Capítulo 39: Sed de poder

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Maldecía entre dientes, porque era notorio que su cuerpo así tendría más fuerza.

Tu fuerza es el doble que la de él vampiresa, puedes acabarlo con los ojos cerrados si quisieras.

—Puedo acabarte si quisiera — dije repitiendo la voz.

—Alex, detente ahora — grito Milord ordenándome.

Ya este anciano me tiene cansado, desate de él vampiresas.

Cuando me ordeno que acabara con Milord, puse resistencia a mi cuerpo y me negué hacerle caso a su orden. Me repetía que acabara con él varias veces pero podía resistencia cada vez más. De repente sonó un estruendo que provenía de la puerta y tres chicos aparecieron, estaban vestidos de negro y sus rostros estaban ocultos.

Los chicos se habían puesto en posición de ataque, Miguel había puesto sus manos con fuego, Jhon estaba más que listo para ir con toda fuerza y Scott listo para ir con todo también. Algo me decía que no debía dejarlos pelear, mi cuerpo ya estaba racionando a mí, ya no estaba siendo controlada, en un cerrar y abrir de ojos ya estaba frente de Jhon. Lo mire y diciendo le que se fueran, que huyeran mientras podían.

—Váyanse ahora — les ordene.

—Pusiste resistencia a la orden que te dieron de atacar a Milord— dijo Jhon y lo mire algo atónita, porque lo supiera y luego recordé leyó mis pensamientos.

—No le haría daño a alguien que se ha ganado mi aprecio — dije y mire a Milord — Ahora has que se vayan de aquí Jhon.

— Estás loca si piensas que te dejare aquí sola — exclamo Scott.

— Solo vete amor, no quiero que te ocurra, que les ocurra algo a ustedes — dije acariciando su rostro.

— Una escena conmovedora — dijo uno de los chicos con voz gruesa, mientras los otros dos reían.

—Conmovedor va hacer cuando los mate a los tres —dije amenazadoramente.

—Nos han hablado mucho de ti, pequeña Muller —dijo el chico de la izquierda

— No sé cómo demonios saben mi apellido pero lo descubriré en cuanto supliquen que los mate — dije empezando a caminar hacia ellos.

— Yo que tú me quedaría donde estas — dijo el chico de voz gruesa.

— Si no fuera porque soy chica, diría que tienen miedo— dije burlonamente y me detuve cruzando los brazos.

Había tomado la actitud de cuando me controlaban. Burlona, sarcástica y muy sedienta por sangre. Sentí mis ojos volverse rojos, mis manos se estaban calentado y mantuve mi mirada fija en uno de ellos.

—Tu don de dolor no funcionara con nosotros — dijo el vampiro que estaba a la derecha.

— Son tan cobardes que uno de ustedes tiene un escudo puesto en los tres — dije y sentí como se molestaban. He dado en el clavo — y traer el rostro oculto— solté una risa — que hombres son —dije sarcástica.

Por detrás de mí escuchaba a Milord ordenar a Gale que volviera abrir el portal para que los demás se fueran. Jhon, Miguel y Scott aín seguían detrás de mí, estaban listo para pelear si ellos atacaban, pero la verdad entre ellos tres yo tenía más fuerza. Siempre en las clases de batalla me ponían con los hombres que su habilidad es de fuerza y puedo con ellos como si se tratara de una chica — reía por el pensamiento que tenía— y el vampiro de la izquierda se puso en posición de ataque.

—Veo que hay que enseñarte modales Muller — hablo el vampiro de la izquierda.

— Veamos que tienen imbéciles — exclame.

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