TARDE DE ESTUDIOS

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Mi cabeza expresaba su dolor cada segundo que permanecía afuera con el maldito sol de inicio de verano, la sombrilla me protege pero el calor era muy sofocante, en estos momentos quisiera poder teletransportarme como Goku.

Sólo un poco más...

Ya casi llegaba, abriría la puerta, saludaría a Sadaharu y metería mi cabeza dentro del refrigerador ¡Oh hermoso frío! Ya podía imaginar y sentir el placer de sentir la frescura.

Después de que me dieran las notas y me dijeran que debo dar otra ronda de exámenes, Gin-chan me dijo que no me daría lo habitual de comer y le obligaría a mi estúpido sádico a enseñarme porque él no perdería más tiempo en mí. ¡Maldito permanentado quemare todas tus Jump! Y bloqueare ese programa del tiempo, para que jamás vuelvas a ver a Ketsuno Ana.

Hoy es un día de mierda.

—Oye, China date prisa. Tu cerebro se derretirá y te volverás más estúpida.

A lado de una persona de mierda.

El sádico era el encargado de enseñarme todo lo que fuera Ciencias y matemáticas, Soyo por iniciativa propia se comprometió a enseñarme inglés y Letras. Gin-chan les había dado los temas, así que dijo que todo dependía de ellos. Porqué ella era un caso perdido. dijeron esos dos estúpidos. Apenas llegamos hice todo lo que había planeado en el camino, al terminar el estúpido Chihuahua había sacado mis libros y mis lapiceros. Me indicó que me sentará. Le hice caso sólo porque me sentía cansada, levantó su dedo haciendo que lo siga con la mirada y señaló mi libro señalando la primera fila de ejercicios.

—China, resuelve desde aquí hasta aquí —se levantó y se tiró en el sofá. Maldito, no estaba dispuesta a reprobar por este pedazo de porquería.

— ¿Qué? ¿Esta es tu forma de enseñarme? —reclame. Él se levantó y volvió a la mesa donde me encontraba.

—Bien, usa estas fórmulas.

— ¿Formulas? ¿Qué es eso? ¿Acaso estás jugando conmigo? —como si quisiera volverse más idiota se golpeó la cabeza con la palma de su mano sentándose al frente mío.

— ¿Cómo es que estamos en el mismo grado? ¿Ah? Creo que deberías mandar a ese perro gigante. Dame dos horas y te aseguro que el aprobará tus exámenes.

—Eres un bastardo acabaré contigo-aru —me levanté con la intención de golpearle en el estómago, lo haría arrodillarse ante mí y pedir una pizza y pagarla con su dinero.

—Perdón —se disculpó y lo solté, me senté y su dedo señalo el libro nuevamente —seré más paciente —me sonrió haciendo que bajará mirada hacia el libro ¡Odio esto! ¡Me pone tan nerviosa! Pero las ganas de golpear su cara nunca se irían ¿Debería hacerlo? Solo una patada en el rostro y tal vez se me vaya la ira —en la numero uno usa la tercera formula que está en esta página, ahora resuelve.

— ¿Eh?

—Así es como aprobé, memoriza las formulas. Las matemáticas no son difíciles, las preguntas que te hará el Danna serán sencillas. Como para un chimpancé. Así que... yo duermo y cuando termines esos ejercicios te daré esto —saco una hermosa cajita roja del bolsillo de su uniforme, se acercó un poco casi colocando su cuerpo sobre la mesa acercando su rostro al mío —y un beso.

— ¡Sukonbu!

—Sí, sí, y te daré un beso, no lo olvides.

— ¡Qué asco! Dame primero el sukonbu y haré los ejercicios-aru.

—Este entrenamiento no sirve si te lo doy antes, —ese imbécil escondió mi amado sukonbu mientras sonreía de forma sádica —así es como se entrenan a los perros, cariño.

—Oye estúpido aquí el único perro eres tú, Sadaharu es más humano que tú.

—China, realmente ¿quieres ir a esas clases de verano? ¿No?—giré mi rostro sonrojado debido a que su cara se aproximaba más a la mía—sabes que te besare así no hagas los ejercicios—sentí su aliento, provocando un pequeño temblor en mi cuerpo, alce la mirada al sentir que se alejaba y se ponía de pie acercando su silla para ponerse a mi lado —ya que no harás nada ¿qué tal si nos ponemos cómodos? Mi china

—De acuerdo-aru.

—Oye...

—Más te vale que me des todo el sukonbu que tengas cuando termine-aru.

Soltó un suspiro tirándose en el sofá, colocándose su horrible antifaz para dormir.

Es un idiota, como si yo quisiera que me besara...

—Oye ¿ya terminaste?—me preguntó de pie a mi lado mientras veía mi libro.

—Pero... hace un momento tú...— me levanté mirando al sofá vacío, estaba segura de haberlo visto tirarse ahí, entonces porque salía de la cocina.

— ¿Estás bien?

—Sí

—China... —lo miré indicando que continuara con lo que diría — ¿Me amas? ¿No? —podía sentir mi rostro calentarse.

— ¿Qué estás diciendo, tarado?

—Di la verdad. Tú me quieres...—el sádico ignoró mi pregunta. Esto no me gustaba nada. Estaba hablando incoherencias, sonaba como si se esforzara en que la haga caso. Busque su mirada sin éxito, su flequillo estorbaba demasiado y eso me asustaba.

— ¡Oye, sadico!

— ¡Kagura!— alzó la voz logrando asustarme.

— ¡Imbécil! ¿Cuál es tu...

—Desde ahora te llamare así. Ella tendrá que saberlo así que...

—Oye ¿Qué estás diciendo? —se quedó callado iba a volver a preguntar pero...

—Kagura... mi pierna —levantó su rostro mostrando una expresión adolorida y su mirada carmesí me miraba asustada. Me levante y vi un largo tubo atravesando su muslo derecho, sus manos hacían fuerza alrededor de la zona afectaba la sangre no dejaba de salir, lancé un grito asustada ¿Cómo es posible? ¿En qué momento? Todo estaba bien hace un momento él estaba coqueteando conmigo, nos insultábamos y de seguro pediríamos algo de comer.

—¿Estás bien? —me preguntó

—Pe-pero ¿qué preguntas? ¿Cómo paso esto?

—Kagura... Kagura... — susurro llorando

— ¡Llamaré una ambulancia! —cogí mi celular poniéndolo a mi oído, después tendría que llamar a Gin-chan

—Kagura...

— ¡Vas a estar bien!— lo empuje haciendo que se sentará donde hace unos momentos estaba por empezar a resolver el libro de matemáticas, me voltee a ver el celular y este seguía con el tono de espera causando que mi desesperación empeorará. Gire hacia donde estaba el sádico y vi su rostro con diversos golpes, salía sangre de su frente, empecé a sentirme mareada el seguía llamándome, era extraño porque no era su voz me acerqué lentamente tratando de reconocer a quien pertenecía esa voz que salía de los labios de mi sádico novio.

Era la voz de Gin-chan.

—Kagura-chan por favor, despierta... 

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Necesito avisar que no actualizare tan pronto.

1.- Sera mas largo, no digo que sea mucho pero a comparación de los otros caps ya entenderán porque era tan cortos llegando a las 500 o 600 palabras.

Por ultimo agradecer a los que están leyendo, votando y comentando que son del grupo de Amamos el OkiKagu/We love OkiKagu

Y  a Tania1469 que ha estado leyendo este fic a pesar de que no ha visto Gintama xD 



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