¡Bienvenido Charlie!

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Solamente unos segundos bastaron para que tanto Sam, Scarlett y yo volteáramos a vernos y así entender que éste chico era el reemplazo perfecto de Dean. Tenía una conexión total con el instrumento, dominaba a la perfección todas y cada una de las partes que lo componían, además de proyectar una energía y felicidad al momento de tocar, la cual contagiaba a cualquiera que se encontrara cerca de él. No cabía la menor duda, habíamos encontrado oro y era momento de hablar con el chico para indicarles cuáles eran nuestros planes con él.

Cuando terminó su presentación los tres aplaudimos al unísono para indicarle que nos había encantado lo que había hecho. El chico sudaba un poco, así que se levantó y salió del lugar en el que se encontraba, tras de la batería, para acercarse a nosotros.

— ¿Y bien? ¿Qué piensan? — Nos preguntaba, mientras limpiaba el sudor de su frente con su antebrazo.

— Pensamos que eres una maldita maravilla, Charlie. Sabía que eras bueno, pero demonios, eres mucho más que eso. Nos dejaste sin palabras. — Le respondía, de una manera muy efusiva, Scarlett. El chico se sonrojaba y sonreía mientras escuchaba esas palabras.

— Es verdad, Guile, eres demasiado bueno. No dudamos que puedas aprender todo lo que Dean ya conocía. Aunque, creo que Sam es quien debería decirte el por qué estás aquí. — Le mencionaba. Al escuchar lo último, el chico volteó la mirada para observar a Sam quien se encontraba en medio de ambos.

— Verás... Tenemos la oportunidad de firmar con una disquera. Hace algunos meses nos presentamos en un bar y en el lugar había un representante quien, posteriormente, se comunicó conmigo para indicarme que nuestra música había sido de su completo agrado. Me mencionó que si aceptábamos tendríamos una presentación directamente en la disquera para la que él labora con algunos cuantos de los directivos de la misma. El inconveniente aquí fue que nuestro antiguo baterista entró en pánico y no pudo continuar con nosotros, es esa la razón por la que necesitamos con gran urgencia un reemplazo para este muchacho ya que dicha presentación será en menos de 15 días; tenemos el tiempo contado para poder ensayar y para que tú puedas aprender todo lo que nuestro antiguo compañero ya sabía. ¿Crees poder hacerlo? — Le preguntaba Sam a Charlie, quien no atinaba a muchas de las cosas que se le acababan de mencionar.

— Déjame comprender algo. ¿Me están pidiendo que supla a su antiguo baterista, debido a que pueden firmar con una disquera, siendo yo un completo desconocido? — Le mencionaba a Sam mientras se acercaba un poco a nosotros, quedando frente a mí con sus brazos cruzados.

— Exactamente eso, podemos comprender si no deseas hacerlo. — Pero el chico ni siquiera le permitió terminar de hablar cuando ya lo había interrumpido.

— ¡Claro que acepto! Estaría loco si no lo hiciera. Es una oportunidad enorme y puedo asegurarte que no tienen de que preocuparse, no los voy a defraudar. No puedo negar que será bastante difícil aprender algo que ya una persona conocía a la perfección, sin embargo, haré mi mejor esfuerzo para poder permanecer dentro de este proyecto.

El chico se encontraba por demás emocionado, así que Sam le entregó las partituras que había dejado Dean para que pudiera comenzar a ensayar y trabajar en ellas. No podía negar que era un tanto triste saber que nuestro bastante extraño amigo ya no estaría con nosotros, aunque por otro lado, entendía que él no deseaba esto como un plan de vida, por lo que no me quedó más que aceptar la situación y entender que debíamos esforzarnos aún más para que tanto trabajo a través de los años rindiera frutos.

— Bueno, nos veremos aquí en dos días para ensayar juntos y afinar algunas cuantas cosas. Igualmente he estado escribiendo una nueva canción, en la noche les enviaré a los tres lo que tengo para que puedan echarle un vistazo y darme su opinión. Mientras tanto vayan a sus casas a ensayar, ya que tenemos que sorprender a todos ese día.

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