9.Tercer placer: Conexión

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La mañana siguiente me despedí de Ray, se que seguiríamos juntos, pero aclararme la ideas no vendría nada mal. Sinceramente era lo mejor que podríamos hacer, lo mejor que podía hacer yo.

-Ten cuidado, estaré aquí para cuando vuelvas- le dolía desprenderse de mi.

-No pasará nada, te quiero mucho. Nos vendrá bien- le dije , intentando convencerlo o tratando de convencerme a mi misma.

-No aguantaré sin verte.- no dejaba de repetirme aquello. -Te llamaré todo el tiempo.

-Solo una semana...puede que dos, echo de menos a mi familia. Entiéndelo.- le dije cariñosamente.

-Se lo que es eso, por eso mi suerte es que mi familia a tengo en la casa, y pasaría lo mismo si me dejases...

-No hablemos de eso ahora. Te quiero- le besé y me subí al tren.

Me pasé el viaje hablando con Ray, acabábamos de despedirnos y ya me sentía vacía por dentro, aquello no era bueno. Después de cuatro horas de viaje llegué a la estación de tren, añoraba tanto mi pueblo.

-¡Cariño!- ahí estaba mi querida madre, me dio un abrazo que no podía respirar.

-Si... yo también te he echado de menos, necesito respirar.- le dije apartándola.

-Como has cambiado en tan solo cuatro meses. Vamos que tu padre esta esperando en casa.

Mientras estábamos en el coche, le mandé un mensaje a Ray diciéndole que ya había llegado, ni si quiera me contestó, eso me resultó bastante molesto. Mi padre se alegró de verme, como siempre, pero echaba algo de menos. 

-Bueno, cuéntame, ¿Cómo van las clases?¿Has conocido a mucha gente?- mi madre no dejaba de hacerme preguntas, y la cena no era el momento más indicado.

-Todo bien mama, muy buen ambiente.- le contesté.

-¿Solo eso? Vaya....- me siguió hablando pero desconecté ya que al momento me llegó un mensaje de Ray.

"Espero que estés bien, te echo mucho de menos. Te quiero. Ray"

No pude evitar sonreír.

-¿Estás escuchándome?- me preguntó mi madre.-¿Con quien hablas que es tan importante para pasar de tu propia madre?

-Con nadie. Siento decir esto. -mi padre y mi madre prestaron atención- Estoy cansada y quiero dormir.- creo que se esperaban algo peor.

"Te llamo ahora"- le contesté

-Ey, ¿Cómo estas?- se le notaba la voz cansada.-¿Como ha ido la vuelta a casa?

-Bien, aunque te echo mucho de menos.- dije solamente. Pensaba que estaría peor él.

-Te lo dije, iba a ser duro.- me contestó- Pero esto se puede arreglar enseguida, ¿donde vives? - preguntó.

-No, ni se te ocurra.- le dije-No vengas.

-¿Por que no?- preguntó extrañado.-Tu misma lo has dicho.

-Mira, quiero estar con mis padres, y contigo también, créeme. Pero sería raro, ya mi madre me nota diferente...- dije en un suspiro. -Y quiero desconectar.

-Te ve mal, y solo llevas ahí desde la tarde- dijo Ray.-Estás pálida, cansada, descentrada, no quieres hablar....- tenía razón.

-Si....¿como lo sabes?

-Porque yo estoy igual, cuando al principio te mordía cuando follabamos, chupaba tu sangre , eres mi adicción.- me gustaba oír eso aunque me preocupaba.

Tu me darás la vida. ReeditadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora