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Ese chico comenzó a ir a la biblioteca más seguido. A veces traía su computadora o leía el primer libro que encontraba en la sección de deportes.

No es como que me importara demasiado, pero al haber poca gente podía notarse su presencia más fácil...

Bueno, siendo honesta, sí me interesaba un poco.

Parecía ser parte de mi día sacar mi mirada del libro por un milisegundo solo para verle leyendo o tecleando cosas a lo loco, para luego gruñir y borrarlas. En más de alguna instancia no pude aguantar las ganas de reír y tuve que esconderme bajo mi libro, agradeciendo que la señorita Stratus tuviera la música más o menos alta y que me encontrara en el rincón contrario al que él.

No soy inmune ni mucho menos, admito también que me pareció bastante guapo.

Sus ojos eran tan azules como el cielo veraniego de cada tarde en la ciudad. Su forma de sonreír cuando la señorita Stratus lo saludaba era hermosa, transmitía calidez y seguridad.

¿Tengo que continuar?

...

Bien.

Me parece que estoy interesada un poco en él.

Goodbyes [Starlight 0.5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora