Nunca imaginé que el mundo fuera tan pequeño, eso , o que existieran tales casualidades, esas que pueden hacer que te cambie la vida hasta puntos inesperados.
Todo comenzó un buen día de otoño, en Alemania precisamente por razones que aún no podía c...
Esta mañana hace más frío de lo que últimamente está haciendo. Estoy vestida cual cebolla para poder sobrellevar el frío. Han pasado ya ... 2 días desde mi encuentro con Jack y aún me siento plena por ello. Después de haber tomado aquellas fotografías decidí que debería volver a casa antes de que se hiciera verdaderamente de madrugada y muriera del frío polar alemán en medio del bosque. Fue precioso mientras duró y aunque le tomé la palabra a Jack decidimos dejar las cosas en manos del destino, seguros de que volveríamos a encontrarnos antes de que él se fuera y yo tras él. Simplemente recogí mis cosas, le di un beso en la mejilla y me fui con el alma renovada. Las caricias de Jack durante esta tarde y el cariño que nos procesamos mutuamente a través de ella solo me hace pensar en que existen de verdad las almas gemelas, conectadas a través de algo o por algo.
En fin, voy camino a la Universidad, como he dicho, confío demasiado en el destino y en la impresionante conexión mutua que tenemos, así que en cuento llegue voy a pedir una cancelación de mi matrícula para el semestre que viene. Sí, he estado aquí un semestre, mis expectativas durante estos magníficos 6 meses han sido las que creía que iban a ser desde un principio. He aprendido muchísimo pero sé y estoy segura que lo que se avecina con Jack va a ser incluso mejor y me va a dotar de experiencias incluso mejores. Por ahora, solo voy a posponer mis estudios 6 meses, que es lo que queda de año, ya veremos que pasa más tarde.
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Hoy es miércoles, han pasado ya 3 días desde que fui a la Universidad a "darme de baja".
Han pasado 4 días desde la última vez que vi a Jack.
Cojo la cámara y salgo por la puerta de mi casa. Hoy el días está espléndido, brilla el sol (sin calentar, pero ahí está presente) hace frío (4º o así, pero eso es genial)... Y me dirijo al parque. ¿He dicho ya que los parques alemanes son una maravilla de los Dioses? Son como pequeños bosques al alcance de cualquiera, mucha vegetación, muchos árboles, en definitiva una preciosidad. El aire que se respira siempre es puro, es sano; a pesar de que en España donde vivo no haya este tipo de parques ni vegetación, me siento como en casa.
Estoy tan distraída tomando fotos que no me doy cuenta. Enfoco hacia una dirección y ahí está, ahí está Jack. Me ha visto y está sonriendo con esa preciosa sonrisa que quita el hipo a cualquiera. Siento la felicidad en cuanto le veo.
Es entonces cuando ocurre, cuando sé con certeza que él es lo que quiero y que abandonaría 1 y mil veces más todo lo que tengo por irme con un completo desconocido, con él.
Hago click y disparo la cámara para inmortalizar el momento
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