Tailandia

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-Narra Sofía-

Nuestro primer destino, Tailandia. 

Llevamos 7 días, 7 alucinantes días en los que hemos estado en Bangkok, Chiang Mai y ahora en las islas Phi Phi. Está siendo como un sueño; el choque cultural está siendo tremendo, pero eso es lo más apasionante de todo esto.

 Nos alquilamos una motocicleta para poder movernos por Tailandia, aquí todo funciona un poco así. Gracias a ella y a que no venimos con un equipo muy cargado, este viaje nos está siendo mucho más fácil.

Una de las cosas que más llamó nuestra atención fueron el estilo de vida de los puestos callejeros, los mercados y las luces, la luces de noche que iluminan la ciudad de todos los colores. Aquí el estilo de vida es mucho más distinto, son más libres de espíritu y hacen mucha más vida en la calle que el resto de los europeos. Jack y yo quedamos impactados por la belleza "rústica" y un poco abandonada que nos transmitían las calles de Bangkok y del arduo trabajo de las personas que están todo el día atendiendo en los puestos callejeros.

Hemos descubierto que una de las grandes pasiones que nos une es la comida. Y esta idea de mercados en medio de la calle, puestos y puestos de infinidad de comida tradicional y casera... Vas andando por mitad de la calle y vas saboreando a través de los olores siglos y siglos de cultura y tradición. Hemos cenado todas y cada una de las noches que llevamos aquí este tipo de comida porque además es muy barata.

 Hemos cenado todas y cada una de las noches que llevamos aquí este tipo de comida porque además es muy barata

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Las noches sí, las noches están siendo demasiado especiales, al principio todo fue un poco

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Las noches sí, las noches están siendo demasiado especiales, al principio todo fue un poco... vergonzoso, aunque con naturalidad. Toda la naturalidad con la que dos personas casi desconocidas que escapan juntos pueden dormir en la misma cama. Pero día tras día esta vergüenza se fue perdiendo. Las primeras noches intentábamos no forzar las cosas y cada uno se acostaba cuando necesitaba... De esta manera no lo hacíamos a la vez pues sería algo incómodo, ¿verdad? Te das la vuelta, lo miras, te duermes directamente o hablas con él...

Pero a medida que iban transcurriendo las noches, teníamos más confianza ganada durante el día a día e íbamos acostumbrándonos a ... acariciarnos las manos, los brazos o la cara antes de dormir. A eso le sumamos el mirarnos un buen tiempo en silencio antes de dormir, el decirnos buenas noches e incluso robarnos algún que otro beso en la nariz, la frente o... los labios. Una simple caricia que despertaba todas las noches un hormigueo duradero en la zona del beso recibida.

La primera vez que sentía sus labios sobre los míos por la fracción de segundos que duró aquel contacto mi corazón se paralizó para luego comenzar a palpitar con fuerza. Lo observé a los ojos tal y como lo hacía cada noche para intentar descubrir sus pensamientos, pero solo descubrí pasión y miedo mezclados en aquellas obres que tanto me gustaban. A la noche siguiente decidí tomar yo la iniciativa y en seguida descubrí que los temores abandonaban los ojos de Jack y me mostraban un nuevo paraíso donde alojarme si quería. También comprendí que ese hábito podría robarme el alma, tal y como Jack y ese viaje estaban haciendo conmigo.


El viaje de tu vida ~ Jack Harries ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora