Silencio... oscuridad...es todo lo que me rodea ahora mismo ¿Dónde estoy?, ¿qué ha pasado? No recuerdo nada. Me encuentro flotando en un vacío, siento que estoy subiendo...muy suavemente, y a medida que lo hago voy perdiendo más fuerzas.
Veo algo, al fondo...es una luz, ¿Debería dirigirme a ella? ¿Acaso es que estoy muerto? Desde luego lo último que quiero es morir, me quedo quieto, aquí estaré seguro. Pero a esa luz le da igual lo que piense, ella se movía hacia mi, conforme se acercaba se hacía más pequeña, y al tenerla prácticamente al lado me di cuenta de que emitía un tenue brillo verde.
¿Qué quieres de mí?- Pregunté asustado.
El ente se quedó quieto y en un abrir y cerrar de ojos hizo un movimiento instantáneo para posarse sobre mi pecho. Me encontraba paralizado del miedo.
-¡No quiero morir!- Grité con miedo
En aquel instante, como si mi grito le fuera asustado, se metió dentro de mi bruscamente, sentía como me crujían cada uno de mis huesos, se movía furiosa en mi interior mientras yo lloraba de dolor...paró.
Miré mi brazo, mis venas resaltaban a la vista, eran de un color verde oscuro, mi cuerpo desprendía la misma luz que aquella luminosa criatura que me atacó, el brillo se convirtió en partículas que flotaban en el vacío de aquel limbo fusionándose con mis anteriores lágrimas de sufrimiento. Estaba agotado, tanto dolor me hizo sudar y entonces, pasó lo inesperado...
Como si la gravedad se fuera apoderado de aquella oscuridad, caí de pronto en ese abismo sin fin, intentaba flotar otra vez pero no podía, intentaba recordar, pero tampoco.
Sigo cayendo, han pasado minutos pero para mi eran una eternidad, me di la vuelta para ver si existía fondo, con miedo de tocar el suelo de boca, aunque bueno... Sea como sea que caiga, no creo que sobreviva.
Veía suelo, allí estaba, mi muerte, aún sin verlo, sentía como se acercaba a mi.
El aterrizaje hizo que mi cuerpo dejara de sentir.