-Me refiero a, quién eres realmente, no quién te dijo Paulo que fingieras ser -dijo examinándola de arriba a bajo
-¿Donde están mis tíos? -pregunté para que se callara
-En el jardín -contestó sin dejar de mirar a Madison -pasa, Martia -dijo remarcando muy bien el nombre mientras se hacía a un lado
Tenía que hacer un mayor esfuerzo para convencer a esta niña
-Vamos -tomé la mano de Madison y comenzamos a caminar hacia el jardín
-No nos va a creer -dijo Madison en un susurro
La ignoré y continúe caminando hacia el jardín en donde, al salir de la casa, pude ver a mis tíos sentados en una mesa que tenían ahí, mientras leían un libro.
-Hola -dije cuando estuve a su lado
Ambos me voltearon a ver, y se quitaron sus lentes de lectura para ver a Madison.
-Hola -contestó mi tía con el ceño fruncido sin dejar de ver a la ojiverde que me acompañaba
-Quiero presentarles a Martia, es una amiga y la invite a la cena de mañana, espero que no les moleste -dije rápidamente
-Para nada -sonrió mi tío -es un gusto conocerte
Se levantó de su asiento para saludar a Madison, mientras que mi tía solo se quedó en su asiento observándonos con una sonrisa sin mostrar los dientes y el ceño fruncido.
-El gusto es mío -sonrió Madison
-Siéntete como en tu casa, Martia; Paulo, ¿me permites un momento? -dijo mi tía mientras se levantaba -con permiso
Madison asintió, mi tía comenzó a caminar hacia la casa, y yo entré detrás de ella.
-No quiero sonar grosera, ni mucho menos -se recargó en la barra de la cocina -pero, ¿quién es esa chica? Nunca te había oído hablar de ella
-Vive en Italia, es mi vecina, es una muy buena amiga; y por eso mismo, como nunca les había hablado de ella y se me ocurrió invitarla a la cena, pues quería presentárselas antes de mañana -contesté intentando restarle importancia
-Es una chica muy linda -se encogió de hombros -pero hay algo que no me da confianza
-Yo la conozco muy bien, es una buena chica, en serio -tomé una manzana y fui a lavarla
-No dudo que sea buena chica, pero hay algo que me hace no confiar en ella -hizo una mueca
-¿De quién hablan? -preguntó Camila mientras se sentaba en una de las sillas de la barra -esperen, déjenme adivinar...
Sonrío en mi dirección
-No te importa -contesté y le di una mordida a mi manzana
-Paulo -mi tía rodó los ojos -no empiecen a pelear, ya dejémoslo así, solo quería saber quién era, da igual
Concluyó mi tía para hacer unos movimientos raros con sus manos, y salir hacia el jardín mientras murmuraba cosas que no pude descifrar.
-No me digas que mi mamá ya se enteró de que Martia no es Martia en realidad -soltó una pequeña risa mientas enarcaba una ceja
-¿Por qué no quieres aceptar que Martia es real? Digo, hasta la traje de Italia, ¿que otra prueba necesitas? -le di otra mordida a mi manzana, y recargué mis codos en la barra
-¿Y qué pasó con lo que sentías por _______? -frunció el ceño -y decirme que desaparecieron tus sentimientos por ella así de la nada, no es una respuesta válida
-Nunca sentí nada por ella, solo fue una atracción del momento -mentí, claramente
-Ay si -soltó una carcajada -veremos que pasa mañana
Se levantó de la silla y se fue dejándome solo, así que en lugar de quedarme ahí parado como menso, salí al jardín una vez más, en donde Madison ya estaba sentada platicando cómodamente con mis tíos.
(...)
El sábado había llegado, y aquí estaba yo de pie frente a un espejo tratando de arreglarme la corbata de mi traje, detestaba vestir elegante, pero vamos, estarían todos los compañeros de trabajo de mis tíos y era un cena bastante importante, no todos los días están a punto de inaugurar una nueva empresa, así como no todos los días me vestía así; es un pequeño esfuerzo que puedo hacer.
Terminé de arreglarme, me rocíe un poco de perfume y bajé las escaleras, en donde todos los meseros estaban como locos arreglando las mesas en el jardín, y de igual manera, varias señoras arreglaban la casa colocando adornos por aquí y por allá, mientras se daban órdenes las unas a las otras.
Tomé las llaves del auto que estaban en la mesa de la sala, y salí directo hacia el coche de mi tío, pues iba a pasar por Madison, aunque no sin antes escuchar un "no tardes por favor, quiero tenerte aquí antes de que todos los invitados lleguen", por parte de mi tía.
Conduje hasta el hotel y, una vez ahí, estacioné mi auto en el estacionamiento y entré al lobby, me senté en uno de lo sillones color marrón que estaban ahí mientras esperaba a Madi, ya había visto mi mensaje, así que supongo que no tardaría.
Durante los minutos de espera, los cuales parecieron horas a mi gusto, varias personas me reconocieron y me pidieron alguna foto o un autógrafo, cosa que no me molestaba en lo absoluto, de hecho era algo satisfactorio para mi, pues significaba que algo estaba haciendo bien.Después de unos quince minutos, vi que el elevador frente a mi abrió sus puertas, y salió Madison de éste con un vestido negro; debo admitir que se veía bastante bien mientras caminaba en mi dirección.
-Te ves muy bien Madi -dije una vez que estuvo frente a mi y tomé su mano para darle una vuelta, a lo que ella rió
-Tú te ves guapísimo, Paulo -me guiñó un ojo mientras me sonreía, cosa que me causó un extraño escalofrío.
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Chicas, tengo una sorpresa para ustedes, aún no puedo contarles jajaja, después lo sabrán; pero para eso necesito su ayuda, díganme, ¿que canción le gusta más, "Say you won't let go" de James Arthur o "Dusk Till Dawn" de Zayn y Sia?
Espero sus respuestas; gracias por leer.
Les dejo otra foto de Madison:-S🥀
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Roses🥀||Paulo Dybala
FanfictionBien dicen que uno siempre quiere lo que no puede tener; cuanto más lo prohíben, más lo deseas, y eso es lo que me pasa con ella. Simplemente no puedo dejar de pensarla, aún sabiendo que nunca será mía. -🥀