Capítulo 25

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Antes de que pudiera arrancar el coche, alguien golpeó la ventanilla. Al ver quién era, me fue inevitable no rodar los ojos, bajé el cristal para poder saber que era lo que quería.

-¿Está todo bien? -hizo una mueca

-¿Tú que crees, Madison? -respondí con enfado

-Lo sabía -habló casi en un susurro pero logré escucharla

-¿Qué? -La miré con el ceño ligeramente fruncido

-Te gusta, ______ te sigue gustando -respondió molesta

-Claro que no -rodé los ojos

-No ingentes negarlo, te sigue gustando, la forma en que la ves te delata, aunque estén peleando no dejan de brillarte los malditos ojos -movía los brazos como loca mientras hablaba con tanta rapidez que era casi imposible saber lo que decía -¿por que no la superas de una buena vez? Date cuenta que estás comportándote como un maldito inepto, ella no daría ni la mitad de lo que estas dispuesto a dar por ell...

Hablé sin importarme que la estuviera interrumpiendo. -Ya es suficiente; si me gusta, obviamente me sigue gustando y veo muy lejos el día en que deje de hacerlo. Me gustan sus ojos, me gusta su sonrisa, me gustan sus labios, y el sabor de éstos también, me gusta su cabello, me gustan sus manos, me gusta todo de ella, y no es algo que puedas venir y cambiar, yo no pedí sentir esto por ella, ella fue la que se metió por completo en mi, y ni siquiera estoy haciendo el suficiente esfuerzo por sacarla de mi cabeza, debo admitir. Así que si, si me gusta

Cerré la ventanilla antes de que dijera algo y tomé mi camino hacia la casa de mis tíos.
Estaba molesto porque no podía sacar a ______ de mi mente, así ella estuviera frente a mi con una pistola junto a mi sien a punto de disparar, yo seguiría embobado viendo sus labios.
Si no la hubiera conocido, ahorita todo estaría bien, pero no, tenía que meterse en mi vida con su estupenda sonrisa y sus marrones ojos. La odiaba, y en serio la odiaba por ser tan hermosa. Aunque creo que, lo que en realidad odiaba, era la idea de no poder tenerla.

Llegué a mi destino y comencé a aparcar el coche, la puerta de la casa se abrió y Camila salió con su patineta en manos. Genial, pensé para mí mismo mientras rodaba los ojos.
Ella me vió y se acercó al auto para golpear un poco la ventanilla.

Bajé el cristal y hablé. -¿Que quieres?

-Vaya, te fuiste con una cara horrible y regresaste con una peor -rió un poco

-Gracias -contesté sarcásticamente

-De nada -dejó la patineta en el suelo para montarse en ella -no necesito mucha ciencia para adivinar lo que sucedió

Bajé del auto y di un ligero portazo en éste. -¿Ah si? -dije casi sin importancia

-________, ¿no es así?

-¿Qué más podría ser? -respondí mientras caminaba a la puerta de la casa

-¿Griezmann te dejó en claro, una vez más, que te ganó a _______? -enarcó una ceja sin moverse de su lugar

-________ no es algo que deba ganar -comencé a meter la llave a la cerradura

-Entonces deja de actuar como si lo fuera si no quieres que lo interprete así

Me quedé un momento estático. Esta niña podía ser más pequeña que yo, pero su cerebro procesaba más rápido la información que el mío, así fuera la cosa más sencilla del mundo.
Voltee para verla, pero ella ya no estaba.
Abrí la puerta rápidamente y entré. Escuché a mis tíos en la cocina, pero ni siquiera me molesté en ir a saludar. Me dejé caer en el sillón y abrí mi bandeja de entrada en el celular.
Comencé a deslizar mi dedo por la pantalla para ir revisando contacto por contacto.
Bla
Bla
________

Mi dedo paró en seco en cuanto vi su nombre.
Mi cerebro tenía una fuerte batalla contra mí mismo, no sabía si era la mejor opción o si era una mala, como casi todas las ideas que tengo.
Presioné su nombre y comencé a escribir

"¿Estas ocupada?"

Bien, ahora tenía que convencer a mi cerebro de mandar una señal a mi dedo para presionar la palabra enviar. Es un mensaje sencillo, podría hacerlo.

Rápidamente aventé el celular a la mesa frente a mi, me sentía nervioso y ansioso, lo más probable era que me mandara por un tubo. Estaba mordiendo las uñas de mi mano derecha cuando vibró mi celular sobre la mesa. Lo tomé rápidamente y abrí el mensaje sin leer siquiera si era de ella o no.

"No lo sé, ¿tú ya terminaste de ser un estúpido?"
                                    -________

Reí por lo bajo mientas escribía rápidamente

"Quiero pedirte disculpas, había tenido un mal día, no debí haberte contestado así, mucho menos retarte de esa manera. Sabes que creo que Griezmann y tú hacen una gran pareja, de ninguna manera me molesta la relación que tienen, ambos son mis amigos, y los quiero como tal"

Bien, mentir un poco para que me perdonara no estaba de más, ¿o si?

"¿Es todo lo que necesitas?"
                                -________

"No realmente, quiero que en realidad estemos bien, que veas que soy sincero. ¿Quieres ir mañana al cine?"

"Si es a las 3:00 y tú pagas las palomitas, dalo por hecho"
                                -_______

"Perfecto"

Tal vez el plan anterior no funcionó, (por supuesto que no lo hizo), pero Camila, sin darse cuenta, me dio una idea para el Plan B.

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Sé que es un capítulo muy corto y aburrido, pero ya tenía bastante sin escribir y pensé que lo iba a lograr, pero bueno, esto fue lo que salió. Aún así espero que lo disfruten. Muchas gracias a todas por leer.

-S🥀

Roses🥀||Paulo DybalaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora