Estoy en la habitación de mi hermano, buscando algún indicio de su vida, pero no encuentro nada, y estoy empezando a molestarme demasiado.
-Lo siento Muriel.
-¿Qué sentias Jack? -Busco de nuevo entre sus libros, pero no hay nada.
Rendida salgo habitación, cerrando de un portazo, me voy a mi habitación, y me tiro en la cama, frustrada.
-No encontraste nada en la habitación de tu hermano ¿verdad? -Me sobresalto al escucharlo.
-Mierda, -me siento con la mano en mi pecho. -¿Cómo entraste a mi habitación?
-Un mago jamás revela sus secretos. -Me dice con una sonrisa burlona, y esa sonrisa empezó a molestarme.
-Deja de sonreír de esa manera, idiota. -Vuelvo a acostarme, y miro al techo de mi habitación.
-No quiero, -siento que se hunde mi colchón y lo miro molesta.
-¿Qué crees que estas haciendo? Sal de mi cama, ahora. -Intento empujarlo pero me agarra las manos. -Soltame-, forcejeo pero no me suelta, y me sigue mirando con esa maldita sonrisa. Sube mis manos hacia arriba de mi cabeza, y el se sube encima de mi.
-No. Ahora escucha, bien lo que te voy a decir. Olvidaras la maldita conversación con Craw, y te olvidaras de mi. ¿Entiendes?
-No, no voy a olvidar esa maldita conversación, y tu me vas a decir la maldita verdad. Ahora. -Le digo exigente y empiezo a forcejear, para que me suelte, pero no lo hace.
-No voy a decirte nada, entiéndelo de una vez.
-¿Entonces por qué mierda me hablaste ese día en el hospital sabiendo que soy la hermana de Jack? -Solo me mira fijamente, no me responde, pero afloja su agarre y aprovecho para empujarlo lejos de mi. -Dime la verdad ahora.
-No lo aré, -se acerca a la ventana. Y yo le agarro del brazo, siento como empieza a tensarse. -Suéltame ahora, si no quieres sufrir las consecuencias. -Me dice enojado y amenazante.
Sus ojos se vuelven mas oscuros, su mandíbula esta tensa, su mirada es fría pero a la vez cálida, tal vez yo sea masoquista, pero me gusta su mirada, veo sus manos y ambas están echa un puño, en cualquier momento podría pegarme, pero no me importa, voy a soportar lo que sea,con tal de que me diga la verdad.
-Te soltaré cuando me diga la verdad, -agarra mi mano y hace presión en ella, y me duele hago una mueca de dolor, pero aun así no lo suelto, cierro mis ojos con fuerza y lo soporto, soporto el dolor lo mas que pueda, pero se que no durare mucho, ya que me esta doliendo demasiado.
-Suéltame niña tonta, o te romperé la muñeca. -Me advierte haciendo mas presión, en mi mano pero no lo suelto.
-No lo aré, -abro mis ojos y le muestro mi dolor a través de ellos, pero aun así no me suelta.
Las lagrimas no tardan en aparecer, afloja su agarre y me suelta, dejando ver a mi mano morada, y con marcas de sus dedos, lo suelto e intento moverla pero no puedo, me duele demasiado.
Levanta mi mentón con su mano, y me besa, lentamente pero yo no le sigo el beso, pone una mano en mi nuca para profundizar, el beso pero sigo igual, abro mis labios y el adentra su lengua, en mi boca. Hasta que un sabor metálico aparece en mi boca, y el gime de dolor, aprisionó su labio con fuerza entre mis dientes, pero no se aleja, simplemente deja que lo muerda, incluso puedo sentir que falta muy poco, para que mis dientes se toquen, pero el no hace nada, y eso es raro.
Dejo de morderlo, y me alejo un paso, y miro su labio inferior, que esta lleno de sangre, pasa su lengua y lo limpia, pero no para de salir sangre.
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Enamorada Del Enemigo
Teen FictionVer como mis padre fueron asesinados, enfrente de mi y de mi hermano gemelo no fue muy bueno, al menos no para mi, yo tengo un trauma por ello. Cuando nos secuestraron, me separaron de mi hermano y me llevaron a una habitación, estuve encerrada sin...