el comienzo

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Iruka no entendía qué estaba haciendo él allí. Sí, cierto, era un ninja sensor, y uno de los buenos, pero era joven y todavía le quedaban cosas por aprender. Había ninjas sensores mejores que él y, sobre todo, que ya habían trabajado con el legendario Hatake Kakashi. Pero por algún motivo, Sandaime-sama había decidido que el gran ninja copia y él debían hacer equipo en esta misión.

Kakashi, por su parte, tenía la impresión de que el karma había estado esperando pacientemente por devolverle con esa justicia cósmica tan propia de él alguno de sus comentarios condescendientes. Aunque también podría por ser todas las veces que le tomó el pelo a Gai, dejando que un clon de sombra compitiese por él con el maestro de taijutsu, o quizás por ser un inepto para con los sentimientos de los demás. También podría sumar puntos el hecho de haber llevado aquello de intimar con la hija del yakuza cuya localización necesitaba a la cama ¡pero es que aquél sake era demasiado fuerte!

Sea como fuese, Sandaime-sama le había encargado ir en busca de Jiraiya-sama, puesto que necesitaba ayuda con unos pergaminos muy antiguos y el ermitaño pervertido hacía oídos sordos a cualquier mensaje que le hubiera podido llegar. O eso, o alguien estaba interceptando mensajes de Konoha, así que en fuese de un modo u otro, era necesario un grupo reducido de ninjas que pasase desapercibido, a poder ser formado por grandes habilidades en la batalla y un sensor que guiase al equipo, puesto que la última vez que Jiraiya-sama fue visto acababa de abandonar uno de los baños termales más famosos del País del fuego; en dirección este, según les habían dicho. Al parecer, el viejo Sannin se dirigía al límite entre el País del Fuego y el País de la Niebla; quién sabe para qué.

Hasta ahí todo bien, todo normal. El problema fue cuando entró en el despacho un muchacho más joven que él, ¿18 años, quizás? Umino Iruka era el sensor que Hokage-sama había escogido para acompañarle en esta misión. Y Kakashi sabía que se había buscado él solito el hecho de que ningún sensor en su sano juicio quisiera trabajar con él. Cierto, era un buen ninja y siempre se preocupaba por el bienestar de sus camaradas. Pero era una terrible compañía. Sus comentarios solían ser o muy cortantes o muy condescendientes y la gente terminaba por no soportar su presencia. Quizás el que de toda una villa llena de ninjas majaderos sólo Gai fuese él único que acostumbrara a acompañarle –Asuma, en ocasiones- debería haberle dado una pista de su carácter de mierda, pero ah, qué más da ya...

Ahora le habían encasquetado a un novato que se había convertido en chunnin a una edad ridícula, lo cual se traducía en torpeza o estupidez, las dos cosas que más le facilitaba al enemigo poder matarte. Y para colmo era uno que no llevaba bien aquello de que le mandaran. Kakashi suspiró.

Iruka enarcó una ceja. ¿Qué le pasaba a aquél hombre? Vale, quizás haberle dicho a la cara que ser considerado un buen ninja no le daba derecho a comportarse como un imbécil no había sido su mejor carta de presentación. Pero ese "¿en serio?" que prácticamente suspiró con resignación en cuanto terminó de inspeccionarlo de arriba abajo destruyó cualquier filtro de educación que pudiese tener el cerebro de Iruka.

Definitivamente, este iba a ser un largo viaje, pensaron ambos mientras saltaban de un árbol a otro, Kakashi siempre al tanto de los movimientos del más joven, que de momento y casi por inercia había esquivado varios troncos podridos a punto de caer ante cualquier peso añadido, que bien podrían haber hecho caer hasta el más ágil ninja. No era la gran cosa, pero al menos Kakashi sabía que la habilidad sensorial del chunnin era muy buena.

Kakashi e Iruka se después de recorrer gran parte del bosque se topan con un grupo de ninjas renegados que estaban en busca del pergamino y posiblemente detrás del Sannin también, por lo que terminan envueltos en una feroz batalla, si bien los superaban en número no sentían tener la desventaja; la pelea estaba por terminar, solo quedaba el líder, Iruka estaba enfrentándolo mientras Kakashi creyendo que la situación estaba bajo control en su intento por averiguar quiénes eran y porque estaban siguiéndolos, distrajo su atención de la batalla. En un abrir y cerrar de ojos Iruka se encontraba en desventaja, el renegado estaba a punto de atravesar el corazón de chunnin que no le dio tiempo al ninja que copia de idear un plan, dejándose llevar por sus instintos se interpuso recibiendo aquel ataque a la vez que lanzaba un kunai directo a la garganta del enemigo quedando ambos sin vida en el suelo.

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⏰ Last updated: Oct 01, 2017 ⏰

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Entre la vida y la muerte.Where stories live. Discover now