8.Al fin y al cabo, era para siempre

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VERSIÓN DE JUD

Me paré en medio de la carretera, solo hiperventilaba de nervios y del frío que hacía. Rose me había seguido.

-¿Que ha pasado Jud?- me preguntó.

-Ha cortado ... conmigo - le dije llorando, solo sentía dolor. -Cree que me voy ... que me voy..

-¿Con quien ?- me preguntó Rose.

-¡Con Alex!- le grité. -No confía en mi. No es justo. - empezaba a tener los labios morados.

-Todo va a arreglarse, Klein a ido a hablar con Ray. Te llevo a tu apartamento, será mejor que duermas, no puedes constiparte. Mañana hablaréis.

Fuimos andando a la residencia, Rose me calmaba pero... ¿y si Ray no quería hablar de ello?

-Recuerdo que Klein me hizo lo mismo , a los cuatro o cinco meses, no lo recuerdo muy bien - me contaba mientras me quitaba la ropa y me ponía en la cama. -Me dejó por querer ir a ver a mis padres. Se ve que tienen un trauma o algo.

-Pero es que no consigo entenderlo. ¿No puede aguantar una semana ? - le pregunté indignada.

-No, Jud, es adicción. No podemos aguantar estar lejos de la persona que queremos, es así, somos así. Pero tu. -Me cogió la cara - Puedes huir de esto. No cometas errores... - escuchamos a alguien en la habitación.

-¿De que puede huir exactamente?- era Vanity, ¿Cómo había ido hasta allí?

-¡Vanity!- exclamó Rose, enseguida le cambió su cara.

-No te alegras mucho de verme, ¿podrías ir a la casa? Me gustaría hablar con Jud a solas, por favor. -su sonrisa daba escalofríos.

-Cla...claro...- dijo insegura. -Mañana nos vemos Jud. - se fue enseguida, realmente me había preocupado bastante como se había ido.

-Verás Jud, no estoy aquí por ti ni por Ray. Estoy aquí para ver si le quieres y si estás dispuestas a sacrificarte. -Entra y cierra la puerta.

-¿De que me hablas? -recordé que Rose me dijo que nadie debía saber que ella me proporcionaba información.

-No te hagas la tonta, se que Rose te cuenta cosas, cosas sobre nosotros. -Empezó a relatarme. -No me caes mal Jud, has sido la primera que he aceptado mas o menos, pero tampoco daría mi vida por ti.

-¿Han habido mas? ¿De la parte de Ray? - pregunté.

-No, Ray te ha sido sincero, demasiado diría yo. Se lo que sabes, pero si Ray te ha dejado esta noche es porque te quiere demasiado. No quiero que te acerques a él, nadie se merece a mi hermano -empezó a ponerse agresiva - y mucho menos una cría como tu, que enseguida que le llama su mami va a casita.

-No eres quien para decir nada sobre nuestra relación - le dije. 

-¿Que no? Créeme que si, has sido un juego Jud. No creí que mi hermano te fuese a desvirgar tan pronto, yo aposté que unas... ¿dos semanas? El único que acertó fue Klein, Rose casi gana. -¿Rose?¿todo era una apuesta?

-Mientes. - le dije.

-¿Crees eso? Una mentira tan sencilla... -preguntó riendo.

-¿A que has venido?- le dije.

- A explicarte algo -me cogió del cuello -o estas con mi hermano o lo dejas en paz. ¿Lo has captado?

Asentí cuidadosamente, me asusté demasiado.

-Te ves demasiado buena, pero no me fio de ti, no quieras llevarte mal conmigo, no me gustaría atarte a una cama. -me amenaza.

-¿Lo solucionáis todo con sexo? No estáis bien,- le dije. -Rose lo pasó mal y ... ¿pretendéis hacer eso conmigo también?

-¿Que Rose lo pasó mal?¿Te contó que cada uno tiene un poder, no? - lo sabía todo. -Jud, te seré sincera, te has tragado todo lo que Rose te ha dicho. Debes estar con mi hermano, porque por tu culpa, él estará solo toda su vida.

-Ha sido él el que me ha dejado, así que  a mi no me des el tostón. - la empujé hacia la puerta. -Quiero a tu hermano, pero a sido el el que me ha dicho adiós.

Me pasé aquella noche llorando, me iba al día siguiente por la noche y me encontraba sola y destrozada. No podía creer que Ray me hubiese dejado, tan solo tres meses y la sensación de no estar con él era como si hubiese estado mil años con él.

A la mañana siguiente tuve que hacerme la maleta, aunque en principio me iba una de las semanas, me iría las dos, ya que no tenia motivos para volver antes. Sonó mi móvil, era mi madre.

-¡Hola cariño! Esta noche iremos a recogerte. ¿Al final cuanto tiempo te quedarás?- estaba muy ilusionada. -Te echamos tanto de menos...

-Pues verás mamá...Al final..- alguien tocó a la puerta. -Espera que llaman a la puerta. Me quedé congelada. -Ma...Mamá...luego te llamo. - y le colgué.

-¿Puedo pasar?- era Ray. Se veía mal y con los nudillos amoratados.

-Si, ¿Qué pasa?- le pregunté sentándome lo mas lejos de él.

-Se que puede que pienses que soy un capullo y todo eso, que lo soy, pero ayer me precipité. Lo siento. -No esperaba que se disculpase.

-Si que lo eres, y vale. - le dije de forma orgullosa intentando no llorar. -No puedes hacer eso Ray cada vez que te digo algo que no te gusta. Llevamos tres meses y hemos discutido mucho.

-¡Perdóname!- exclamó- pero es que pienso en que no puedo estar contigo y se me abren las carnes... Ha sido la peor noche de mi vida. Entenderé que quieras ver a tus padres, pero por favor- se arrodilló- no me dejes.

-Déjame pensarlo, no se cuanto tiempo estaré, esto nos vendrá bien, créeme.- le dije acariciándole una mejilla.

Nos quedamos dormidos en mi cama, quería estar con él, pero si dependía tanto de mi, yo debía asegurarme de estar con él, al fin y al cabo, era para siempre.


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Siento mucho tardar en actualizar pero estoy de exámenes y mi móvil no me deja mucho escribir. Intentaré seguir con mi marcha de un capitulo cada día o cada dos días,


Tu me darás la vida. ReeditadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora