Capítulo 6

20.6K 1.7K 470
                                    

No había preparado un discurso. Estaba acostumbrado a dar cátedras durante horas y nunca necesitó planear sus palabras. Esta vez, sin embargo, estando frente a Harry en un enorme salón con sólo ellos dos dentro, sintió que no debería haberle pedido que se quede un momento. Por lo menos no sin un monólogo preparado.

Su duda era clara, quería preguntarle acerca de las moradas marcas que teñían sus clavículas. Incluso así, era consciente de no poder simplemente acudir a él y murmurar la incómoda pregunta.

Harry no tendría por qué responder. Después de todo, él tampoco debería preguntar. No estaba seguro por qué lo hacía, pero un sentimiento en su interior difícil de identificar le decía que necesitaba saber. 

Lo miró a los ojos cuando Harry acomodó su garganta. Se hallaba a escasos pies de él, sosteniendo con un brazo la correa de su mochila.

-         ¿Hay algo que necesitas decirme? –preguntó, alzando una ceja con determinada confusión.

-         Y-yo... Sí –carraspeó para quitar el tartamudeo en su voz-. ¿Qué eran esas marcas en tu torso?

Harry abrió sus ojos para luego entrecerrarlos. Lucía dividido entre la sorpresa y el... ¿Enfado?

-         ¿Qué clase de pregunta es esa? -espetó. 

Louis suspiró cruzando sus brazos a la altura del pecho. Estaba seguro que uno de sus clientes las había hecho y por alguna razón eso le molestaba. ¿Por qué habrían de lastimar su cuerpo? No podía encontrar respuestas razonables. Aquello no podía estar bien. 

-         Quiero decir, ¿por qué dejas que hagan eso contigo?

-         ¿Por qué preguntas?

Se encogió de hombros. 

"Porque me enfurece el solo pensarte siendo utilizado por todas aquellas personas", exclamó para sus adentros. Definitivamente no era una respuesta que saldría de su boca.

-         Eres joven y es espeluznante la idea de soportar a distintas personas haciendo cosas sobre ti sin que sean de tu agrado.

-         Tú también has estado ahí.

Harry sonaba enfadado y sus palabras significaron un duro golpe en su pecho. No iba allí por la misma razón que las demás personas, él... Mierda, eso significaba que a Harry tampoco le agradaba lo que él había hecho sobre su cuerpo.

Por una razón desconocida aquello lo entristecía. Se insultó mentalmente, ¿por qué a Harry habría de gustarle lo que uno de sus clientes realizaba con su cuerpo? Y Louis era eso, un cliente más. 

Sintió a la bilis subir por su garganta, quemando todo a su paso. Quisiera o no, él era uno más. Aquella no era su intención, pero aquel sentimiento de afecto hacia Harry, aquella extraña atracción que le impedía alejarse, su deseo de verlo, de conocerlo y protegerlo lo habían llevado a ser uno más. Harry no conocía sus sentimientos, para él Louis tenía las mismas intenciones y propósitos que los demás. 

Louis sentía asco por sí mismo. Se preguntaba si Harry también lo sentía. 

-         Escucha –prosiguió Harry e hizo su cabello hacia atrás antes de hablar-. Es mi trabajo, es de lo que vivo y no me avergüenzo. No es como si alguien me hubiese obligado a estar ahí. Soy mayor de edad y tomo mis propias decisiones. No me arrepiento de esto y no tienes por qué sentir pena por mí, no necesito de un discurso humanitario.

-         Yo no he dicho eso –protestó con un ahogado dolor-. Es sólo que... -movió sus manos señalándose a sí mismo y luego a Harry. Trataba de explicar en gestos lo que no podía decir en palabras. 

-         El hecho de que seas mi profesor no implica que debas hacer algún acto de caridad conmigo. ¿Sabes con cuanta gente de aquí me he topado en aquel lugar? La única diferencia es que ellos tienen ciertos códigos, mantienen sus bocas cerradas y aquí no ha pasado nada. Si les apetece volver y esto les incomoda, simplemente cambian de habitación y problema resuelto. Ellos sólo van a buscar placer, quizá a cumplir algunas de sus fantasías con alguien que no juzgue lo que hacen y finja disfrutarlo tanto como ellos. Eso es todo, de las puertas para afuera no me conocen y yo tampoco los conozco a ellos.

Su tórax se contrajo y fue como si una dura roca impactara contra su abdomen. Allí estaba de nuevo, por un momento él pensó que no había sido el único que disfrutaba sus encuentros, pero Harry acababa de confirmarle por completo que no era así. Era su trabajo y él sólo uno más de aquellos que buscaban un poco del placer que no recibían en casa.

Después de todo, Zayn lo envió allí por aquel motivo, él estaba jodido. Su ex tenía razón. 

Se aferró al escritorio detrás suyo para evitar trastabillar a causa de la debilidad que sus rodillas estaban experimentando. 

-         Olvídate de ello -prosiguió Harry-. Si tu preocupación es el qué dirán, puedes quedarte tranquilo porque yo jamás abriré la boca. Dentro de la universidad eres mi profesor y nada de lo otro tiene sitio aquí –permaneció en silencio, incapaz de revivir su voz. Harry acomodó su mochila y relamió sus labios antes de continuar-. Si no te molesta, debo ir a clase.

Negó, siendo capaz sólo de eso. Harry desapareció por la puerta del lugar y el movimiento le hizo llegar el dulce aroma de su perfume. Cerró los ojos con fuerza al mismo tiempo que se dejaba caer sobre la madera bajo él.

Le llevó un momento poner en movimiento su cuerpo para dirigirse hacia el despacho. Una vez allí, tomó los trabajos que debía corregir y se detuvo a mirarlos sin siquiera leerlos. Estaba ajeno a la realidad en la que se encontraba hasta que Zayn quitó de sus manos los papeles.

-         Anda, larga todo.

Miró a sus ojos e intentó descifrar lo que insinuaba.

-         ¿Qué dices, Zayn?

-         Se dónde estabas anoche, incluso te he dicho que la pases bien. No debes ocultarlo, dime qué tal fue.

-         ¿Qué? –repitió. Recuperó sus hojas y fingió concentración.

Zayn rodó los ojos y volvió a tomar asiento frente a él.

-         ¿Crees que no noto lo que sucede con Harry?

-         No sucede nada.

-         Cuando niegas las cosas con tu intento de voz gruesa significa que estás dándome razón indirectamente–Louis bufó y cogió un nuevo trabajo, simulando haber leído el anterior-. ¿Qué es exactamente lo que sientes por él? -insistió su amigo. 

Se puso en pie molesto, Zayn adoraba jugar con él y en este instante no tenía el humor suficiente para soportarlo.

-         Harry ha sido muy claro diciéndome que debo olvidarme de él y de lo que sucedía entre...En aquel lugar –se corrigió al notar el asomo de sonrisa en los labios de Zayn-. Me habló acerca de lo satisfecho que está con su trabajo de fingir morirse de placer al igual que su cliente. Lo cual deja en claro que aquí no hay lugar a sentimientos, si eso responde a tu pregunta.

-         Me queda claro, pero yo he preguntado por tus sentimientos. Si quisiera saber los de él, no te preguntaría a ti. Entonces, ¿qué clase de sentimientos son los que intentas esconderme, Lou?

-         Vete a la mierda, Zayn.

Cerró la puerta tras él dejando atrás a su amigo y su sonora carcajada. 

Louis sabía que debía haber huido de aquel lugar ni bien puso un pie dentro. Nada de esto estaría pasando si él hubiera escuchado a las alarmas en su cabeza. 



Client | L.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora