Pov_Vampiro
Estábamos ambos en esa habitación solitaria y tibia, él se encontraba aún esposado y yo libre, como debía ser.
—¿Qué era lo que buscabas en el bosque?.. ¿Acaso buscabas a mi gente?
Le pregunté. Mi voz era amenazante, me veía obligado a proteger a los míos... aunque bien, yo era el único ahora. Terminé mi oración para después tomar al joven de la ropa que tenía puesta.
Jalé al ejemplar con fuerza del cuello de su chaqueta, y lo acerqué hacia mi, agachándome para sentir el olor de su dulce sangre fluyendo por sus delicadas venas. Estaba cerca de mí, mi boca y nariz estaban cerca de su cuello, permitiéndome dar una lamida al pedazo de piel que tenía cerca.
Su piel se erizó, podía sentir su miedo llenando todo el cuarto de y al esto suceder, mi interior comenzaba a sentirse ligeramente satisfecho, pues me alimentaba del terror y del sufrimiento ajeno, y aunque empezaba a sentirme increíblemente bien, las ganas que tenía de lastimar a ese ser vivo se hacían mayores.
A medida que sentía como mi interior se encendía en fuego, iba acorralando a mi presa aún más contra esa cama.
Una vez que ese humano se encontraba totalmente vulnerable e inútil contra la fuerza sobrenatural que yo poseía, me apoyé de sus muñecas, agarrando las mismas con fuerza y manteniéndolas en un solo lugar contra el colchón, y al ser mi fuerza tan inmensa, dejaba marcas y cortaba su circulación lentamente. Y, vaya que fueron dos pájaros de un tiro, aunque bien, esta no era mi intención inicial.
Al tenerle inmóvil de la cintura hacia arriba, me di la libertad de comenzar a disfrutar mi festín, o bien, a lo que yo llamaba festín.
Mi lengua podía sentir el dulce y suave contacto que tenía la misma contra su cálida piel, de la cual la inocencia estaba siendo arrebatada lentamente por un sendero de saliva pintado por mí.
— Hueles a derrota.
Le susurré con una media sonrisa llena de lujuria y gula, humillándole frente a mí, pues iba a ser castigado por el inmenso pecado que en mi interior cargaba.
Procedí a morder gentilmente el cuello de ese ser humano, únicamente para molestarle, pues aún no bebería su sangre. Una mordida sensual y "suave" se clavó en su piel, acabando con lamer su dulce cuello mortal inundando con deseo mi mente y cuerpo.
— Tu dolor, lo convertiré en placer.
Mientras decía, mi mano hacía un recorrido en su pecho por encima de su playera de color blanco, acariciándole y guiando mi mano a sus caderas, para seguido de ello, introducir la misma por debajo de su ropa. Mi mano fría se veía altamente contrastada con lo tibia de su piel, haciéndole temblar.
— ¿Será que buscas el castigo?

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Sediento.
Vampiro"Sediento", se basa en una relación interpersonal prohibida legalmente entre un vampiro y un ser humano. La historia se desarrolla en el siglo XIII, en un pueblo de Holanda, llamado Enkhuizen. Es un relación homosexual, cualquier comentario homófob...