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Corregido.
A Usui le caía bien Yuri, tenía un carácter difícil y grosero lo cual le intrigaba, además de que era la primer persona que conocía así, orgulloso de quien es, que confía ciegamente en lo que hace y no como ella que dudaba por cualquier cosa. Algo que no la dejaba en paz era el miedo constante de lo que pensaría Yuri de ella, quería dar una buena impresión y no repetir el mismo error que el primer día que conoció al otro Yuuri. Odiaba las etiquetas que usaban en ella; "enferma" "anorexica" "traumada" "trastornada". Ella quería hacerles entender que era más que eso, pero lo intentó tanto que se cansó, pero cuando conoció a Yuri quiso experimentar y ver si era el montón de etiquetas que le daban o era algo más. Su meta ahora era conseguir hacerse amiga del chico y ver si podía darse cuenta de quien era.
Ese día tenía terapia, pero la verdad no le gustaba mucho, solo se sentaba a decir mentiras y a fingir que todo iba bien, sin embargo algo cambió en esa sesión, ella le preguntó al terapeuta que como le hacia para conocer más a alguien.
- Por como eres, te recomiendo ser directa, escribe el mensaje o lo que quieras decirle y déjalo salir sin pensarlo de más. Si te rechaza no le des importancia. - No le caía bien el doctor por su rudeza al hablar y por ello nunca le hacia caso, no obstante quiso hacerlo por primera vez (y tal vez la única en su vida)
Cuando iba de vuelta a su hogar se dio cuenta de lo pequeño y cerrado que era el pueblo donde residía. La ventaja o desventaja de vivir ahí (en un pueblo medio olvidado de Japón), era que por obviedad no había casi nada para tratar problemas como el suyo. Ella se forzaba a pensar que estaba bien y que lograría comer bien otra vez, pues había llegado a su meta hace un par de meses, pero ya no veía a la comida como lo que era y eso le estaba trayendo más problemas que no sabía como solucionar además de intentar mejorar un poco por la gente que la estaba cuidando.
...
Escribió el mensaje de golpe lo envió sin mirar y espero la respuesta.
Hoy, después de tu práctica salgamos.
Dejo su teléfono encima de su cama y ella solo se abrazó a si misma intentando calmar los nervios, la verdad no esperaba que el rubio le diera su número, fue divertida la manera en que se lo dio, le dijo estúpida y procedió a quitarle el teléfono de sus manos y registrar su número. Cuando sonó el tono de notificación cogió rápidamente el teléfono y decidido no contestar, pronto otro mensaje apareció en la pantalla.
¿Para que?
√√ Visto.
¡Si me utilizas para quemar calorías te mueres imbécil!
Riéndose un poco ante el mensaje le contesto de manera simple y se dedico a terminar sus deberes.
