7

3.7K 164 4
                                    

   Salí completamente confundida. Harrison y mi hermana, ¿qué se traerán entre manos?Caminaba por las calles haciéndome esa misma pregunta una y otra vez.

  Entré a una tienda de helados y ordené uno. Lo pagué y salí directo hacia el parque. Me senté en uno de los fríos bancos del parque. Miré la hora, 3:42. Ya ha pasado una hora desde que salí de casa. Me comí el helado mientras pensaba, ¿qué le había pasado a Shana la noche anterior?

—¿Pensativa?—me sobresalté al verlo, sentado junto a mi.

Asentí, este chico me hacía tener mariposas en el estómago, y ni siquiera se el porque. Guardé silencio hasta que decidí hablar.—Harrison, se que no nos conocemos, solamente hemos hablado una vez.—lo miré.—Parece ser que conoces a Shana de mucho tiempo, ¿no sabes qué le pasó anoche? Llegó llorando a casa y muy distinta. Me lo negó pero no soy estúpida, la conozco muy bien. Y esta mañana estaba maquillándose, cosa que no le gusta hacer y nunca lo hace.—lo miré a los ojos. Estos escondían algo.

—No lo se, no se de que hablas.—se levantó.—Debo irme, tengo cosas que hacer.—se fue seco y distante.

—Espera.—le detuve.—ten mi número, por si acaso te sucede algo y me necesites.—anoté mi número en un papelito y se lo entregué.

—Bueno, gracias.—esforzó una sonrisa.—Ten el mío.—hizo lo mismo y me entregó el papelito.

—Adiós.—me despedí. No me respondió, vaya tipo mas raro.

Decidí marcharme a casa, tenía que descansar. Al llegar, abrí la puerta y rápidamente corrí hacia mi hermana.—¡Maldita sea!—agarré mi celular.

.

Gracias

The Devil in Human FormDonde viven las historias. Descúbrelo ahora