4. Espectador

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Buttie lo miraba extrañado mientras Wonsik se colocaba la corbata, era la tercera vez que se cambiaba de ropa. Después de dudarlo un par de veces, al final decidió ir a la fiesta, de esa manera se despejaría y tendría la oportunidad de conocer mejor a sus vecinos. La idea de tener algo más con Hakyeon la descartó desde el primer momento y mucho más cuando supo que Taekwoon era su pareja, aunque no iba a negar que se le pasó por la cabeza en cuanto lo vio, .

Su única intención con aquello era llevarse bien con ellos y pensó que estaría bien poder entablar una amistad. Picó el timbre con seguridad, y un alegre Hakyeon le abrió la puerta.

- ¡Wonsik! Me alegra que hayas venido, pasa.

La decoración del piso era exquisita, los tonos rojos, negros y blancos prevalecían en toda la estancia principal junto con la cocina abierta. Tal y como lo tenían organizado, su casa parecía mucho más grande, aunque era algo imposible pues todas las del edificio tenían exactamente el mismo tamaño.

- Allí tienes la mesa, sírvete tú mismo, hay para todos no te cortes. ¿Te apetece vino o prefieres algún refresco?

- Vino estará bien.

No era mucho de beber, pero el vino que le ofreció estaba realmente deliciose si lo juntabas con los aperitivos.

Wonsik pasó los primeros minutos de la fiesta saboreando la comida, no tuvo oportunidad de hablar con nadie, pues todos los invitados venían acompañados y la mayoría se conocían entre ellos, cuando ya pasó más de media hora, comenzó a sentirse incómodo y deseó salir de allí. Decidió despedirse de Hakyeon, poniendo alguna excusa pero este se encontraba ahora pidiendo silencio.

- Muchas gracias a todos por venir, espero que lo estéis pasando bien. Para inaugurar la casa oficialmente nuestro Taekwoon tocará su mejor pieza, por favor, disfrutadlo y no hagáis ruido. – Se giró para mirarlo. – Ya sabéis el humor que tiene cuando lo interrumpen. – Dijo en un susurro que claramente oyó el aludido y sacando alguna que otra carcajada a sus invitados.

Sin hacer caso a la broma de su novio, Taekwoon comenzó a hacer magia, o al menos eso fue lo que le pareció a Wonsik, pues quedó hipnotizado por el pelinegro en cuanto comenzó a tocar el piano. En ese momento toda la estancia quedó vacía para él y solo se centró en las notas que creaba con las teclas.

Sus largos dedos paseaban por el instrumento con ligereza, el pelo le caía sobre los ojos que mantenía cerrados, la partitura parecía inútil sobre el piano, pues aquel hombre lo manejaba a su antojo. La melodía que comenzó como algo tranquilo continuó con una mezcla de notas rápidas y completamente sincronizadas, era como si Taekwoon estuviera teniendo relaciones íntimas con aquella canción.

Los aplausos de los invitados invadieron la sala en cuanto terminó, pero Wonsik no había podido moverse, pues aún seguía en estado de hipnosis, observando como el rostro de Taekwoon enrojecía por los halagos que le dedicaban mientras sonreía mínimamente y aquello fue lo que más lo impactó, el como aquella boca realmente podía mostrar algún signo de expresión.

En el poco tiempo que llevaba la pareja viviendo en el edificio, Wonsik se lo había encontrado un par de veces en el rellano y por parte del mayor nunca había recibido ni un saludo, simplemente le dedicaba una mirada seria que le hacía tener escalofríos. Pero aquella noche era diferente, como si el verdadero Taekwoon hubiera salido de su caparazón, mostrando como era realmente. Wonsik se preguntó cómo sería convivir con él y estaba seguro que Hakyeon era el único que lo conocía lo suficiente, así que su curiosidad pasó a ser de como tales polos opuestos estaban juntos.

- ¿Qué te ha parecido? – Hakyeon lo sorprendió por detrás.

- Ha sido extraordinario... - No sabía cómo expresarse.

- Te dije que era su verdadero amor.

Quiso continuar la conversación, pero uno de sus invitados requería de su ayuda y disculpándose volvió a dejar a Wonsik solo. No le importó pues como si de un imán se tratara, de acercó a Taekwoon el cual recogía las partituras y las guardaba en la carpeta.

- ¿Llevas mucho tocando el piano? – El pelinegro lo miró con la misma expresión de siempre, pero con un brillo especial en los ojos que no pasó desapercibido.

- Solo desde los seis años. – Para sorpresa de Wonsik, Taekwoon le dedicó una media sonrisa.

- Ha sido maravilloso... ¿La canción es tuya? – Asintió, de nuevo ruborizado, y eso le pareció adorable, en aquel momento no se parecía en nada al vecino serio que no daba ni los buenos días.

No hablaron mucho más, pues Hakyeon puso la música lo suficientemente alta como para no poder mantener una conversación. Ambos se giraron para ver como el anfitrión animaba la fiesta con algunos movimientos de cadera al ritmo de la canción y en pocos segundos todos le siguieron.

Vio como Taekwoon desaparecía de su lado con las partituras para guardarlas, y Wonsik volvió a su posición inicial, cogió otra copa y se apartó a un lado mirando divertido como todos bailaban. Le hubiera gustado ser más extrovertido y también avanzar hasta la improvisada pista de discoteca, pero la vergüenza solo le permitió ser espectador.

Y aquello tampoco estaba tan mal.

El ver a su vecino moverse de esa forma era todo un espectáculo, la sonrisa lo acompañaba en todo momento mientras marcaba con claridad sus pasos, disfrutando de la canción. La temperatura del lugar comenzó a subir y Wonsik lo notó mucho más en cuanto Hakyeon se desabrochó los primeros botones de la camisa blanca que se le pegaba al cuerpo y la sacaba fuera de sus pantalones, ese fue su mejor paso de baile.

No pensó en Taekwoon hasta que lo vio aparecer junto a su novio y éste se dedicó a rodear sus amplios hombros para seguir con sus sensuales movimientos muy cerca de él, y el más alto solo le siguió el juego. Uno de los invitados apagó una de las luces en cuanto una balada comenzó a sonar, y lo único que iluminaba la sala era la fila de leds azules que nadie se había percatado que existían, dando un toque íntimo a la sala.

Wonsik quiso marcharse en ese instante, todos se habían colocado en pareja y él solo observaba desde la zona que estaba más oscura. En cuanto dio un paso dispuesto a irse, volvió a clavar su mirada en la pareja, Taekwoon había metido sus manos bajo la camisa de su novio mientras pasaba su nariz por su cuello y éste solo se dedicaba a enlazar sus manos en su cuello mientras sonreía y besaba su mejilla.

Era una escena realmente excitante, las caricias que se dedicaban entre ellos no deberían ser expuestas de tal manera, pero ambos estaban metidos en su propia burbuja y parecía que se habían olvidado de las personas a su alrededor. Wonsik tenía calor, y noto como se ruborizaba mientras su cabeza lo traicionaba recordando los gemidos que solía escuchar desde que ambos se mudaron.

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Espero que hayáis disfrutado de la fiesta de Hakyeon tanto como Wonsik! 😜

Gracias por leer!💕💕

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