Central Perk

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Llegamos a Central Perk. Una cafetería en la ciudad de Portland. Muy lejos de mi casa. Esa cafetería es de los más cómodos como para pasar el rato. Sus colores son opacos, pero la gente lo llena de vida. Tiene sofas para sentirte aún más cómodo de lo debido. Solía ser un bar lleno de personas alcohólicas que iban todos los días solo para embriagarse. El lugar cerró por causa de muchas peleas, y lo convitieron en una cafetería, algo muy opuesto.

Central Perk es un lugar en donde a veces me vengo con Dylan o todos los chicos juntos. Normalmente nos sentamos en los sofas, pues como lo dije antes, son muy cómodos. El lugar podrá ya no ser un bar, pero no falta los estúpidos comentarios de Justin sobre mi, terminando en una pelea. Y cómo siempre, mi querido hermano no me defiende.

Llegamos a Central Perk. No vi a Dylan pero decidí que iba a esperarlo por lo mientras. Abrí la puerta para poder salir. Antes de que pudiera salir, Justin tomó mi mano.

-Hey Jane, lo siento, jamás pense..

-No, tu jamás piensas.

-Perdóname, quieres? Intento pedir perdón de buena onda.- lo pensé un momento. Luego lo arruinó otra vez. - Tal vez si no fueras tan llorona, no te enojarías tanto.- Remarcó el Tal vez Y ahí está. Lo hiso denuevo.

-Tal vez si dejarías de llamarme de los estúpidos nombres por los que me llamas, tal vez dejaría de ser una llorona. Sólo tal vez.

Le cerre la puerta en la cara antes de que pudiera decir otra estupidez que me hiciera sentir mal. Mentí todo el tiempo en que no me dolía que Justin me ofendía. Pues la verdad, si me duele horriblemente.

Un portazo sonó, supuse que era él, lo ignore. Me fuí dentro de la cafetería. Escuche el sonido de la campanita, luego otra vez sonó. Volte y vi a Justin. Me tomó de mi muñeca, queriendo traerme afuera de la cafetería. Intente safarme, pero me era inutil. El es más fuerte que yo mil veces.

El frío entró en nosotros, por lo menos en mi, el no tenía ningún sueter, solo su camisa negra, con muestras aún de sangre. ¿Que pensará la gente?

-¡YA DEJAME, JUSTIN ME DUELE!-dolía mucho, el no media su fuerza en mi muñeca.

-Jane ¡enserio lo siento, de acuerdo! Eres una persona incomprensible, jamás te comprendo. Eres mala y fría, después amable, y otra vez mala y fría ¿Qué quieres decir? Te quiero mucho, me gusta molestarte. Quiero ser lindo contigo, pero me rechazas. Me confundes. Se que te he lastimado mucho, y he intentado pedir perdón. Pero tal parece que sale huracán Jane dentro de ti, y no me dejas terminar. No puedo dar el mejor sermón, pero he dicho la verdad.

Me di la vuelta. Llore. Me sentía avergonzada por hacerlo. Me sentía estúpida por mostrar mis sentimientos en frente de el. A la persona que me hace sentir de la patada. Lágrimas salieron y salieron, como una regadera sin poder parar. No solloce ni nada, solo llore en mi propio silencio. El me volteó hacía el.

Me limpió mis lagrimas. Me abrazó, le respondí aquel abrazo.

-Tambien lo siento.-me soltó de aquel abrazo. El viento paso por nosotros, me pasó un escalofríos por mi cuerpo entero.
-¿Podemos hacer la paz?
-No sé.
-Lo prometo
-No creo en promesas Jey.
-Yo te hare aquella promesa. Promesa Pinky - lo pensé.
--Una vez que es Promesa Pinky no se rompe.
-De acuerdo.-nuestros dedos pinky se entrelazaron, haciendo la Promesa Pinky.

-Okay ya te tienes que ir, vendrá Dylan, y no quiero que nos vea juntos.

-¿Por qué?

-Por que me interroga mucho. Ahora vete, que pronto el llegará.

PURPOSE.- Editando-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora