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—Y... ¿quién dijo 'Te amo' primero? —preguntó Jane.

—Yo —se escuchó de parte de ambos—. ¿Qué? No, yo lo dije primero.

Mire a Ben con una expresión sorprendida. Ahora parecíamos gemelos repitiendo lo que decía el otro.

—Fui yo —respondí.

—Te equivocas princesa, yo lo dije primero —él me miro sonriendo. No tenía intenciones ocultas, así que lo dejé pasar.

[...]

—Yo dije Te amo primero Benjamin... has memoria. —le dije yo mientras dejaba mi bolso sobre el sillón y me quitaba los tacones.

—No, yo lo dije... —él me sujetó de la cintura y plantó un beso en mi cuello, ya se le estaba volviendo costumbre.

Siguió con los besos, dejando suaves caricias en mi abdomen. Me hizo ladear la cabeza, dándole permiso a, muchas cosas.

[...]

Yo dormía en el lado izquierdo de la cama, estaba de espaldas a Ben y él me abraza ligeramente. Lo que paso hace unas horas ya era parte de nuestros recuerdos... solía disfrutar mucho cada vez que estábamos juntos, pero esta vez fue algo especial. Por lo menos yo lo sentí así.

No supe cuando ni en qué momento mis labios se movieron solos, ocasionando que él se alejara de mí. De repente, la calidez que me transmitía su cuerpo ya no estaba.

— ¿Qué sucede? —susurre adormilada. Me cubrí el pecho con las sábanas e intente enfocar mi vista para poder mirarlo fijamente.

—Evie, estabas hablando en, ¿alemán? —yo lo mire extrañada, ¿acaso hablaba dormida?

— ¿Qué? —me pregunte.

—Te juro Evie que estabas hablando un idioma que desconozco.

[...]

Había sido un día movido en el atelier. Evie estaba estresada y no sabía en qué momento explotaría. Además, los últimos días había tenido extremo agotamiento, fatiga y mucho sueño.

Fue justo en su descanso para almorzar que una clienta llego dando los mil y un gritos al cielo alegando que su pedido estaba atrasado y exigía le confeccionaran su vestido inmediatamente.

Ahí, justo ahí. A la princesa le dio un tic nervioso en el ojo y empezó a parlotear palabras que Dizzy pensó no escucharía nuevamente. Era la viva imagen de su madre en un ataque de nervios.

—Evs, ¿te has calmado?

La princesa se dio media vuelta, encontrándose con los ojos temerosos de su protegida. Ella asintió lentamente y camino a su despacho. Busco en aquella caja algún sobre que la distrajera.

Ben le había comentado que había escrito una carta exclusivamente para sus ataques bilingües. Así que eso mismo estaba buscando.

"Ábrela cuando veas que tengo razón"

"Ay, Evie, ¿qué sucedería que estás leyendo esto?

Sea lo que sea, me lo contaras cuando nos veamos.

Es raro estar haciendo el amor con tu novia y que de repente ella empiece a gemir palabras en alemán. Supongo que es por influencia de tu madre."

Ella suspiró, supuso que sus orígenes estaban bastante arraigados. Y que a pesar de ser el inglés su lengua madre, el idioma que dominaba su madre afectaba su hemisferio izquierdo de vez en cuando.

"La primera vez que te lo mencioné me miraste como si hubiera salido del País de las Maravillas. Pero yo te insistí, sin embargo, mira quien está leyendo esto..."

Aún recordaba su infancia en la isla. Y las clases de postura a las que se vio obligada a asistir. Su madre, sentada en una esquina, con una batuta en su mano, dictándole los pasos del vals en aquel idioma, uno a uno, y cada vez que se equivocaba comenzaba a gritarle o en el peor de los casos la agredía con ayuda de la batuta. Su hija debía ser perfecta en todos los sentidos, quería que ella resaltara. Que fuera cada el mejor de los partidos.

La carta fue corta. Se rió por la ironía de la situación...

Escuchó unos golpes en la puerta.

— ¿Sí? ¡Pase!

—Dizzy me llamó —Evie lo miró confundida—. Dijo que habías tenido una crisis, que por un momento te viste igual a... tu madre.

—Oh, eso no es problema, me pasa siempre. Son los genes de Grimhilde. —ella bromeó—. Es solo que... no me sucedía desde que estaba en la isla.

—Supongo que a ti también te afectó.

—Es el paso Ben, no quiero recordar nada de lo que viví allá. Solo, debemos preocuparnos por los nuevos estudiantes que el hada madrina iniciara en 'Bondad Correctiva' —pronunció las últimas con pesadez, aquella clase era la más aburrida en todo Auradon Prep.

El rey dejo escapar su risa y le dio un beso en los labios a su novia. Debía apoyarla, solo así ella le diría que le sucedía. Esa semana, habían pasado de discutir quien dijo 'Te amo' primero y la culminaban con un ataque nervioso.

Open It When...  ►TERMINADA◄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora