Open It When... ►TERMINADA◄

[17]

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Aquella princesa le había dado rienda suelta a su protegida mientras estaba ensimismada en aquel vestido que había soñado. No se detendría hasta confeccionarlo completamente.

Dizzy Tremaine estaba emocionada, su potencial estaba siendo explotado después de todo.

El joven rey había decidido hacerle una pequeña visita a su novia, pero cuando entro a su despacho, se llevo una sorpresa al ver que ella no notó su presencia. Se quedo unos instantes contemplándola, estaba sumamente concentrada cosiendo a mano el bordado de una de las mangas; adoraba ver su ceño fruncido cuando el patrón cambiaba de rumbo, o como suspiraba con pesadez cuando el hilo se enredaba.

Pero un chillido de parte de ella lo alarmó, se había pinchado con la aguja, Evie tenía la mala costumbre de coser sin dedal. Se llevo el dedo a la boca, intentando hacer presión para que no saliera sangre.

—Más vale que ese alfiler no esté hechizado —comentó él acercándose a ella y depositando un beso en su mejilla, Evie espabiló, estaba tan centrada que no lo escuchó al entrar—. Aunque, bueno, no me molestaría tener que despertarte con, algo más que un beso, princesa.

Evie se sonrojó, una sonrisa boba se apoderó de su cara.

—Benjamín, no digas tonterías.

Se dio la vuelta para encararlo, este estaba apoyado sobre su escritorio fingiendo revisar una revista de moda, ¿qué cómo lo supo? La revista estaba al revés.

—Ben, creo que ese artículo no fue diseñado para ti, amor. —se burló—. Lindo, ¿hace cuanto estás aquí?

—Lo suficiente como para escucharte maldecir a esa aguja un par de veces...

Evie le dio una mirada de soslayo, había llegado hace bastante, entonces.

—Vine para hacerte compañía, me escape un rato de mi oficina y, quería comentarte algo.

—Bueno —le dio un beso en los labios—. Soy toda oídos.

—Estuve investigando acerca de tu última carta y, creo que todo evidencia a alguien —le dijo él, tratando de omitir nombres. Evie supo en ese instante de quién se trataba.

—No, Ben, no me estás hablando en serio.

—E, ¿quién más podría ser? Tú no te vas y de la noche a la mañana regresas como si nada hubiera pasado, ¿oh, sí?

—Pero, Bestita, esto, debe de tener una explicación. No, me niego a creerlo. Ella sigue siendo mi amiga y, todos somos inocentes hasta demostrar lo contrario. Además. ¿Qué razón tendría para hacerlo?

—Pero, Evie—

—Ben, estás actuando de la misma manera que lo hiciste cuando tú y yo nos conocimos, eso no es justo.

—Bien, no diré nada más al respecto. Piensa lo que quieras —dijo él, bufando. Evie noto que estaba tenso, eso le dio una idea.

Se acercó para acariciar el dorso de su mano y luego entrelazar sus dedos.

—Hey... —comenzó ella, para llamar su atención—. Te amo, y confío en ti ciegamente, ¿vale? No estás solo. Es que, yo, yo sólo, dame un poco de tiempo, yo, necesito acostumbrarme —juntaron su frentes, y cerraron los ojos mutuamente, mesclando sus respiraciones y aspirando el aroma del otro. Se dieron un lento y dulce beso, de esos que transmitían todos los sentimientos—. Anda, Jane debe estar preguntándose por ti.

Ben, refunfuñó, casi parecía un perrito regañado que no quería obedecer.

—Si lo haces prometo quedarme contigo esta noche en el castillo —Ben sonrió, y le dio un pequeño beso en la nariz, cosa que la hizo reír.

—Nos vemos esta noche, princesa.

[...]

Evie caminaba por Auradon Prep, Dizzy había ido a visitar a su primo y estos fueron a la cafetería. Mientras ella prefirió pasear por aquellos pasillos que le traían tantos recuerdos.

Se encontró con la persona indicada, vestía un short de púas y una blusa con un escote demasiado revelador para gusto del Hada Madrina. Una sonrisa curvaba sus labios, y masticaba como de costumbre un chicle con sabor artificial a fresas.

—Mal.

—Evie —un escalofrío recorrió su cuerpo, era la primera vez que hablaban desde que ella volvió de la isla—. Que gusto verte amiga, sabes, quería preguntarte algo.

La princesa sonrió, parecía inofensiva. Definitivamente Ben podía haberse equivocado. Asintió, dándole una señal para que hablara.

—Estás muy linda por cierto, esto del noviazgo te hacer ver deslumbrante, imagínate con un embarazo, te verías radiante —exclamó la otra con admiración. Y de nuevo el tema del embarazo... pensó la princesa—. Bueno, tengo una pequeña inquietud... espero que esto no te suene tonto, o creas que estoy paranoica, pero, ¿por qué hay un guardia siguiéndome todo el santo día?

Evie frunció el ceño con molestia—. Un, guardia... ¿eh? Pues, debe ser error de ubicación, sabes, a veces se confunden con, sus tareas. Yo me encargaré de que dejen de vigilarte, M.

[...]

Esa noche Evie se adentró en la habitación, el rey estaba descansando plácidamente sobre su cama. Se veía tan adorable que.

No, Evie, no caigas. Se regañó mentalmente.

—Ábrelo si quieres vivir —le advirtió ella antes de salir, entregándole un nuevo sobre color rojo vivo, a Ben. Que portaba la misma frase con la que ella llamó su atención.

"Un guardia, Benjamín, ¿un puto guardia?

Me abstengo de gritarte un sinnúmero de barbaridades. ¡Eres un idiota desconfiado!

Ah, y creías que no me iba a enterar... creías, pues no. Evie Queen se entera de todo o no es Evie Queen. ¿Me entendiste?

Estoy tan, tan, pero tan molesta contigo que. Sabes, lo diré.

Estaba nerviosa porque tú me habías pedido vivir contigo en el castillo, y yo no sabía si aceptar porque no quería dejar sola a Dizz. Pero ahora que sabía que Anthony vendría, no veía impedimento. Pensé que ese sería el siguiente paso en nuestra relación, pero veo que no estoy lista, ni tú tampoco.

Es más, ni siquiera sé porqué te estoy escribiendo esto. Al fin y al cabo.

Una muy indignada, Evie Queen."

Ben suspiró, no entendía que había hecho mal. No creía haberse equivocado, pero al parecer la lógica femenina era mucho más compleja de lo que él pensaba.

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¡Al fin! He logrado actualizar... ignoren el vídeo en multimedia, yo solo quería compartir mi emoción por la T2 de MLB. Y, ¡santa madre del cataclismo! Escuche ronronear a mi gatito, pero todavía me deben la escena del balcón. Aunque 'Riposte'  tiene buena pinta... y Kagami se parece a Brigette.

¿Les gusta la nueva portada? Esa belleza es obra @ambarsimonetti en Instagram.