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P.O.V Gumball.

Me tomó algunas noches de hablar con Marshall decidir si era bueno que los dulces ciudadanos supieran que su líder es homosexual. Y no sólo ellos, los demás. Pero ellos lo digieren más fácil. Creo que ya es hora, vemos unas cuantas parejas de iguales andando por la calle, y no veo señal de discriminación. Cuando le dije a Fionna y Cake que Marshall y yo somos pareja, decidí hacer una conferencia. Había muchas cámaras apuntándonos, mandaban en vivo desde el Dulce Reino hasta el Reino de Fuego, Agua, Hielo, Hierba y todo el que tuviera una televisión. Marshall estaba algo ansioso.

Me paré en el pódium, saludé a todos los reinos que me veían cordialmente y dije.

—Debido a mi temor de cómo reaccionarían todos, decidí callarlo durante 6 meses. Pero ahora que me siento libre de decirlo, tengo una confesión que hacer. —Tragué saliva. Tomé la mano de Marshall y la alcé al aire. —El Rey Vampiro y yo, el Dulce Príncipe, estamos en una relación formal.

No sé qué repercusiones tendrá en otros reinos, pero en éste mismo, las entrevistas no acabaron hasta las 10 de la noche que anuncié la hora de dormir. Lo bueno es que no solté la mano de Marshall en todo el día.

—Mañana tendremos más entrevistas, mi rey. ¿cómo te sentiste hoy?

—Por fin podré besarte en la calle, cuando quiera, no sólo allí en el cuarto. Estoy muy emocionado. —Dijo mientras me sonreía, me encanta porque cierta los ojos y le puedo robar un beso.

—Esperemos que los dulces ciudadanos lo vean bien recibido. Todavía estoy preocupado por eso.

—Pues cuando anunciaste nuestra relación, varios se quedaron sorprendidos pero aplaudían y sonreían. Yo creo que se sintieron felices por nosotros.

—Sí, tienes razón.

Fuimos a cenar a "Creme Douce", un restaurante muy prestigioso de mi Dulce Reino para celebrar el día de hoy. Marshall pidió vino tinto, pero nos sobrepasamos un poco con eso, recuerdo llegar al castillo y tirar mis cosas y mi saco al sillón mientras que Marshall... Se imaginarán qué quería esa noche. A la mañana siguiente estábamos pidiéndole perdón al excusado.

Por las mañanas, antes de salir del cuarto, siempre nos quedamos hablando en la cama para reírnos un rato y distraernos de lo que tenemos que hacer. Pero este día era de descanso, por fin podemos sale agarrados de la mano sin importar que Pan de Canela y Mentita nos vean en bóxers y despeinados. A ellas sólo les da pena vernos así y se tapan los ojos.

Mentita siempre me ofrecía el desayuno individual, ahora es para dos.

Los quiere, Marcy. 💕

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⏰ Última actualización: Sep 23, 2017 ⏰

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