LA REALIDAD

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— ¿Gin-chan? —una voz ronca llamo la atención de los dos chicos que se encontraban aferrados a la cama de ella.

— ¡Kagura! —gritaron su tutor y Shinpachi al ver despertar a la pelirroja.

— ¡Sabía que despertarías si decía tu nombre 100 veces! No quiero alardear mocosa, pero le debes la vida a este hombre.

— ¡Iré a llamar al doctor! Kagura-chan, ignóralo solo dijo tu nombre 87 veces —unos lentes salieron de la habitación a toda prisa.

— ¡El sádico! ¡Su pierna! Tienen que ayudarlo— la pelirroja se aferró al brazo de su tutor alarmada.

—Oye, tranquila—Gintoki la tomo de los hombros y la empujó para acostarla en la cama —su pierna está bien, no... No te preocupes. Preocúpate por ti estuviste dormida por seis horas.

— ¿Qué hago aquí? ¿Por qué estoy en el hospital?—se sentía desorientada, un pequeño dolor de cabeza la invadió y el cambio repentino de escenario no la ayudaba a entender la situación.

En unos minutos Shinpachi volvió con el doctor quien autorizó al tutor y a los lentes que permanecieran a su lado hasta que familia más cercana llegará. Realizando los chequeos de rutina rápidamente, se escuchaban ruidos afuera de la habitación, en estos momento el hospital estaba muy ocupado indico que su cuerpo se encontraba bien y que no tenía ninguna consecuencia debido al accidente esto calmó a los dos varones y en un momento a solas pidió a Gintoki que conversaba con ella del accidente sin hacer mucho esfuerzo.

El doctor se retiró rápidamente al escuchar la alarma dejando un mal sabor de boca a los dos varones.

—De seguro quieres ver a Soyo-chan —comentaron unos lentes en busca de protagonismo.

— ¿Está aquí-aru?

—Si —sonrió tristemente —no se ha separado ni un segundo de Okita-san —dijo mientras que la pelirroja sentía una pequeña molestia formarse en su pecho. Trató de sacarse esa sensación extraña para ella, esos dos son amigos de la infancia. Todo estaba bien.

"Kagura-chan, lo hice... ¡Me dijo que si! —una voz aguda y dulce le gritaba mientras saltaba sin parar, sus manos cogían con fuerza las de su compañera llena de emoción, como si hubiera ganado la lotería..."

— ¿Kagura?

— ¿Eh? 

—Te quedaste como estúpida por unos momentos ¿Te preguntaba si quieres que llame a Soyo-chan? 

— ¡No! ¿Y a quien le llamas estúpida? ¿Ah? Cuatro-ojos inútil —ambos miraron extrañados el rechazo de la menor, ni ella entendía la negación de su respuesta —Digo sí. Estar tanto tiempo con el sádico hará que aumente su sadismo.

—Bueno ahora que son pareja. Es inevitable que Soyo suba ese nivel— rió el cuatro ojos. Espera ¿Qué? ¿Pareja? Kagura abrió los ojos como si fueran a dispararse, sin embargo no pudo decir nada ¿vergüenza? ¿Timidez? esa palabras no iban con ella.

—Oye, Shinpachi —susurro el peliblanco y este se apeno oculto su boca con una mano como si de una indiscreción se tratara ¿Acaso le estaban ocultando algo? Acaso el sádico y Soyo se volvieron novios en las seis horas que nuestra protagonista quedo inconsciente. ¡No! Qué clase de novelas se le estaban ocurriendo. Doctor de mierda, ¿qué clase de medicamentos le estaba dando?

"— ¡Vamos! ¡Dilo! ¿Me amas? ¿No? "

Las palabras que el castaño le había reclamado sonaron en su cabeza causándole enojo y nervios.

—Ya que la señorita está bien— dijo el peliblanco —Explícanos ¿La razón por la que tú y Okita-kun estaban en un autobús con dirección opuesta a sus hogares?

HAPPY DREAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora