𝐓𝟐. 𝐁𝐚𝐫𝐝𝐨𝐜𝐤 𝐲 𝐆𝐢𝐧𝐞 • 𝐮𝐧 𝐚𝐦𝐨𝐫 𝐝𝐞 𝐯𝐞𝐫𝐝𝐚𝐝

Capítulo 6

Es así como,  entre todos pensaron la posibilidad de revivir a Raditz,  pero Gine negó esa posibilidad rotundamente. 
-No se hará eso- exclamó preocupada.- mi hijo Raditz cambió de personalidad,  era frívolo y no estoy totalmente segura de que cambie a estas alturas,  ¿y si hace algo malo contigo, Goku?
-El dragón poco a poco se impacientaba. -Se acaba el tiempo.
Todos se miraban con la duda sembrada en sus mentes, finalmente Bardock se decidió y dio un paso al frente,  imponiendo su decisión.
-Revive a mi hijo Raditz.
-Eso es fácil- Rápidamente sus ojos rojos se iluminaron fuertemente,  creando una luz en el suelo que se fue dispersando hasta dar a relucir la larga cabellera de Raditz,  su ancha y fuerte musculatura y su expresión sorprendida de volver a ver a sus padres,  los cuáles daba por muertos.
Las bolas de dragón se iluminaron con un suave brillo mientras se dispersaban por distintas partes del mundo.  Fueron largos los minutos en los que los oscuros ojos de Bardock observaban los de su hijo, sus ojos llenos de dureza y regaño hizo sentir nuevas emociones a Raditz,  quien rápidamente giro sobre sus talones para ver a su madre.  La hembra abrazaba contra su pecho a la pequeña Note,  la pequeña sentía un gran nudo en el cerebro que la impedía pensar con claridad quien sería ese hombre musculoso que la miraba con sorpresa.
-Finalmente, el mayor de los hermanos habló- yo...
-Bardock no dejó que se acercara ni que dijera una palabra más. -arrepiéntete, lo que hiciste me decepcionó mucho Raditz. Los hermanos están para cuidarse unos a otros no para matarse entre ellos. 
Su tono autoritario mandó sobre su hijo el arrepentimiento que sintió justo antes de morir junto a su hermano. Goku,  ajeno a lo que lo rodeaba llevó su mano a su alborotado pelo,  para después sonreír a su hermano mayor. Ambos se disculparon, rememoraron la pelea, y fue recordada como una vieja anécdota. Raditz pudo conocer a su nueva hermana, la pequeña pronto se rió de el por su larga cabellera y le tomó mucho aprecio. Al igual que ella, el saiyajin se consternó con la ternura e inocencia que ella irradiaba. Conoció a los demás amigos de la familia y Beat fue aceptado como uno más después de contar que no tenía familia