02. Reunión de héroes

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Se despertó lentamente con los ojos pesados. Tenía aún ganas de seguir durmiendo, pero su cuerpo le exigía que se levantara, aparte que su estómago vacío gruñía. Se encontró envuelta en una manta de polar roja en un colchón dentro de una camioneta. Por afuera, con las puertas abiertas, se podía ver parte de un bosque. Se sentó lentamente, y se dio cuenta que todavía llevaba puesto su traje de Silk Spectre. Tuvo que aguantarse las tremendas ganas de vomitar y cerró con fuerza los ojos para que todo a su alrededor dejara de girar. Respiró profundo, calmando sus mareos y el dolor incesante de su cabeza.

-Maldición, John. ¿Qué carajos me has echo?-dijo Laurie.

Estaba sola, sin la menor idea de dónde estaba. ¿Acaso John los envió por separado? Y si era así, ¿quién la había metido dentro de ese lugar?

Justo un hombre apareció frente a las puertas de la camioneta. Se sorprendió tanto de verla que incluso asustó a la vigilante.

-¡Ay, ya estás despierta!-dijo aliviado el hombre, calmándose un poco de la sorpresa. -Qué bien. ¿Te sientes bien?

-Em...-dijo un poco insegura Laurie, tratando de pensar en una respuesta. -S-solo estoy un poco mareada, aparte de hambrienta.

-¡Oh, aguarda aquí!

Se fue a la parte delantera de la camioneta, y sacó de una caja y bolsas una botella de agua y galletas saladas. Laurie le agradeció con gusto. Comía despacito las galletas, con cuidado de no tejer que sacarlo todo de una vomitada. Se sentía un poco insegura con el hombre a su lado, quien parecía contento de verla comer. No paraba de preguntarse quién era y qué quería de ella.

-Ah, perdón por mirarte así-se disculpó el extraño al darse cuenta de su incomodidad. -E-es que no esperaba que despertaras tan pronto.

-¿Hace cuántos que estoy inconsciente?- se atrevió a preguntar.

-No estoy muy seguro de eso. Te encontramos ayer anoche en el bosque. Su pusimos que por tu traje eras una...

-¡Scott!-llamó desde afuera una mujer. Ingresó por las puertas de la camioneta. -Scott...¡Ah! Ya veo, estas despierta.

Tenía un acento ruso o alemán, pero en definitiva europeo. Llevaba un sombreado alrededor de los ojos, de cabello castaño largo y una pequeña chaqueta roja. Ingresó a la camioneta, acercándose a Laurie.

-¿Todo bien? ¿Te sientes mejor?

-Em, sí, esto... él me ayudó-señaló al hombre.

-Ah, perdón. Mi nombre es Scott, y ella es Wanda.

Los mencionados le estrecharon la mano, mientras que Laurie se presentaba tanto con su nombre de civil como de vigilante.

-Scott, Cap y el resto quieren hablar contigo.

-¿Cap? ¿Quién es él?-preguntó la vigilante. El nombre no le sonaba.

-El Capitán América-dijo orgulloso Scott con con una sonrisa, pero Laurie siguió confundida. Nunca antes lo había escuchado. Scott y Wanda se sorprendieron por su poca reacción. -¿Estás bromeando? ¿No conoces al Capitán América?

La mujer levantó indiferente los hombros. Scott, con gran euforia, sacó a Laurie de la camioneta para presentarle al equipo. Wanda los seguía, riéndose de su compañeto.

Estaban en el bosque, no muy lejos de la carretera. Había una cabaña de cemento abandonada y vieja. Cerca de ella habían unos hombres conversando. Uno rubio alto con una pequeña barba, otro de pelo largo desarreglado, uno medio bajito y otro de piel oscura, todos bien ejercitados. Se sorprendieron de verla acercarse a ella, en especial el de cabello largo, quien tenía grandes ojeras.

Conociendo a los Vengadores.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora