Capítulo 1

23 3 0
                                    

Otra noche más en la que me desvelo por mi hermano, no se en donde esta, cada vez que llega viene todo lastimado y muy borracho, cuando le pregunto de donde viene sólo me responde que no debería de meterme en sus asuntos y que lo deje dormir en paz, el no lo entiende el es lo único que me queda en este mundo y no quiero que nada malo le pase, pero si sigue así la única que sufrirá seré yo.
Veo a través de la ventana, una luz de un auto negro, donde la puerta trasera, es abierta y tiran a mi hermano como si de un perro muerto se tratara, el auto arranca y se va dejándolo tirado. Salgo inmediatamente en su ayuda, y veo que tiene muchos golpes en su rostro,también tiene sangre en la cara, y en su abdomen tiene una herida de una navaja.

-Jack, abre los ojos por favor. No puedes dejarme recuerda nuestra promesa, jamás nos separariamos, por favor Jack.

-Muriel, lo siento. -Dice con voz quebrada, veo que esta conteniendo las lagrimas.

-No, no cierres tus ojos, ya vuelvo sólo no cierres tus ojos. -Voy corriendo hacia la casa y llamo a Vicent, el no tenia turno para trabajar. Subo las escaleras corriendo, y tocó la puerta. -Vicent por favor abre, Jack esta grave. -Un hombre somnoliento abre la puerta. -Jack esta afuera gravemente herido. -El sale corriendo seguido de mi.
Cuando llegamos Jack, había cerrado sus ojos, y su pulso era débil, Vicent lo llevo hacia el auto y me ordenó que fuera por las llaves, cuando vuelvo nos vamos directo al hospital, donde trabaja Vicent.
Le ruego a Dios, que no le pase nada, si algo le pasase no sabría que hacer, es mi única familia, y la necesito mas que nunca, estamos a días del aniversario de la muerte de mis padres, y tenemos que ir al cementerio, lo hacemos casi todos los años, -casi porque Jack no va, y si lo hace no dura ni un minuto-. No le gusta hablar mucho del tema, en realidad a ninguno de los dos, nuestros amigos no saben nada al respecto, no le hemos dicho a nadie.
Llegamos al hospital, y Vicent baja a Jack entre sus brazos, yo cierro las puertas, y lo sigo, entramos al hospital, y ponen a Jack en una camilla, mientras Vicent da todos los datos de Jack, y desaparecen por unas puertas corredizas, una enfermera y Vicent  me de tienen.

-No puedes pasar, Muriel. -Me dice Vicent con pesar.

-Pero es mi hermano, necesito estar con el, -digo aguantando las lagrimas que tienen mis ojos.

-Lo siento, pero no puedes pasar. -Vicent me da un beso en la frente, -entraré yo, y me aré cargo de todo. Tu hermano estará bien, lo prometo. Ahora ve a sentarte. -Desaparece por las puertas, corredizas y la enfermera sigue parada, en frente de mi.

-No se preocupe, su hermano esta en buenas manos. -Me dice con una sonrisa, triste y me acompaña a sentarme. -¿Quieres un café o agua? Así te relajas.

-No gracias, me quedare aquí, usted puede entrar y ayudar a Vicent para salvar a mi hermano. -Ella asiente y se va.

Un dolor se forma en mi pecho, ahogandome no me deja respirar, Jack, Jack, Jack, en el nombre de mi hermano, es en lo que pienso, si tan solo me hubiese escuchado, nada de esto estaría pasando, ¡Dios! ¿de dónde habrá sacado tanta terquedad? No lo entiendo, si algo llegase a pasarle... No sabría que hacer, estoy sola, me siento sola, ¿qué hice para merecer tanto sufrimiento? Primero mis padres, ahora Jack, tan solo ruego y le pido a Dios, que no le pase nada.
Levanto la mirada, y veo a un chico que pasa en una camilla, pero el esta sentado, y con una mueca de dolor, y con la cara llena de sangre. Levanta la mirada, y nuestros ojos se conectan, y lo que veo en ellos, es una mezcla de sentimientos y emociones. Veo enojo, tristeza, furia, confusión, algo de felicidad, pero el desaparece por un pasillo, sin apartar la mirada de mi. La intensidad de su mirada, hizo que muchas partículas de mi cuerpo, empezaran a vibrar de forma extraña, cosa que no me habido pasado nunca , en mi vida.

Estoy mirando un punto fijo en la pared, no se cuanto tiempo estoy así, pero mi mente no para de reproducir, la imagen de mi hermano, tirado en el piso, con mucha sangre, y pidiéndome perdón. Ya no tengo lágrimas, ahora son sollozo abogados, que salen desde el fondo de mi garganta, el dolor se instalo en mi pecho, y no ha desaparecido. Vicent no ha salido, al igual que la enfermera, y eso esta preocupándome aún mas, y me asusta la idea, de no tener a mi hermano con vida. 

Enamorada Del EnemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora