Bestias.

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Son las tres de la mañana de un sábado de Septiembre.

El aire, que se cuela por mi chupa negra, provoca que todo mi cuerpo se estremezca.

No quiero volver a casa, es pronto para hundir mi cabeza entre las sábanas, y fingir que todo ha sido un mal sueño.

Creer que eres mi almohada y apretarte fuerte,
contra mi pecho.

Ahogarme entre lágrimas,
y volver a la duda
¿por qué me duele tanto?

y es que amiga, esta vez no sólo han roto tu pequeño corazón ni las medias de encaje..

han hecho añicos tu orgullo, y eso, te duele más que mil demonios
que siguen riéndose de lo que queda de ti.

Las manos empiezan arder, mis uñas clavan con fuerza la palma de mi mano, y a cada pensamiento, aprieto más el puño.

Hoy voy a desatar a la bestia que tú domastes
Es hora de liberar todo lo que guardo, pues no soy mas que ira y ganas de vengarme.

Tengo claro que no soy como ella,
mi pelo juega a su aire, mis pantalones están rotos y mis modos no son los mas correctos.

Queda claro que no soy musa ni inspiración
que no hay que canciones que hablen de mí,
ni poesía que me eche de menos.

No soy un buenos días preciosa, ni el te echo de menos en un mensaje a las cinco de la mañana.

Ya no soy las piernas más bonitas de Madrid, ni el culo más salao' de toda España.

Soy lo que queda de aquella chica que solía reconocer ante el espejo de mi habitación, lo que utilizaba como refugio hasta que descubrí tus abrazos.

Pero en el fondo sigo siendo aquella chica que escucha Extremoduro por las mañanas.
Sigo viendo esa película para caer rendida en brazos de Morfeo.

La chica de los impulsos
igual de despistada..

Perdón mamá, estoy borracha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora