Capítulo 3

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- Me alegra verte un viernes Lou, ¿ha sucedido algo con tu cita?

Sintió a la cerveza de la cual bebía bajar por el tubo equivocado. Su cuerpo se incorporó del rincón del sofá en el que se encontraba acurrucado para recuperar el aliento. 

Zayn caminaba tras él con dos cajas de pizza en la mano y golpeó su espalda al pasar mientras soltaba una sonora carcajada.

Liam volteó hacia ellos, todavía con la duda en su rostro.

- Mierda. Liam, ¿de dónde has sacado eso de las citas?

- Bueno -respondió con aquella aura de bondad que lo caracterizaba-, te has perdido cada fin de semana del mes pasado, supuse que estarías viéndote con alguien.

- Estoy tan lejos de las citas como Zayn de superarte a ti, Liam.

Vio a su amigo dejar de reír y luego arrojar el borde de la pizza directo en su rostro.

- Lo que sucede, Li -sonrió un petulante Zayn, recuperándose rápidamente-, es que nuestro querido Lou ha mantenido relaciones sexuales con uno de sus alumnos. Tanto -enfatizó-, que ahora no puede dejar de pensar en él.

Liam abrió sus ojos con horror. Louis no sabía si había sido por su comentario o el de Zayn. Probablemente ambos. 

- ¡Yo no sabía que era mi alumno! -se defendió-. Y tampoco estoy pensando en él, no he sido yo quien sacó a flote esta conversación.

- De acuerdo, entonces no hay nada de qué preocuparse. Sube el volumen del maldito fútbol -protestó Zayn. 

No estaba pensando en él, claro que no lo hacía. 

Así como tampoco lo hizo el resto del fin de semana.

De hecho, ahora tampoco lo estaba haciendo.

Había sido una casualidad. Él sólo salía de su primera clase el lunes por la mañana y definitivamente la presencia de Harry allí, sentado sobre el verde césped del predio institucional, era una completa obra del destino.

Por supuesto que tampoco corría por su cuenta la elección de las aulas, por lo tanto, era otra obra del destino tener que dictar clases justo en frente de donde él estaba.

Y una vez allí, esperando que termine la clase de su colega para dar comienzo a la suya, era algo circunstancial que sus ojos decidan posarse sobre aquel grupo de estudiantes.

Esconderse detrás de unas viejas partituras de piano era un detalle menor. Él sólo quería pasar desapercibido. Ese era su perfil, discreto y... ¡Mierda!... Aquello que Harry tenía en las mejillas eran hoyuelos e iban acompañados por una angelical carcajada.

Sus partituras se bajaron y todo lo que pudo ver fue inocencia, la misma que percibió desde el primer momento en que lo vio.

¿Qué tanto puede esconder una persona detrás de una bonita sonrisa?

Harry escondía una vida y de eso estaba seguro. Era dos realidades en una sola.

¿Cómo el chico de aquel club nocturno, con las experiencias sexuales necesarias para satisfacer a quien quiera que pise ese lugar, podía ser el mismo que tenía frente a sus ojos ahora?

El mismo joven que dialoga alegre en una ronda de chicos sobre el césped de una Universidad. El mismo que peina hacia atrás su flequillo luego de sacudir su cabello y produce una risa en quienes lo rodean con lo que sea que haya comentado. 

El chico que tiene en frente saca un sándwich para compartir antes de darle una mordida y paralelamente ofrece su cuerpo cada noche de su vida; mira sus apuntes e intenta explicar algo que un profesor no logró al igual que deja los libros de lado para complacer a un completo desconocido; se sonroja y agacha la cabeza sin motivo mientras de igual forma debe hacerle frente con aceptación a las maldiciones y los halagos que se le antojen a su cliente.

¿Cómo podía ayudarlo, cómo... mierda, mierda, cómo se distrajo tanto que le permitió atraparlo con la mirada sobre él?

Se recordó a sí mismo inhalar y exhalar, él no estaba cometiendo un delito al contemplarlo. Aquello no significaba nada, cualquiera miraba a cualquiera y una vez más las casualidades saltaban frente a él, porque sin duda la mano de aquel extraño haciéndole notar que ya podía ingresar a dar clases era otra completa circunstancia del destino. Las distracciones también eran de cualquiera, solo surgían, sin ningún significado.

No había nada de qué preocuparse.


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