Capítulo 19: "Fantasmas del pasado"

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Un hombre de lentes oscuros se encontraba hablando con el encargado de una cantina en la barra.

¿El señor Ox?, decía un hombre regordete.

Si, Ox Satán, ¿quién de todos los que están aquí en el bar es?; decía el investigador.

¿Usted ya estuvo aquí hace poco; no?, primero pregunta por la hija y ahora por el padre, ¿por qué?; ¿acaso la frígida de Milk no sastisfajo al multimillonario que la compro?, decía el hombre regordete riendo.

No lo sé yo no vengo de parte de el hombre que compro a esa muchacha, yo necesito hacerle unas preguntas al señor Ox, es todo, decía el investigador.

Pues aún no llega pero si es muy urgente el asunto que quiere tratar con él puede ir a verlo a su casa, dijo el hombre.

¿Y dónde vive?, dijo el investigador.

A dos cuadras de aquí, la primera casa que encuentre esa es, dijo el hombre regordete.

¡Gracias¡ dijo el investigador antes de salir del lugar.

Mientras tanto: "Capital Central - Gimnasio"

Eso es todo chicos, decía un anciano, dando por concluido su entrenamiento.

¿Y qué planes chicos para el fin de semana?, decía Piccolo mientras se dirigía con sus amigos a sus camerinos.

Yo una cita con una chica que ando saliendo, dijo Yamcha.

Yo iré a visitar a mi hermanito, dijo Ten.

Nosotros iremos a bailar con nuestras novias, dijo Krilín mirando a Vegueta que solo asintió.

¿Y tú Gokú?, dijo Ten.

Yo viajare a Paoz con mi novia, dijo Gokú sonriendo.

¿Se van los dos solitos picaron?, dijo Yamcha dándole una palmada en la espalda al joven de cabello alborotado.

Si, que tiene de malo, dijo Gokú.

Nada, nada, después de todo tienes planes de matrimonio con ella, ya hasta viven juntos, decía Yamcha sonriendo.

Que mal pensado eres Yamcha, Milk y yo vivimos juntos pero no compartimos habitación, dijo Gokú con firmeza.

Está bien te creo, te creo, no te me esponjes, dijo Yamcha mientras sus amigos reían.

Fri pan:

Un gigantesco hombre miraba confundido a un hombre de lentes oscuros que estaba fuera de su casa.

¿Quién es usted?, ¿por qué me anda buscando?, decía el gigantesco hombre.

Señor Ox, necesito hacerle unas cuantas preguntas que solo usted puede respondérmelas a cambio de sus respuestas yo le daré un dinerito, dijo el investigador.

¿Peguntas sobre qué?, dijo el gigantesco hombre.

Sobre los cuatro hombres a los que usted vendió a su hija cuando era una niña, dijo el investigador.

¿De dónde saca usted eso?, ¿acaso usted esta investigándome?; decía el gigantesco hombre con molestia.

No, no claro que no, ahora le explico porque ando tras esos cuatro hombres,.............., decía el investigador inventándole una historia que el padre de la pelinegra término creyendo.

Minutos después:

Y es por eso que necesito dar con al menos con uno de ellos, decía el investigador.

"Dos historias"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora