Capítulo 10

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Zayn había dicho "iremos al club donde trabaja Harry". Pero luego rio, entonces él se relajó y recostó su cuerpo contra el asiento trasero del auto de su amigo. 

De copiloto iba Niall, quien estaba en su día libre y era la razón por la cuál él se encontraba allí.

Tenía pensada una noche de sábado repleta de cerveza, maní y partidos de fútbol, pero Zayn llegó a su casa en compañía de Niall dos horas después de la prevista. Pidió disculpas y lo invitó a salir. Aceptó porque creyó que pasar tiempo en soledad en su casa lo haría pensar. 

Y porque supuso que su amigo bromeaba con su lugar de salida.

Ahora se encontraba sentado en un taburete, bebiendo un asqueroso trago, mareado por las eléctricas luces rojas y rodeado de hombres dispuestos a pagar las mismas pequeñas fortunas que él pagó más de una vez.

Su mirada seguía fija en Zayn, quien sentado frente a él susurraba palabras al oído de Niall sin prestar atención al odio que brotaba de sus ojos.

Cambió su rostro al de una sonrisa cuando Niall se disculpó con ambos antes de ir al baño. 

-         ¿Puedes repetirme por qué estamos acá? -preguntó, borrando su falsa alegría. 

-         ¿Puedes sonreír con sinceridad al menos? –Louis sonrió, una cínica y petulante sonrisa-. Oh vamos, ¿o me dirás que no mueres por ver a Harry? Te conozco, Tomlinson.

-         ¿Podrías al menos no estar con la boca en el cuello de tu novio todo el tiempo que estemos aquí?

Zayn sonrió, la misma sonrisa victoriosa que esbozaba luego de ganarle en algo.

Sabía en qué le había ganado y estaba completamente jodido.

De nuevo lo tenía todo planeado y sí, se moría por ver a Harry. No era su culpa, él había intentando olvidarse del rizado, pero su amigo parecía querer lo contrario. 

El marcador estaba Zayn 3 – Louis 0.

-         ¿Estás bien, Louis?

La voz de Niall activó sus funciones y lo obligó a que centrar la mirada en él. Dejó ver sus dientes, levantó sus dedos pulgares y volcó la cabeza a un lado. Zayn pateó sus pies bajo la mesa. 

Giró el rostro hacia su amigo con la intención de insultarlo, pero una escena a unos metros de distancia captó su atención.

-         ¿E-ese es Harry? –cuestionó confundido, sorprendido y ¿celoso? 

Los dos chicos frente a él voltearon para fijar la vista en la imagen de un sensual y provocativo Harry restregando su cuerpo sobre una musculosa figura masculina mientras besaba su cuello y se dejaba manosear con completo descaro. Sólo Niall volvió a girar hacia él.

-         Lo es, han cambiado sus funciones por un tiempo.

-         ¿Qué?

-        Ya sabes, algunas veces los clientes se pasan –agitó su mano restando importancia-. Por dos semanas podrá estar fuera del cuarto, sólo deberá hacer piso. Satisfacer lo que se pueda aquí o elevar al punto más alto a estos hombres para que paguen algo bueno con alguien más dentro de los cuartos -explicó al notar su confusión. 

Desde un principio supo cuál era el trabajo de Harry, incluso él había ido allí por eso. No debía sentirse así de enfermo, sin embargo, tenía varios motivos para sentirse enfermo. 

Podía saber qué hacía Harry en su trabajo, pero definitivamente no podía verlo. 

"No soy nadie en tu vida" Le recordó aquella parte coherente  de su cabeza, con una voz muy similar a la de Harry. 

Pero su cabeza podía joderse, todos allí podían hacerlo, incluso Zayn, que gritó su nombre en el instante en que se levantó de su asiento, emprendiendo camino a un Harry completamente distraído guardando dinero en el bolsillo delantero de su desprendida camisa. Llevaba sólo ropa interior por debajo. 

-         De nuevo, ¿por qué permites esto, Harry? -lo abordó. 

Tomó su brazo, separando a Harry del amontonamiento que los rodeaba.

-         ¿Qué? Suéltame -pidió sorprendido. 

-         Responde, hazlo esta vez -suplicó. 

-         Louis, suéltame, no puedes agarrarme aquí, pensarán que me lastimas  –lo recordó frotando sus muñecas la noche anterior-. Podrían sacarte si te ven.

Lo soltó, pasando ambas manos por su alborotado cabello.

-         Bueno, como si eso les importara -ironizó. 

La sorpresa en los verdes ojos pareció extinguirse, dando paso a una oscura furia.

-         ¿Qué es lo que quieres? Ya te he dicho todo.

-         No lo has hecho, no me has dicho por qué haces esto, y quiero la verdad.

Harry pareció dudarlo por un momento, avanzando luego hasta él. Sus labios fruncidos con fuerza. 

-         ¿¡Por qué insistes!? ¿Te importa a ti, acaso?¿Cambiarán en algo las cosas? -espetó entre dientes. 

Pareció gritar, coloreando sus mejillas de un suave color rojo.

-         ¡Sí, sí que me importa! -confesó sentido-. Detesto saber que estás siendo utilizado de esta manera por estas personas. ¿Satisfecho?

Harry se paralizó frente a él, permitiendo que vuelva a tomar posesión de su cuerpo, alejándolos hacia un rincón contra una pared. 

-         Y-yo... Debo trabajar, Louis.

-         Quédate aquí –rogó-. Hablemos, por favor. Pero antes, ¿puedo besarte, Harry?

Lo vio dudar mientras recorría el lugar con la vista, sorprendiéndose luego cuando la calidez de los rosados labios envolvió a los suyos.

Gimió sin separarse. Era un beso, solamente un beso, su piel no tenía por qué temblar y erizarse como lo estaba haciendo.

Cargó a Harry en brazos, desplomándose sobre la hilera de pequeños sillones a un costado de ellos. Las piernas del rizado se ubicaron a cada lado de su cuerpo y sus brazos rodearon su cuello.

Deslizó sus manos sobre la camisa de Harry, asegurándose de tapar completamente su anatomía. Frotó su espalda y terminó por aferrar sus caderas para pegarlo más a él.

Separó sus bocas, tomándose un momento para admirar el tono rosado que volvía a inundar las mejillas de Harry, esta vez no por enfado. Sonrió uniendo sus frentes, deslizando un dedo por la zona del rubor mientras su otra mano trazaba un imaginario patrón en su cintura.

-         Dime que puedes quedarte conmigo lo que resta de la noche. 

Harry asintió, aliviando algo en su interior que hasta ese momento había estado tenso sin que él lo notara. 

Juró que era felicidad aquello que recorrió su cuerpo cuando Harry volvió a darle un beso, sin la necesidad de pedírselo.

----- xx ----- 

Lo siento, es lo mejor que he podido hacer a las 4:10 am. 


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