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Al entrar a la casa del mayor, ambos notaron un delicioso aroma que, seguramente, provenía de la cocina. Inmediatamente, Yoongi sonrió y avanzó hasta la cocina, encontrándose con el desayuno listo y 3 platos sobre la encimera, el chico con el que había llegado no estaba ahí, por lo que dedujo se estaba cambiando o algo así.

Hoseok, por otro lado, se debatía en si debía sólo entrar completamente o quedarse ahí, en el umbral de la puerta, esperando a que su amigo le dijera si podía entrar y sentarse o algo. Estaba cohibido, como nunca antes lo había estado en presencia de su amigo y es que, él creía que había interrumpido algo que podría ser importante, y eso lo hacía molestarse con él mismo y, a pesar de que Yoongi le había dicho que realmente quería que estuviera ahí en ese momento, él se sentía incómodo y estúpido. No sabía que las palabras de Yoongi eran lo más real, él nunca decía algo si no estaba seguro o si no lo decía con toda la sinceridad de su corazón, pero Hoseok aún tenía dudas, después de todo, la gente siempre cambia.

Yoongi se adelantó, mientras Hoseok mantenía su monólogo interno, Yoongi fue hasta él y lo jaló dentro de la instancia, haciéndolo sentarse a desayunar, palmeó dulcemente su hombro y fue en busca del otro.

Hoseok miraba el desayuno, realmente se veía delicioso y le abrió inmediatamente el apetito, pensó que quizá lo que necesitaba no era comida, sino comprensión y amor para poder vivir sanamente, quizá sólo le hacía falta compañía.

Yoongi apareció frente a él con una enorme sonrisa y con el otro chico tras él, lo hizo ponerse delante de él, también sonreía y a Hoseok se le calentó un poco más el corazón, se dio cuenta de que era bienvenido y de que realmente lo querían ahí.

"Soy Park Jimin, es un gusto al fin conocerte, hyung", así fue como Hoseok supo que aquel pequeño también era más pequeño en edad.

Hoseok sonrió tanto que sus mejillas se sintieron ligeramente adoloridas, "me da gusto conocerte también, Jimin".

Ambos se miraron con alegría y el menor fue el que rompió el silencio, acercándose a su nuevo hyung y abrazándolo con mucho cariño, y es que, a pesar de que el menor no conocía físicamente a Hoseok, sentía que lo conocía de toda la vida, gracias a todo lo que le había contado Yoongi, entonces, de esa manera se sentía cercano a Hoseok, como si también hubiesen sido amigos siempre.

Al separarse, Jimin le dijo al oído algo que a Hoseok le hizo sonreír tanto que incluso soltó una dulce carcajada de las que hace mucho no salían de su interior, y es que Jimin tenía razón, tenía tanta razón que le causó una infinita alegría.

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