Disculpas

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Hemos llegado a nuestro destino, el cielo estaba envuelto por la oscura noche y acompañado por las iluminosas estrellas. El evento es llevado a cabo en el gran jardin de la casa de Angela. Nos bajamos del auto y empezamos andar hacia donde todos se encontraban.

Había luces donde quiera, con flores blancas adornadas. El centro de la fiesta tenía una pista de baile y mesas alrededor. Todo giraba con un toque clásico y elegante. La gente vestía de traje y vestidos de alta calidad. La mayoría tenía una copa de vino que sostenían.

Dios, esto daba ambiente del siglo XX. Ahora entiendo por qué Rosalie ansiaba por venir.

Mi padre y mi madrastra empezaron a saludar a sus familiares. Mientras que los chicos y yo nos quedamos admirando el lugar. Dorian dió pasos al frente para poder ir a saludarlos. Solo quedamos el castaño y mi presencia juntos.

Un señor con esmoquín se nos acercó.
-Buenas Noches jovenes, qué se les puede ofrecer?- preguntó amablemente y con educación.
-Dos copas de vino porfavor- ordenó Justin.
- Enseguida vuelvo. - el señor se fue. Su presencia se situó en frente de mi.
-No te hará daño una sola copa de vino.- lo dijo remarcando "una" .
-Ni me lo recuerdes.

Nos sentamos en una mesa adornada con una vela en medio. Se encontraba cerca de la pista. La música clásica que tenían, hacía el ambiente más relajado.

Tal vez no sea tan malo como había pensado. El señor de antes vino hacía nuestra mesa con una bandeja con dos copas de vino.
Nos sonrió y sirvió las copas a nuestros lugares asignados.
- Para los jovenes.. que lo disfruten!- y se largó el señor del esmoquín.

Justin miró la copa y luego le dió un sorbo.

-Qué tal está?- le pregunte.

-Es magnifico. Sabes? Para ser una fiesta así, tienen una buena calidad de vinos. Intentalo, disfrutalo mientras está en tu boca.
Así como me lo ordenó, le obedecí. Tome la copa de vino y le di un lento sorbo. De nuevo, tuve que apreciar el sabor del alcohol tinto dentro de mi boca. Y lo único que puedo decir, es de que, era fantástico. Especial para la ocasión. Simplemente perfecto.
- Fantástico.
El ambiente era tan neutral y relajante con gente de clase alta. Y aunque me sentía estresada  en esta mañana, el estres desapareció por la noche, pues pasaba de buenos momentos. Justin no me molestó en absoluto. Solo platicamos como gente normal lo haría y no pelearnos como unos infantiles.

Mi familia se acercó a nuestra mesa para sentarse junto a nosotros. Rosalie no se comportaba como la malvada que siempre era, y papá platicaba a gusto con demás gente. Los chicos y yo teníamos buena conversación y conocimos la familia de Rosalie. Eran muy educados, algunos eran tan presumidos, que era mejor no molestarse con ellos, algo así como era Rosalie. Otros simplemente tenían su educación alta al igual que su gracia. 

  Despues de unas copas de vino y unas horas, empezó una nueva canción, Love de Lana del Rey.

-Quieres ir a bailar?- preguntó. Dude de un momento, no sabía si aceptar o no.

Él se levantó primero y me ayudó a pararme de mi asiento. Luego me tomó de la mano delicadamente para poder ir juntos hacía la pista.
Me tomó de mi cintura y yo puse mis manos alrededor de su cuello. La música nos envolvía en una hermosa melodía. Gente empezó a unirse al baile.
-Justin, lo siento.- me disculpe.
-Disculparte por bailar mal? Si, se que bailas mal, pero no es para tanto.
Rode los ojos. Me había equivocado que Justin iba a terminar siendo amable, El siempre será igual. El tipo que conosco desde años y que molesta desde entonces. Eso jamás cambiará. Lo odio, pero es algo de odio cotidiando. Es alguien quien veo siempre en mi casa, por ser amigo de mi hermano. Pero para qué molestarme a mi? El no cambiará.
-De eso no hablo.
-Entonces no veo por otra cosa por la cual te disculparías.
Vamos jane ya dilo... susurró una voz dentro de mi cabeza. Las palabras no me salían de mi boca, cómo empezaría a disculparme? Disculparse con el chico con quien no me llevaba nada bien, era más dificil de lo que me había imaginado. Mi corazón latía fuerte, mi rostro se tornaba del color de mi vestido haciendo que suba el calor a mi rostro. Mi lengua, ni mi boca se movía. Era cómo si algo fuerte tomará fuerza en mi para impidirme a hablar.

PURPOSE.- Editando-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora