Harrison Clark
Me encontraba conduciendo por la carretera principal. Iba con mi mente ida en otros pensamientos hasta que un auto que se me hacía familiar conducía detrás mío.
Aceleré un poco mas y el auto hizo lo mismo. Decidí detenerme, ya que era una chica al volante, específicamente la chica que no me dio el dinero a tiempo.
Bajé del auto, y fui hasta el de ella intimidantemente. Me recargué en la puerta y hablé.—Al parecer no aprendiste la lección niña.—reí malicioso.—¿Acaso eres masoquista?-abrí la puerta del auto y la saqué a la fuerza.—¿Qué mierda quieres?—la estampé contra el auto con fuerza.
—¿Que qué mierda quiero?—rió.—Quiero que te disculpes por esto.—señaló su rostro, apenas se podían ver los golpes por el maquillaje.—Por lo que me hiciste y por lo que le hiciste a mis padres. Mi hermana no lo sabe aún.
—Ey, relájate.—la solté.—Yo no tuve nada que ver con lo de tus padres. El simple hecho de haber estado allí la noche de su "accidente" no significa que haya sido yo.—la miré serio.
—Estabas ahí, en el mismo auto.—replicó.
—A lo mejor estaba en el mismo auto pero yo no iba conduciendo. Conocía muy bien a tus padres, no nos llevábamos bien por razones de dinero, pero nunca pasó por mi cabeza matarlos, nunca.—me separé de ella.
—Mi hermana cree que fue eso, un "accidente", ¿que debo decirle ahora?—replicó.
—No le digas nada y ya está.—rodé mis ojos.—¿Para eso venías?—me crucé de brazos.
Arregló su camisa y habló.—No, no es sólo eso. N-necesito algo más. Necesito dinero, no tengo dinero Harrison, entiéndelo.—volví a estamparla contra el auto.
—¡A ti no voy a prestarte una mierda!—la agarré por el cuello.—¡No eres de fiar!—grité molesto y la solté.
—No me conoces si dices eso.—dijo con dificultad.—Vamos a mi casa, lo podríamos resolver civilizadamente.—se subió a su auto y lo encendió. La imité y la seguí hasta su casa.
El camino se me hizo bastante familiar. Hasta que paramos en su casa. ¿Esta no es la...?
—Entra, siéntate en la mesa, ahora vuelvo.—dejó su bolso en el sofá y se fue.
Unos pasos provenientes del pasillo me hicieron voltear.—Hola, mi nombre es...—se quedó petrificada al verme.—¿Harrison?.—se acercó a mi.—¿que haces aquí? ¿conoces a mi hermana? ¿de donde?—la detuve antes de que siguiera con preguntas.
—Resolviendo algo, si, de la calle linda.—le guiñé un ojo.
—¿Resolviendo qué?—rodé mis ojos, que niña mas entrometida.
—No te incumbe, ¿por qué no mejor te vas a tu cuarto rosa con tus peluches?—me levanté y pude ver su baja estatura.
—¡Para tu información, tengo 16 años!—se cruzó de brazos y sonreí ante lo tierna que se veía—¿que te causa tanta gracia?—me miró mal.
—Te ves hermosa cuando te enojas.—reí.—pareces un pitufo.—reprimí una carcajada.
—¡Oye!—intentó empujarme y apenas me movió.—Ya verás, voy a...—Shana volvió.
—Que bonita presentación. Amber, Harrison, Harrison, Amber. Listo, ya se conocen.—Shana puso las cosas en la mesa.
—Respecto a eso.—habló Amber.—¿Recuerdas lo que te conté del chico que me trajo aquí por que mi auto se había dañado por haberle chocado al chico?—Shana asintió.—Bueno, Harrison es el chico.
Shana nos miró sorprendida.—Vaya cosa, bueno Harrison.—se sentó en la mesa.—Hay mucho de que hablar.
—Saldré por ahí, nos vemos luego.—salió por la puerta y comencé a sentir algo raro dentro de mi.
.
Gracias
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The Devil in Human Form
Short Story"Sueña princesa, sueña. Jamás me fijaría en una chica como tú."