Un... Matrimonio? (Xiumin y tú)

No Quiero Perderte

Ya ha pasado una semana desde nuestra estadía en la cabaña de Seol Hae y un mes desde que me casé con Min Seok... un mes desde que nos conocimos. Me empezaba a llevar bien con Hae a pesar de su persistente cercanía con mi esposo. Con Luhan la relación se estableció como una amistad, pero no una hermandad como la tiene con Xiumin, sin embargo aún no lo tengo con un buen visto.

He pasado mucho tiempo con Min Seok y siento que cada día lo conozco más, se ha abierto a mí de una manera impresionante. Justo ayer me propuso pasar una tarde de paseo y fue excelente, conocí los alrededores, conocí un poco más de mi marido en un paseo muy romántico además de pasar tiempo con él.

Hoy decidí levantarme un poco más temprano que él ¿saben lo que es eso? Significa que madrugué. La sala de estar estaba vacía y silenciosa, era extraño no tener a los demás aquí, solo ayer pasamos la noche afuera en una parrillada.

Me adentré en la cocina y puse el agua a calentar, rebusqué en la alacena algo que pudiera servirle en el desayuno y tan solo me decidí por unas tostadas. Hice unos panqueques, tostadas y prepare el café, cuando tenía todo listo busqué una bandeja y subí las escaleras hasta el cuarto con eso. Al entrar me encuentro con Min y en su rostro un semblante de miedo, horror y espanto.

__: ¿Qué pasó? –pregunté algo preocupada, él tomó la bandeja y la colocó en la mesa de noche para luego tomarme de la mano y jalarme hacia su cuerpo-

El abrazo fue largo, me acurruqué en su pecho pudiendo así sentir los latidos de su corazón, estaba muy acelerado ¿Qué habrá pasado? Él acariciaba mi pelo mientras mantenía su respiración en mi oído.

Xiu: nunca vuelvas a asustarme así ¿entendido?

__: pero ¿Qué hice?

Xiu: me dejaste solo –se alejó un poco y me miró a los ojos- creí que te fuiste o que te pasó algo

__: ¿Qué pudo haberme pasado? –Le sonreí para aminorar un poco el ambiente, pero él solo sostuvo sus implacables ojos café claro en mí-

Xiu: ay ______ -me volvió a abrazar- solo no me des sustos así

__: lo siento –dije al fin-

Xiu: no –me silenció- no te disculpes, cariño –ahora su mirada era más suave-

__: ¿quieres desayunar? –Dije cambiando de tema-

Xiu: si -miró la bandeja- ¿lo preparaste tú?

__: así es

Desayunamos en la pequeña mesa que había en la habitación tratando de calmar las cosas y olvidando lo que había pasado, pero en su mirada seguía esa pisca de temor que no lograba entender. Cuando terminamos de desayunar me acerqué a él y me senté en sus piernas abrasándolo del cuello.

Xiu: ¿Qué haces? –Inquirió mirándome con una sonrisa-

__: feliz primer mes –susurré algo contenta-

Xiu: es verdad, ya cumplimos un mes –me acerqué y le di un cálido, pero corto beso de esos que se dan para demostrar que se quiere-

__: ya no estés preocupado –digo acariciando su sedoso cabello castaño-

Xiu: no quiero perderte –dijo sorprendiéndome-

Una simple frase, pero cargada de promesas –no quiero perderte- que fuerte fue eso, siento que mi corazón da brincos de alegría de tan solo pensar que él puede estar enamorado de mí. Nos casamos sin amor, pero es un sentimiento que con fuerza fue creciendo en mí a medida que pasó el tiempo.

Los dos bajamos, pero esta vez era él quien llevaba la bandeja, la sala seguía vacía lo que me hacía pensar que los chicos estaban dormidos aún. Limpié los platos mientras Min miraba el partido, miré por la ventana mientras limpiaba y pude notar que estaba algo oscuro, seguí limpiando y una vez más mi vista se concentró en la ventana, justo cuando terminé de limpiar todo y volví a alzar la vista me llevé un susto terrible al ver a Luhan fuera de la casa.

Salí de la cocina y me centré en la puerta metálica que había en la puerta, no era una visión, era él.

Xiu: ¿Qué pasa? –me preguntó-

__: Luhan está afuera –mi voz temblaba-

Xiu: si, lo sé

__: ¿desde cuándo?

Xiu: acaba de salir, ______ ¿Qué tienes?

__: nada solo que... –me acaricié el pecho tratando de calmar mis apresurados latidos- me asusto

Xiu: ¿te asustó? ¿Por qué?

__: no lo sé, estaba algo oscuro y de pronto apareció él –lo miré y estaba hablando por teléfono, antes no lo había notado-

Xiu: ven aquí –me invitó a sentarme a su lado- hoy ya nos llevamos suficientes sustos ¿no crees?

__: si –sonreí ya a su lado-

Hae: ¡ay! Que linda pareja –dijo bajando las escaleras viendo como nos abrazábamos en el sillón, como siempre cagando el momento- ¿ya desayunaron?

Xiu: así es

Luhan: -entrando- buenos días

Una vez más todos estábamos juntos, era como un ritual. Me pareció raro que Luhan haya saludado una vez que entró, pensé que había saludado a Xiumin antes, pero no, entonces caí en cuanta de que él ya estaba hablando por teléfono cuando salió de la casa.

Al almorzar Min anunció nuestro cumple mes y Seol Hae gritó entusiasmada.

Luhan: los felicito –dijo sonriendo como siempre-

Xiu: gracias hermano

Luhan: brindemos –propuso-

Hae: ¿Por qué? –Dijo levantando su copa siguiéndole el juego-

Luhan: por el mes que llevan de conocerse sin querer divorciarse

__: es de casados –lo corrijo-

Luhan: ¿Cómo?

__: un mes de casados sin querer divorciarnos

Luhan: cierto –choca su vaso con el mío sin dejar de sonreír-

Hae: deberíamos festejarlo esta noche

Xiu: ¿otra fiesta?, ya tuvimos suficiente diversión anoche 

Luhan: vamos ¿Qué pasa? Es su cumple mes –me mira- ¿Qué le has hecho a mi amigo?

Xiu: no me ha hecho nada –me abrasa- solo que no lo pensé

Hae: hoy cenaremos adentro –anuncia- tenemos que ver que comeremos

Xiu: decide tú –le sonríe-

Hae: eso haré –le devuelve la sonrisa y me siento incomoda-

Luhan: ¿Por qué no llevas a _______ a comprar contigo? –sugiere-

Xiu: no –suelta- no creo que ella quiera ir –el ambiente se puso algo tenso-

__: ¿Por qué no?

Xiu: ______...

__: me aburro aquí encerrada y me gustaría ir con ella

Xiu: -mira a la castaña y luego a mí- ¿segura?

Luhan: ¿Qué pasa, Xiumin? –dijo algo divertido alzando una ceja-

Xiu: está bien –me sonríe y yo le sonrió-

Antes de salir Min Seok le dijo algo a Seol Hae, debo admitir que me molesto un poco, pero aun así no me pude contener. Fui hasta ellos y tomando a mi marido del cuello lo besé, marcando lo que es mío. Al separarnos sus rostros eran de total asombro y sonreí por eso.