6. Hambre

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Lo pensó bastante rato, si Hakyeon lo ponía nervioso con tan solo su presencia, el que estuviera sentado en su sofá era lo que le faltaba para acabar con él. Hablaron de cosas sin importancia, Wonsik solo intentaba mantener la conversación con compostura, los labios de aquel chico eran deseables, desde la primera vez que lo vio, seguido de su baile y sus sonoros gemidos, Hakyeon había movido su vida por completo y solo había pasado una semana desde que se conocían.

El sonido de sus tripas interrumpió sus pensamientos y sonrió avergonzado.

- Estaba a punto de pedir comida, ¿Te apetece? – Sacó el valor suficiente para invitarlo.

- ¡Claro!

- Pediré el menú para dos entonces. – Dijo mientras marcaba el número, Hakyeon levantó el pulgar en modo de aprobación.

Durante el rato de espera, la incomodidad de Wonsik fue desapareciendo poco a poco y consiguió hacer frases completas y no respuestas cortas y precisas, hablaron sus respectivas vidas y contaron algunas anécdotas. De ese modo al fin supo cómo el serio Taekwoon también tenía su corazoncito y de qué manera ambos terminaron siendo pareja.

- Fue un proceso realmente largo, después de conocerlo en una de mis fiestas, decidí contratarlo cada vez que tenía oportunidad y él tampoco se negaba. Todo cambió en el evento especial con temática de vampiros para un restaurante y ambos vestidos con trajes de época, simplemente no pudimos resistirnos el uno del otro. – Wonsik notó como el moreno enrojecía. – Ahí comenzó todo.

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La pelea por quien de los dos pagaba la comida fue corta, pues su vecino salió victorioso después de hacer varios gestos adorables e insistir que era él el intruso, y así consiguió pasarle el billete al repartidor que esperaba impaciente en la entrada.

- Pues está muy bien de precio para toda esta comida, tendrías que pasarme le teléfono, a Taekwoon se le da muy bien la cocina, pero hay veces en los que no tenemos ganas de cocinar.

- Yo directamente ni lo hago. – Se encogió de hombros mientras abría los cajones en busca de cubiertos.

- Te invitaré algún día para que pruebes sus platos, no te arrepentirás.

- ¿Y no le importará? Quiero decir... aún soy un extraño para él. – La sonrisa de Hakyeon se intensificó.

- Vamos... eres el único que se acercó después de que terminara de tocar, créeme que te lo ganaste más de lo que piensas.

Wonsik no sabía porque esas palabras le causaron tremenda alegría, sí que es verdad que conocer un poco más a Hakyeon había hecho que le atrajera aún más, pero el misterio que desprendía Taekwoon también le causaba mucha curiosidad y también muchas cosas más que se avergonzaba admitir.

En cuanto terminaron con sus platos Wonsik intentó que Hakyeon no se molestara en limpiar, pero de nuevo venció y ambos acabaron fregando los platos en la cocina. Tal vez solo estaban haciendo algo común, pero el tenerlo tan cerca rozando sus brazos lo hacía tener escalofríos.

- Entonces – El mayor rompió el silencio que se había creado en segundos. - ¿Te lo pasaste bien anoche?

- Como te dije antes, disfruté mucho. Por cierto, habéis dejado la casa muy bien deco-

- No me refería a la cena. – Interrumpió Hakyeon, el cual tenía la mirada fija en secar los platos. – Hablo de si te gustó escucharnos a Taekwoon y a mí.

Un plato se resbaló de las manos de Wonsik, salpicando toda el agua hacia ellos y empapándoles casi toda la ropa. Miró a su invitado perplejo y este solo se dedicó a sonreír de manera muy diferente, pues notaba que no dijo esas palabras nada enfadado.

- No sé de qué hablas. – La voz le temblaba mientras evitaba su mirada intentando sin éxito, secarse la camiseta con un trapo que había por allí.

- No tienes por qué avergonzarte. – Hakyeon se le acercó poco a poco y Wonsik tuvo que clavar la vista en sus ojos mientras era acechado, y retrocedía los pasos que el mayor daba hacía él, terminando por acorralarlo entre la nevera y su cuerpo. Notó la respiración del moreno demasiado cerca de su oído. – Se perfectamente lo que hiciste en tu cama mientras Taekwoon me daba.

Wonsik tragó fuerte y las piernas le fallaban mientras una de las manos de Hakyeon rodeaba su cintura. También comenzó a errar su propia manera de respirar cuando aquel chico acarició su cuello con la punta de su nariz.

- Hacía tiempo que no tenía un orgasmo tan intenso, pues el escuchar tus gemidos fue bastante morboso.

La poca cordura que le quedaba a Wonsik en su cabeza se fue al garete cuando Hakyeon terminó el recorrido de su mano en su entrepierna mientras sus labios se rozaban muy levemente. Sabía que aquello no estaba bien, pero su excitación no decía lo mismo cuando él mismo terminó el juego que su vecino había empezado, devorando la boca que pedía a gritos ser besada.

Hakyeon tampoco se resistió y buscó con desesperación la lengua contraria a la vez que su mano traviesa levantaba poco a poco la tela que sobraba en su pecho y tocaba con ganas toda la piel de Wonsik.

El hambre que tenían el uno del otro los llevó a pasos torpes hacía la habitación del menor, el cual ya había perdido la razón en el momento en el que el moreno se arrancó literalmente la camisa. En ese momento, un tono de teléfono bastante inoportuno distrajo a los dos de su futuro desliz. Hakyeon, aún sobre las piernas de él, sacó el móvil del bolsillo y contestó bastante tranquilo.

- Hola, mi amor.

-o-o-o-o-o-

Podéis sacar teorías de lo que puede pasar ahora 😊

Hoy no se que decir... así que solo os daré las gracias, parece que esto esta gustando y eso me hace muy feliz! GRACIAS!💕💕

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