Capítulo 21

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Aunque nadie procesaba lo que acababa de pasar, tuvieron que continuar. 
-Vaya, me quedé sin empleo, ya que yo cuidaba del noveno universo. Podré descansar. -a Gine se le puso la piel de gallina al notar la malvada sonrisa que asomaba en el rostro de ese ángel. Buscó con la mirada a Bardock que parecía no asimilar aún que un universo completo dejó de existir de la noche a la mañana. 

-Sigamos o Zeno-sama se aburrirá. -Dijo el Kaioshin. 

Las peleas siguieron su curso, Bardock se encontraba peleando contra Bottamo. El era participante del universo 6 y parecía un oso amarillo gordo. Los golpes del saiyajin no daban resultado. 

-Lo siento, hermano. Pero como ves, tus golpes no son nada contra Bottamo. -alardeó Champa desde las gradas. Ante esto, Bardock agarró a su rival por el antebrazo, tratando de tirarlo. 

-No lo intentes viejo. No vas a conseguir tirarme. 

-Lo supuse. -de un gesto rápido cogió los brazos del contrario y los ató como si de un lazo se tratase. Luego lo cogió y se acercó al filo del campo. Cuando veía la victoria fue atacado por la espalda. Era una máquina denominada Magetta. -Maldita sea, ¿y tu de dónde saliste trozo de metal? -Ahora la cosa se puso difícil. 

-¡Viejo! ¡Insultalo, es muy sensible! -gritó Bills.

-¡Chatarra! ¡Basura! ¡Muñeco de hojalata hueca! -aún así fue advertido de que ese robot había superado su debilidad, los insultos. Bottamo se subió a Magetta, comenzando a atacar juntos. -¡Solo le estas tapando los oídos! ¡Quita bola de grasa! -gritó para después estampar su puño en la cara de Bottamo. Los dos lanzaron puñetazos al cuerpo de Bardock. Aunque este los esquivaba eran demasiado rápidos si estaban juntos. El robot lanzó fuego proveniente de su boca. El regordete lanzaba ataques de ki tan rápido como su cuerpo se lo permitía. En un momento de distracción Bardock los esquivó, ellos no se dieron cuenta de que estaban al filo del ring y cayeron. El saiyajin se teletransportó junto a su esposa, cogiéndola en brazos justo a tiempo para que no cayera. -Vamos Gine, sería un desperdicio si cayeses por una tontería. 

-Gracias, cariño. -fue bajada al suelo con suma delicadeza. La hermosa mujer había tirado a 5 rivales del ring y aún así no estaba cansada, llevándose la admiración de muchos y entre ellos la de su marido.  Ambos miraron al enemigo. Era otro zorro igual a los hermanos, proveniente del universo 4, Majora. Era ciego, pero sus movimientos eran muy precisos, se guiaba por su fino oído. 

-Vamos, ataquemos juntos. -en su mano hizo una esfera color azul, que fue pasando con Gine, confundiendo a Majora y haciendo que pierda el equilibrio por un momento. La esfera se fue agrandando hasta que impactó contra el delgado cuerpo del ciego.  Este cayó, y Bardock aprovechó para atacar. Sus movimientos eran hábiles, casi no notaba los golpes del Saiyajin que a medida que el tiempo pasaba se ponía más furioso.

-Como ves, mi vista quedó en el olvido hace tiempo, pero no por eso soy débil. -de un golpe en la cara lanzó a Bardock contra una roca, estaba dispuesto a atacar otra vez. Se vio frenado por la saiyan hembra, que no permitió que golpease a su marido y lo mandó lejos de un puñetazo. Ahora los dos sin bajar la guardia pensaron que hacer con ese inteligente enemigo. 

-Si los golpes no te afectan, entonces toma. -Goku apareció de la nada quitándose una de sus botas y lanzandola a Majora. Tan horroroso era el olor que el zorro se olvidó que estaba luchando.  Bardock lo lanzó fuera de la pista, quedando los tres solos tomando un respiro. 

𝐓𝟐. 𝐁𝐚𝐫𝐝𝐨𝐜𝐤 𝐲 𝐆𝐢𝐧𝐞 • 𝐮𝐧 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐝𝐞 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora