Roses🥀||Paulo Dybala

Capítulo 30 (F I N A L)

Paulos's POV

Una vez que llegué a casa, comencé a guardar en mis maletas las pocas cosas que aún seguían en mi habitación.

Estaba doblando un par de playeras cuando Cams apareció a un lado de mí viendo muy atenta como metía las prendas a mi maleta, y con los brazos doblados. Al observarla bien, pude ver que aún tenía su pijama puesta, a pesar de que ya eran las 2:30 de la tarde y la misa iniciaba a las 4:00 p.m.

-Ey, ¿no irás a la boda de  ________? -pregunté mientras me sentaba en la cama y ella negó con la cabeza -¿y eso por qué?

-Porque no quiero ver cómo ______ y Antoine se casan mientras tú sufres -dijo mientras se acercaba a la cama y se sentó a lado de mí -¿Por qué estás tan elegante? -cuestionó curiosa

Solté un suspiro pesado -Fui a ver a ________ -me encogí de hombros 

-¿Qué le dijiste? -Me miró con los ojos abiertos a tope

-Sólo fui a felicitarla y darle unas cosas -me encogí una vez más de hombros restándole importancia 

Mila me abrazó y comenzó a llorar mientras yo acariciaba su cabello 

-No quiero que te vayas a Italia, quiero que te quedes aquí conmigo, y tampoco quiero verte sufrir  

La abracé más fuerte. -Y a mí me gustaría quedarme contigo, pero en estos momentos no creo que lo más adecuado sea quedarme, lo mejor es regresar ya, además la liga empieza en semana y media

-¿Por qué no le dijiste a _______ que la amas para que ella se diera cuenta de que también te ama y cancelara la boda? -preguntó sin dejar de llorar y yo reí un poco

-Porque eso no pasa en la vida real -respondí mientras negaba con la cabeza y le sonreía sin mostrar los dientes 

-¿Ni siquiera lo intentaste? -Me miró con los ojos llorosos y yo negué -¿Por qué, no es ella el amor de tu vida? porque eso parece

-Espero que no -reí un poco y ella frunció el ceño -aunque, tal vez si, tal vez ella sea el amor de mi vida; pero quiero que sepas algo y que lo tengas muy claro. No siempre puedes terminar con el amor de tu vida, solo aprendes a querer a otras personas mientras la sigues queriendo, pero comprendiendo que cada uno está donde está porque es lo mejor, y tienes que ser feliz con eso.

-¿Entonces hasta aquí llegó? -Me miro fijamente -¿dejarás de quererla?

-No estar junto a alguien no significa que no puedas querer a alguien tanto como yo quiero a ________, pero es mejor así, separados

Le sonreí de lado para revolver su cabello y me levanté para cerrar mi última maleta, cambiarme y emprender el camino al aeropuerto.

(...)

Una vez aquí, el tiempo estaba pasando eterno. El vuelo tenía un retraso de una hora y yo sólo me dedicaba a mirar los aviones por la ventana, de vez en cuando sacaba mi Nintendo switch para jugar, pero después de un rato me aburría.

-¿Podría permitirme su pasaporte? -La señorita encargada de los boletos y la revisión del vuelo, fue pidiendo los pasaportes de todos para agilizar los trámites, puesto que, en misma boca de ella, el avión no tardaba en llegar

-Claro -lo saqué de mi chamarra y se lo entregué 

Ella comenzó a revisarlo cuando un señor le habló detrás de mi para preguntarle, justamente, cuanto tardaría el vuelo

-El vuelo no tarda, han avisado a la base que...-Al momento de voltear, ella abrió los ojos como plato

Al ver su reacción, me fue inevitable no voltear, pero al hacerlo, casi me caigo de mi asiento.

Ahí estaba _______ con su vestido de novia, y a pesar de que éste tenía lodo en la parte inferior, ella se seguía viendo reluciente. Todo el mundo la miraba extrañado, pero ella me miraba fijamente a mí.

Me levanté de mi asiento y la miré incrédulo, temía que fuera una alucinación. Aún así, me acerqué a ella 

-¿Querías huir sin despedirte? -sonrió sin mostrar los dientes

-¿Qué haces aquí? -la miré serio -deberías estar en la fiesta de tu boda

-No puede haber fiesta si no me casé -se encogió de hombros

-No -negué rápidamente -¿por qué hiciste eso?

-Porque no podía casarme sin estar segura de que él es el hombre que quería para toda mi vida -habló rápidamente 

-¿Él no es el hombre de tu vida? -cuestioné rápidamente 

-Simplemente él no eres tú -me miró fijamente -y espero no haberme dado cuenta demasiado tarde

-Creo que a ti te esperaría toda una vida, sin importar que

-Ya no tienes que esperar tanto

-¿Y qué hay de Antoine? 

-Creo que lo tomó mejor de lo esperado, él también había estado dudando de si estar juntos era lo mejor. Últimamente nuestra relación había cambiado mucho y, bueno, creo que lo más difícil de todo fue explicárselo a los invitados -soltó una pequeña risa seguida de una mueca -Pero creo que antes que todo, lo más importante es poner tu comodidad, tus sentimientos y ver qué es en realidad lo mejor para ti, y eso es lo que hicimos Griezmann y yo. Ambos tomamos la decisión de ser felices, y esa felicidad no la íbamos a encontrar juntos, por más que nos costara y nos doliera aceptarlo, pues estuvimos toda una vida juntos, aunque tal vez esta no era nuestra vida

Ambos nos quedamos en silencio hasta que ella volvió a hablar bromeando un poco

-Así que, ¿no crees en el destino? -cuestionó con una sonrisa

-¿Tú crees en eso? -la miré con una sonrisa de lado y ella asintió -si te soy sincero, nunca creí, pero me hiciste ver las cosas de una manera distinta 

-¿Yo te hice creer en el destino? -sonrió mientras se acercaba a mi y rodeaba mi cuello con sus brazos

-Me hiciste creer en muchas cosas -le sonreí de vuelta para después tomarla de la cintura y unir mis labios con los suyos -Y créeme, no es que no me importara el amor que tenías, no es que no quisiera verte sonreír, pero no había forma de que él pudiera sentir lo mismo, porque cuando pienso en ti, mi mente se vuelve loca 

-Lo sé -me sonrió -y ahora lo entiendo, siempre fuiste tú, pero no quería darme cuenta

-Me enamoré de ti, porque aún con todo lo que conllevaba, me di cuenta de que tú valías la pena, valías los riesgos y valías la vida. Y apenas a unos segundos de haberte visto, algo me dice que el destino ya nos había elegido para estar juntos, y aquí estamos, con una nueva oportunidad que no pienso dejar ir -Ella sonrió y volvió a besarme, haciéndome pensar que ambos nos necesitábamos el uno al otro, y siempre había sido así. 

Ahora quizás sólo exista una regla, mirarnos hasta que el tiempo se desvanezca y así salvarnos juntos; etéreos, verdaderos y felices...