Enamorada Del Enemigo

Capítulo 4

Mi vida esta llena de catástrofes, y estoy empezando a acostumbrarme a ello.
Tal vez en mi otra vida he sido, una completa perra con todo el mundo, y ahora estoy pagando las consecuencia de mis actos, pero preferiría no pagarlo tan alto, su costo me duele cada día mas, pero como el destino, tiempo o lo que sea, se empeña en hacerme sufrir, tendré que ser parte de ello, yo también puedo lastimarme, y sin la ayuda del tiempo o destino, puedo torturarle cuantas veces quiera, y luego morir de cansancio. Pero como dije antes el tiempo pasa lento para mi, y rápido para otros. Ese maldito tiempo, esta haciendo que me canse, y actúe yo misma, porque al parecer no esta solucionando nada, y eso me molesta demasiado.
Llevó mas de media hora, apoyada en la pared, esperando que un doctor salga de la habitación, de Jaén, pero aun no ha salido, nadie ni siquiera una enfermera. Voy a tener que entrar a la fuerza, y no me importa si me sacan a la fuerza, yo quiero saber como esta él. 

-¿Muriel qué haces aquí? -Veo a un Vicent cansado.

-Estoy esperando a que un doctor o enfermera, salga y me diga como se encuentra...

-¿Quién? -Me pregunta con interés, y yo hago una mueca.

¿Qué relación tengo con Jaén? Porque no tenemos ninguna, para mi el es un estorbo que no me ha dejado en paz, desde que mi hermano murio, y si pudiera hacer que se alejara de mi, seria sensacional, pero no, el aparece de la nada, y hace lo quiere conmigo, me habla, me besa, me reta, me advierte, me lastima, me obliga a hacer cosas que no quiero, y termino haciendo lo que yo quiero, pero gracias a eso, esta en el hospital, y yo estoy... Imposible.

Estas preocupada por él, admítelo. -Me dice mi subconsciente.

Sólo es culpa, no debí haber entrado a la casa, eso es todo, siento culpa y ahora estoy esperando, a que salgan para decirme como se encuentra, para luego irme a casa en paz, y sin remordimiento.

Dice eso hasta que te lo creas, porque ambas sabemos la razón, pero tu simplemente lo negaras, como siempre.

-¿Muriel a quién estás esperando? -La voz de Vicent hace que vuelva a la realidad.

-Estoy esperando a un amigo, el esta en urgencia, y todavía no ha salido nadie. - Paso mi mano por mi cuello e intento relajarlo.

-¿Cómo se llama? Tal vez podría conseguir algo de información, y decirte como se encuentra. -Dice con una mueca.

-¿En serio lo harías? -Digo alegre, demasiado para mi gusto.

-Sí, -me dice con una sonrisa, cansada.

-Jaén, se llama Jaén. -Le digo con una sonrisa, y el asiente.

-Apellido, necesito su apellido también.

-No lo sé, no sé su apellido, sólo se su nombre. -El asiente y hace una mueca.

-Voy a ver que puedo hacer, pero no te prometo nada. -Le doy un abrazo.

-Gracias, gracias. -Le digo contenta. El corresponde mi abrazo, y me pega mas a el, puedo sentir su abdomen duro, e incluso su pene, pero no me importa, estoy feliz. Me separo de él con una sonrisa, y el me da un casto beso y se va.

¿Qué mierda acaba de pasar? ¿Por qué Vicent me dio un beso? Esto es raro y preocupante, el no hacia esto. Un sabor amargo quede en mi boca, y me limpio los labios con violencia, borrando esa sensación asquerosa, pero sigue ahí, y me da asco, me doy vuelta y miro hacia la puerta donde han llevado ha Jaén. Y siguen sin salir, sino fuera porque Vicent, me a dicho que averiguaría acerca, del estado de Jaén, ya hubiese entrado.

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Perfecto ya son las diez de la noche, y no han salido, estoy aquí desde las ocho, los médicos no pueden tardar tanto o ¿sí? Los odio en serio, ni siquiera Vicent ha venido, maldito infeliz, no puede venir a decirme algo, y hacer otra cosa, la próxima vez, no dejaré que me toque, si lo hace alta patada, en sus pelotas le voy a dar, y no me importa si se enoja, se puede ir a la mierda.