3:
Paris y yo caminábamos hombro contra hombro, mientras disfrutábamos de nuestro delicioso y no engordante smoothie de mango. Nuevo día, nueva suerte, como siempre decían. Disfrutábamos de nuestro segundo descanso de diez minutos, mientras nos dirigíamos hacía el curso que nos tocaba en el segundo piso.
"Esto es delicioso" Dijó mientras tomaba el último sorbo de su smoothie.
o ni siquiera llevaba la mitad del mío, y ella ya estaba tirando su envase vacío al cesto de la basura. Esta chica sí que era rápida. Pero tenía razón, el smoothie estaba realmente delicioso, pero por alguna razón mi apetito se fue en unos segundos.
"¿Quieres el mío?" Le pregunté mientras le ofrecía mi smoothie a medio comer.
Sus grandes ojos cafés viajaron hasta el vaso, el cual mantuve frente a ella, mientras alargaba el brazo para que lo sostuviera.
"¿Ya no quieres beberle un poco más?" Su voz insistía en que lo terminara, pero estaba segura que ella se moría de ganas de acepar mi smoothie.
"Tómalo" Le sonreí.
"Oh, gracias" Dijo mientras dejaba salir un gritito de alegría. Quitó el vaso de mis manos y comenzó a devorarlo, sonreí.
Pero entes de que llegáramos a las escaleras, mi amiga, de repente chocó y derramó todo su bebida sobre un... ¿!sobre chico!? Reconocí su mochila por la mera en la que la llevaba colgada sobre su hombro, obligué a mis ojos a no enfocarlos en su cara. Sin embargo, lo hice, y me arrepentí justo en ese instante de verlo a los ojos. Su mirada era obscura e intimidatoria mientras miraba a su ahora arruinada camiseta azul celeste.
Mierda, mierda y más mierda. El chico al que Paris le había derramado toda la bebida, era uno de los chicos que el viernes pasado había visto robar la tienda. Afortunadamente no era el chico de ojos verdes.
“¡Mierda!” Gritó, mientras trataba de limpiar su camiseta, pero no sirvió de mucho, la mancha seguía allí.
“Oh dos mío” Habló Paris. “Lo lamento tanto, en serio” Dijo mientras llevaba sus palmas de las manos hacía la camiseta del chico, y trataba de limpiar el desastre que había ocasionado. Pero fue inútil, el desastre ya estaba hecho, y solo estaba embarrando más el líquido amarillo sobre la camiseta de él.
Levantó la mirada de su camiseta hacía los ojos de Paris, y por un momento su rostro se suavizo un poco. Pero inmediatamente volvió a tener la obscura sombra en sus azules ojos de nuevo. Para mi suerte, él no me había notado… aún.
“En serio, lo lamento mucho” Paris trató de explicarle al chico que no era su intención derramar su bebida en su camiseta, pero el rostro del chico no cambió de expresión.
Parecía que él quería perforarla con la mirada, cuando sus ojos, de repente se posaron en mí. Su rostro me lo decía todo, agité mi cabeza nerviosamente, haciéndole entender que no había hablado del incidente del viernes pasado.
Ss ojos se posaron sobre los míos, para después, empujarme a mí y a mi amiga, alejándonos del pasillo, para que él pudiera pasar. Me empujó más fuerte que a Paris, así que estaba a punto de caerme sobre mi trasero cuando Paris me tomó entre sus brazos, evitando mi vergonzosa caída.
“Wow” Exclamó mientras lo veía alejarse por el pasillo.
“¿A qué te refieres con ‘wow’?” Pregunté.
“Él… él está bueno” Lo alagó. Mi mandíbula se abrió por completo. Ella estaba alagando al chico que casi me mataba ayer. Él era un criminal, y no quería que mi mejor amiga anduviera tras él. Y menos que tuviera algo con… él.
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The Danger's Eyes || h.s/ tran.
Teen FictionLas reglas son simples, síguelas, y él no las cambiara. Hannah es un libro abierto, no hay duda. Pero... ¿Qué es lo que hubiera pasado si ella no hubiera visto a él y a sus amigos robando esa pequeña tienda en el vecindario de Londres? Entonces...