sobre mitología griega cuando se dio cuenta de que los Winchester no habían llamado desde hace al menos cinco horas y eso le preocupaba locamente. Se recostó en la silla y pasó la mirada por la estantería vieja y mohosa que albergaba cientos de libros sobre esoterismo. Empezó a pensar en Ellen, en Jo y en Kate. Es raro que Bobby no conociese a los cazadores, casi todos se conocían mutuamente quisiesen o no. Una buena ayuda mutua nunca les faltaba. Salvo con los más ariscos como Gordon Walker, mejor no acercarse a él.

Acercó la mano hasta su teléfono móvil y marcó el número del bar de Ellen.

Tardaron un rato en contestar.

-Harvelle's Roadhouse, ¿en qué puedo ayudarte? – Contestó una voz ida, como borracha. Bobby supo quién era al instante: Ash.

-Ash, soy Bobby.

-¿Bobby? ¡Qué pasa tío! Ha pasado mucho tiempo. Algunos de nosotros pensábamos que estabas muerto o que te habías retirado del negocio, ya sabes. –Contestó Ash entre risas.

-Ash, chaval, ¿tienes a Ellen a mano? Es importante. Es sobre… las compañías del negocio. –Bobby siempre hablaba en clave, como muchos otros cazadores. Nadie sabe qué hay detrás de cada línea telefónica. Espectros, fantasmas, demonios fisgones… cualquier cosa. Mejor asegurarse y mantener las precauciones necesarias.

-Claro, tío. –Se oyó un sonido estridente en el auricular del teléfono y Bobby se apartó el teléfono de la oreja. Pudo oír la voz de Ash gritando por encima de la música del bar de carretera para avisar a su amiga Ellen Harvelle. Al rato, se volvió a oír el mismo sonido estridente y una voz femenina pero algo vieja ya contestó.

-¿Bobby?

-¿Ellen? Ellen, por el amor de dios. Dime por qué no has contestado ni a una llamada ni a un maldito mensaje en tu buzón de voz. –El tono de voz de Bobby empezó a subir en una escala del 1 al 100 a medida que iba terminando la frase.

-Ya sabes que yo ya no estoy en ese condenado negocio. No desde que…- La voz de Ellen se apagó antes de terminar la frase.

Bobby mantuvo el silencio. Es lo menos que podía hacer. Su marido, William Harvelle (aunque todos le llamaban Bill), había sido asesinado en un viaje de cacería con John Winchester (el padre de Sam y Dean). Bobby carraspeó e intentó hablar despacio.

-Ellen… sé que no quieres oí hablar de esto pero…

-No, Bobby. No quiero volver a hablar de toda esa mierda, ¿entendido? –Ellen cortó a Bobby mientras este hablaba.

-Es sobre Jo. –Bobby tuvo que mentirle. No era totalmente una mentira pero tuvo que hacerlo si quería que Ellen soltase algo de información sobre el paradero de los cazadores. Aunque ella lo negase, sabía dónde estaba cada uno de ellos ya que la mayoría pasaban por su bar de carretera en Nebraska.

-¿Jo? ¿Qué tiene que ver ella en esto?

-¿Tu hija no ha estado recientemente en Illinois? Dean Winchester vio a una mujer exorcizando a un demonio en un callejón.

-No, Jo ha estado aquí todos los días. Está castigada además. Supongo que será alguna cazadora, conozco a unas cuantas.

-¿Crees que puede ser Kate?

Ellen suspiró.

-Bueno… si es Kate más les vale a los Winchester tener cuidado. Yo no me acercaría a ella sin una gran katana, ya sabes. 

Bobby se acarició la barba y abrió bastante los ojos recordando a Kate en sus mejores momentos. Se despidió de Ellen mandando besos también para Ash y Jo y colgó. No quería reconocerlo pero sí, Kate era una de las mejores cazadoras del estado de Texas.