Coincidencia

No puedo evitarlo.

Scarlett salió corriendo del lugar y Sam tras de ella para detenerla, la chica estaba en verdad molesta por lo que acababa de observar y comprendía perfectamente su enojo. Yo aún no atinaba lo que acababa de hacer, de aceptar por parte de Charlie, sin embargo, algo me obligaba a mantenerme abrazado al muchacho. Por su parte, Charlie continuaba buscando mis labios, a lo cual yo le daba una negativa y simplemente me recostaba en su pecho mientras él presionaba su cuerpo contra el mío. Puedo decir que había sido uno de los mejores besos que me habían dado, después de los de Matt, pero además de eso había algo que me mantenía ahí, la calidez con la que Charlie lo había hecho.

No había sido un beso cualquiera, fue como ese primer beso que me robó Matt minutos antes de encontrarse con su novia de aquel entonces. Lamentablemente yo me sentí lastimado, usado en aquel momento, por lo que indirectamente dejé de lado el mismo. Ahora, Charlie era el hombre que lograba que me olvidara de todo y sólo pudiera pensar en él, en sus labios, en su cuerpo. Pero no podía tapar el sol con un dedo, sabía lo que había hecho. Había engañado a Matthew Wilchs y no opuse siquiera la menor resistencia para hacerlo.

— ¿Quieres quedarte más tiempo? — Me preguntaba el chico mientras me observaba a los ojos.

— No, vámonos por favor. — Al fin solté al muchacho y comencé a abrirme camino entre el mar de gente que había a nuestro alrededor mientras Charlie seguía mis pasos de cerca.

Al encontrarnos en la calle intenté buscar en los alrededores a nuestro par de amigos pero no pude verlos, tal parecía que Scarlett se había ido y Sam junto con ella. No atinaba en pensar en algo que pudiera decirle a la chica sobre lo que había sucedido, me había dejado llevar por la situación y todo se había salido de control. Deseaba comunicarme con cualquiera de los dos, pero sabía que lo único que encontraría serían negativas por parte de ambos; bien merecido me lo tendría realmente. Opté por ya no pensar en ello y mejor me preocupé en considerar qué haría para decirle a Matthew que había cometido un enorme error con la persona que él había despreciado desde el instante en que lo conoció.

— Te ofrezco una disculpa, lo que hice estuvo muy mal. Sabía perfectamente que tienes pareja y aún así no me importó seducirte a sabiendas de lo que podía lograr. Sé que no me merezco tú perdón, pero desearía que pudieras considerarlo. — El chico sonaba totalmente convincente con todo lo que me mencionaba, su error había sido que llamé su atención y eso es algo que no iba a poder evitar.

— No tienes que disculparte, también fue mi culpa por permitir que todo ello continuara. Aunque si me perdonas, creo que fueron demasiadas cosas para un solo día y deseo irme a casa.

— ¿Me permites acompañarte? No deseo que camines por las calles solo. — Me observó a los ojos suplicándome que le permitiera hacerlo.

— Claro, puedes acompañarme.

Comenzamos a caminar y atravesar una calle tras otra. El silencio reinó entre nosotros y ninguno atinaba a decir alguna palabra para romper el hielo, podía observar cómo me volteaba a ver en ocasiones, con melancolía totalmente reflejada en su rostro, mientras caminaba con sus manos metidas en los bolsillos. Aunque habíamos cometido un grave error el chico no había tenido la culpa de lo sucedido. Charlie simplemente se había dejado llevar por lo que deseaba y en ningún momento le impuse un alto, lo cual le dio la total entrada de continuar. No deseaba verlo así por lo que lo detuve tomándolo por el brazo.

— Mira, yo también tuve la culpa, no te agobies pensando que tú eres el único responsable, amigo.

— Yo sabía... — Suspiró. — Yo sabía que tenías pareja y aún así me propuse a llevarme un beso tuyo esta noche, no estuvo bien. Y acepto si decides dejar de hablarme por ésta total idiotez de mi parte. — Tras decir aquello el chico bajó la mirada, teniendo aún las manos en las bolsas de su pantalón.